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» on24
Fecha: 25/09/2025 01:19
Tras cuatro meses de conflicto y plantas paralizadas, Lácteos Verónica reanudó su actividad de manera dispar en Lehmann, Suardi y Clason. El plan para cumplir con los pagos adeudados se viene realizando en tiempo y forma. El prolongado conflicto laboral que mantuvo paralizadas durante cuatro meses a las plantas de Lácteos Verónica llegó a un punto de resolución. Tras una extensa reunión de casi cinco horas entre la empresa, el gremio Atilra y representantes del Ministerio de Trabajo, se acordó un plan de pagos que permitió reactivar la actividad a partir del lunes 15 de septiembre en las tres plantas que la firma posee en Lehmann, Suardi y Clason. A 10 días de ese acta, la empresa comenzó un proceso que le permite mirar hacia adelante. El entendimiento contempla un esquema de desembolsos escalonados que busca normalizar la relación con los 650 trabajadores de la prestigiosa láctea santafesina. Tal cuál lo firmado, cada empleado recibió un pago inicial de $700.000 tras el acuerdo, al que se le sumó otro de igual monto el 22 de septiembre. El 29 de este mes se abonará $1.000.000, y a partir del 6 de octubre se completará la deuda con otro millón de pesos. De esta manera, la compañía intentará saldar la deuda acumulada tras meses de inactividad. La crisis comenzó en mayo, cuando la firma alegó dificultades financieras derivadas del contexto de la industria láctea argentina, que arrastra problemas de rentabilidad, caída en el consumo interno y limitaciones en el acceso a insumos. Desde entonces, los trabajadores iniciaron una retención de tareas por tiempo indeterminado, dejando a las plantas paralizadas y sin producción sostenida. La aceptación del acuerdo generó alivio, aunque persisten dudas sobre la capacidad de la empresa de sostener el ritmo de pagos y recuperar niveles de producción competitivos. Al respecto, el delegado de Atilra y trabajador de la planta ubicada entre Clason y Totoras, Rodolfo Rodríguez, destacó en declaraciones a ON24: “Vienen cumpliendo, al pie de la letra, como está acordado. En Lehmann y en Suardi están trabajando, que es donde está el secado de leche y la producción de queso barra. Están trabajando las jornadas completas, pero es todo a fazón”. Vale destacar que esta modalidad implica que la planta procesa materia prima para terceros, sin producción propia adquirida por Verónica. La situación no es la misma en la planta donde se encuentra, ya que si bien se comenzaron a regularizar los pagos, no sucede lo mismo con la producción. “Está prácticamente parada la planta”, indicó Rodríguez. Allí ingresan apenas entre 20.000 y 30.000 litros de leche día por medio, volumen que apenas alcanza para una hora de envasado de leche en cajas. “Después los demás sectores donde se elaboran manteca, dulce y queso están parados por falta de leche y de insumos, porque no hay nada”, precisó. Este escenario refleja un problema estructural que se mantiene: mientras las plantas de Lehmann y Suardi operan bajo un esquema de tercerización productiva, la falta de materia prima y de capital de trabajo mantiene a Clason en un nivel crítico de actividad. Para la empresa, esto significa que, más allá de haber solucionado temporalmente el conflicto laboral, sigue sin resolver su déficit de abastecimiento. Es que la dependencia del trabajo “a fazón” limita el margen de rentabilidad y pone en cuestión la capacidad de la firma de reposicionarse en el mercado lácteo nacional. El acuerdo permitió descomprimir una situación social y laboral crítica, pero aún no es suficiente para resolver el trasfondo económico que afecta a Lácteos Verónica.
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