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» La Capital
Fecha: 24/09/2025 06:25
Es la primera causa de muerte entre mujeres de 10 a 19 años. La crisis en salud mental se profundiza. Cuáles son las señales de alarma Profundizar la escucha, es fundamental para entender qué le puede estar pasando a los niños, nilñas y adolescentes, y buscar ayuda para prevenir el suicidio El suicidio adolescente se convirtió en una de las principales causas de muerte en la Argentina. De acuerdo con datos del Ministerio de Salud de la Nación, cada día, un chico entre 10 y 19 años se quita la vida. La situación está empeorando entre las niñas y mujeres jóvenes. "Hay mucha desesperanza", dijo la psiquiatra rosarina Estefanía Niccia , quien comentó que se incrementaron las consultas en las personas jóvenes, por trastornos de salud mental. La médica enfatizó: "El suicidio es prevenible, por eso debemos estar atentos a este tema, del que se habla más que antes pero seguimos sin verlo cercano; nos parece que no nos va a pasar (en nuestra familia), que es lejano". "Es necesario escuchar, acompañar y alentar a hacer una consulta profesional", alertó. Se trata de un grave problema a nivel mundial: el suicidio ya es la tercera causa de fallecimiento entre personas de 15 a 29 años. De acuerdo a un informe que publicó esta semana el Observatorio del Desarrollo Humano y la Vulnerabilidad de la Universidad Austral la salud mental, en especial en el género femenino, está en un momento crítico, tanto que entre los 10 y 19 años el suicidio de chicas (148 muertes en 2023) superó a los fallecimientos por accidentes (103) y enfermedades como los tumores (119). ¿Cómo se frena esta tendencia? ¿Qué medidas se pueden tomar a nivel de salud pública? ¿Qué lleva a un niño o joven a querer terminar con su vida? >> Leer más: Programa de Prevención del Suicidio: los cuatro mitos que busca derribar la nueva campaña provincial Qué pasa con el suicidio en Rosario A nivel municipal, en Rosario, se profundizaron las medidas teniendo en cuenta el aumento de las muertes por esta causa y también las autolesiones y situaciones que no llegan a la muerte, pero alteran profundamente la vida de los adolescentes y su entorno. “Para prevenir hay que hacerle lugar a la temática y poder hablar sin tabúes”, dijo la directora de Salud Mental de la Secretaría de Salud Pública, Jésica Redondo. Profundizar la escucha es la principal estrategia. Diferentes áreas de la secretaría de Salud Pública de la Municipalidad, junto con la dirección del Servicio Integrado de Emergencias Sanitarias (SIES) pusieron en marcha, en abril pasado, un Dispositivo de Soporte en Salud Mental que sumó al equipo de operadores a cinco becarios, en todos los casos estudiantes de los últimos años de la carrera de Psicología. Ante una situación de gran angustia e ideas suicidas o un hecho puntual de autolesiones o amenazas de muerte, las personas o acompañantes pueden comunicarse al 107, donde serán recepcionados por profesionales capacitados. >> Leer más: Luciana Geuna apuntó contra los anticonceptivos por una hemorragia: qué dicen los expertos Las señales que no hay que pasar por alto Ante todo, “se trata de completar la escucha, que exista disponibilidad de tiempo y una persona destinada a eso, que intente comprender lo que sucede y acompañe el momento”, señalaron desde el área. Hay situaciones de urgencia, pero también (se comunican) familiares, ya sean madres, padres, amigos, con la preocupación concreta. Además, se está haciendo mucho trabajo en los barrios y gracias a la atención primaria de cercanía “ya hay conocimiento previo y una vinculación que ya existe con muchas de esas familias”, señalaron desde Salud municipal. chico pena ideas suicidas Retraimiento, aislamiento, persistencia de ideas negativas, cambios bruscos de conducta, dificultades para dormir y alimentarse o cumplir con las tareas diarias, son signos que deben llamar la atención de las familias, en chicos y chicas de todas las edades, ya que a veces se supone que al tratarse de preadolescentes o adolescentes el suicidio no puede ocurrir. Después de la pandemia, el problema se incrementó: el aumento del uso de redes sociales, el incremento de adicciones, la desconexión con sus pares por la falta de encuentros presenciales, el desgano y la falta de motivación empezaron a ser moneda corriente. Distintas organizaciones mundiales advirtieron que luego de la crisis del Covid había que estar más atentos que nunca, a nivel de salud como en el seno de las familias, debido al empeoramiento de la salud mental de los más chicos. >> Leer más: En solo un año, creció el 30% la atención en salud mental en Rosario "Vienen con mucha desesperanza" La psiquiatra Estefanía Niccia, mencionó que en los últimos años aumentó la consulta de personas jóvenes con depresión, trastornos ansiosos, e ideas suicidas: "Las personas que logran acercarse a un psiquiatra vienen en la búsqueda de una escucha privada, porque son temas que no pueden hablar muchas veces con personas de su círculo íntimo". "Llegan con mucha ansiedad, necesidad de una respuesta rápida y a veces en busca de la pastilla mágica que sabemos que no existe (aunque se necesite medicar en el marco de un tratamiento); y también pueden venir desesperados porque hay situaciones realmente complejas, límite", señaló la especialista y escritora. En los jóvenes, que consultan más que antes, se ve "mucho desánimo, falta de deseo, de interés, mucha falta de proyecto personal o profesional", reconoció la médica, y agregó: "Hay mucha desesperanza". Niccia comentó que "se ven cuadros de depresión y de ansiedad, jóvenes con ataques de pánico _que son episodios de angustia intensa que se manifiestan en el cuerpo_, con miedo a volverse locos, con miedo a morir, y en ocasiones lo contrario: con ideas suicidas por no encontrarle un sentido a la vida". A partir de los 18 años es más frecuente que saquen un turno con el psiquiatra, cuando lo hacen antes "es porque los trae algún familiar, el papá o la mamá", comentó. "Actualmente, uno de los males de la sociedad son las redes sociales, las relaciones virtuales (de pareja, familiares, de amigos), los desencuentros que se generan a partir de esto, porque paradójicamente estamos con un hiperflujo de información, pero nos aislamos y la comunicación está muy empobrecida", señaló la especialista.
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