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» Diario Cordoba
Fecha: 24/09/2025 11:22
Nueva vuelta de tuerca israelí para asfixiar a la economía palestina. En plena oleada de reconocimientos del Estado palestino, que llegan mientras las tropas de Binyamín Netanyahu reducen a escombros Ciudad de Gaza, Israel ha anunciado el cierre del único paso fronterizo entre la Cisjordania ocupada y Jordania. La medida afecta tanto al transporte de mercancías como al tránsito de pasajeros y, en la práctica, impedirá que los palestinos puedan salir de Cisjordania, ya sea para recibir tratamiento médico, estudiar en el extranjero o hacer negocios. La otra vía, el tránsito a través de Israel, se ha restringido enormemente desde el comienzo de la guerra en Gaza hace casi dos años. La decisión llega solo unos días después de que un jordano que conducía un camión humanitario con destino a Gaza matara a dos soldados israelíes en ese mismo paso fronterizo, conocido en Jordania como el Puente del Rey Hussein y en Israel como el Puente de Allenby. El ataque fue más tarde reivindicado por el brazo armado de Hamás, las Brigadas Ezzeldin Al Qassam. La Autoridad Aeroportuaria de Israel informó que el paso permanecerá cerrado a partir de este miércoles "hasta nueva orden", una orden que ha partido del Gobierno de Netanyahu. Golpe a la economía palestina El paso fronterizo está situado en el Valle del Jordán, no muy lejos de la ciudad palestina de Jericó, ocupado ilegalmente por Israel desde 1967. Para los palestinos era hasta ahora la única vía de salida al mundo que no requería atravesar el Estado judío, una suerte de cordón umbilical indispensable para su comercio y su relación con el resto del planeta. Pero esas ventanas se han cerrado. En los últimos dos años Israel ha levantado cerca de 800 barreras y puestos de control militar en Cisjordania para restringir los movimiento de su población. Medidas que no afectan, sin embargo, a los colonos judíos, que tienen su propia red de carreteras segregadas. Numerosas localidades han quedado temporalmente aisladas e incomunicadas. Esas restricciones están hundiendo la devastada economía palestina, pero no son las únicas. Mientras Netanyahu y sus ministros hablan abiertamente de anexionarse Cisjordania y desmantelar la Autoridad Nacional Palestina (ANP) como respuesta a los reconocimientos internacionales de Palestina, siguen empujando a esta última hacia el colapso. Israel lleva meses sin transferir los impuestos aduaneros que recauda en nombre de la ANP, un adeudo cercano a los 2.000 millones de dólares. Una circunstancia que ha impedido desde hace casi dos años al Gobierno de Ramala pagar a tiempo y de forma íntegra los salarios de sus cerca de 200.000 funcionarios, desde profesores a los miembros de sus fuerzas de seguridad.
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