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» Diario Cordoba
Fecha: 24/09/2025 11:19
Estupefacción en el Gobierno por la decisión de juez Juan Carlos Peinado de enviar a juicio por malversación a Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, con jurado popular, así como a su asistente y al delegado del Gobierno en Madrid. Sin esperar ni siquiera a analizar a fondo el auto, fuentes de Moncloa se referían a “acoso” y calificaban este paso en el proceso judicial de “tremendo”. Otras fuentes del Ejecutivo elevaban el golpe para asegurar su sorpresa por el hecho de que “le sigan dejando hacer”, en una velada referencia al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). En la misma línea exhortan el “desprestigio para la justicia de este señor” y muestran su esperanza de que “le paren antes”. La sombra de sospecha sobre prevaricación siempre recayó sobre Peinado por miembros del Gobierno, para convertirse con el tiempo en acusación más o menos directa. “Está a la vista”, protestaba un ministro socialista del núcleo duro de Pedro Sánchez, si dejar de apuntar que “el momento procesal es llamativo” por no estar acabada la instrucción. Asimismo, este mismo ministro subraya que “hay un auto del Supremo que dice que no hay malversación y otro de Peinado diciendo que no lo ha recibido o que lo tira”. Finalmente, argumenta que los correos que se aportan como prueba en la causa no corresponderían al delito que se juzga. El auto añade como indicios los correos electrónicos aportados por el que fuera vicerrector de Relaciones Institucionales de la Universidad Complutense de Madrid, Juan Carlos Doadrio, recibidos la pasada semana en el juzgado y que dan cuenta de sus comunicaciones con la asistente de Moncloa en relación con la cátedra de Transformación Social Competitiva que Gómez codirigía en este centro universitario. Concluye que ello ha permitido cumplir "con el requisito de la verosimilitud de los hechos" que hasta ahora, no podía determinarse de una forma concreta, y que por ello puede afirmar que existen "indicios racionales, fundados y sólidos de la comisión de hechos delictivos". El titular de Justicia, Félix Bolaños, despreció el auto al limitarse a comentar que "el sistema de recursos en nuestro país es muy garantista y, sin duda, un tribunal imparcial pondrá las cosas en su sitio, como ya hizo el Tribunal Supremo en este mismo asunto". Una referencia al archivo por parte del alto tribunal a la petición de Peinado para imputar a Begoña Gómez. El juez consideró que había "indicios razonables, sólidos y cualificados", pero el Supremo replicó que eran "mínimamente fundado o dotados de mínima verosimilitud". La primera en reaccionar en público fue la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, quien ironizó en los pasillos del Congreso sobre el hecho de que la instrucción practicada por Peinado "se va a estudiar en las facultades de Derecho de este país". La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, fue contundente al calificar la situación de “surrealista”. “Se explica por si solo", se limitó a responder a la pregunta de que sea un jurado popular quien juzgue a Begoña Gómez por un delito de malversación. Otras fuentes del Ejecutivo dejan entrever que el juez pretende con su decisión marcar agenda e influir en los tiempos políticos. Entienden que no es fortuito el hecho de producirse esta decisión coincidiendo con una rueda de prensa prevista por Pedro Sánchez desde Nueva York, como colofón a su participación en la semana de alto nivel de la Asamblea General de la ONU. “Las casualidades no existen”, aseguran para reforzar esta tesis. “Se conocerá como el ‘Caso Peinado’” Desde Ferraz han elevado todavía más el tono para cuestionar todo el procedimiento desde su principio. Desde que se inició con la “denuncia de un grupo ultra con varios recortes de prensa y un bulo”, los socialistas siempre sostuvieron que “no hay caso”. Las mismas fuentes del PSOE recalcan que “siempre hemos defendido que con el tiempo la verdad se abrirá camino” para darle la vuelta a la situación y concluir que “esta instrucción quedará como un caso de estudio, en negativo, para los estudiantes de Derecho”. Agitando la tesis de la guerra sucia judicial contra Pedro Sánchez, en el PSOE abundan en que “en 48 horas se ha abierto juicio oral a dos personas cuyo único delito es ser familia del presidente del Gobierno”. Por ello, concluyen que “no por esperado, este paso deja de ser sorprendente. Con el tiempo, esto se conocerá como el ‘Caso Peinado’”.
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