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Parana » Entreriosdiario
Fecha: 23/09/2025 15:50
23/09/2025 Es el titulo de un informe elaborado por el economista y docente Leandro Rodríguez. Entrevista en Malos Perdedores. El día que se anunció la eliminación temporal de los Derechos de Exportación (retenciones) hasta el 31 de octubre, y se conoció el fuerte apoyo de los Estados Unidos al programa económico de la administración del presidente Javier Milei, el economista y docente universitario Leandro Rodríguez analizó la marcha del plan libertario, y, además, se refirió al último informe de coyuntura del Centro Interdisciplinario de Estudios de la Facultad de Ciencias Económicas (Ciefce), denominado “Recesión y brecha del producto: ¿Resulta sostenible la reducción de la inflación del programa libertario?”. Durante una entrevista con el programa Malos Perdedores (Radio Costa Paraná – 88.1 – Lunes a viernes de 10 a 13), Rodríguez, en primer lugar, consideró que aquellas dos medidas tienen que ver “más que con la necesidad de modificar las expectativas sobre esta incertidumbre cambiaria que estaba soportando el Gobierno, desde fines de la semana pasada, donde vendió 1.110 millones de dólares, que era una situación que no se podía sostener muchos días, porque con reservas al límite y una situación electoral que hace prever una posible devaluación para después del 26 (de octubre), era muy difícil de calmar el mercado cambiario”. Señaló, en ese sentido, que “todo el tejido político internacional de Milei le viene dando resultados, en el sentido de que encuentra los apoyos que venía trabajando, y la medida de los Derechos de Exportación también puede generar alguna expectativa para los exportadores para que puedan anticipar la liquidación de granos que tienen en acopio, y después comprar dólares de futuro, y cubrirse una posible devaluación, con lo cual es bastante atractiva. Hay que ver si en este plazo tan corto puede ser significativo, eso todavía es muy reciente como para hacer un análisis más profundo”. Rodríguez, en este sentido, consideró que “no se podía seguir por muchos días más vendiendo 700 millones de dólares en el mercado libre y único de cambio para sostener el valor de la divisa porque no tenemos una suficiente cantidad de reservas y después hay que hacer frente a compromisos internacionales. Hubiera sido muy explosivo si seguía ese drenaje para contener el dólar antes de las elecciones”. Entonces, “el objetivo ahora es aumentar la oferta de divisas y tener de alguna manera un respaldo internacional que tranquilice a los inversores”. Rodríguez opinó que el Gobierno optó por un camino intermedio: buscar fondos para asumir los compromisos que tiene, sobre todo el año que viene, de 8.500 millones de dólares, y, en el cortísimo plazo, eliminar las retenciones para los productos agropecuarios y que se pueda anticipar liquidación de divisas. “Desconocemos si hay algún acuerdo con los exportadores o no, pero todavía no tenemos claro qué efecto concreto va a tener, pero sí es una medida atractiva”, dijo el economista y la comparó “con lo que hacía el gobierno anterior, Sergio Massa, con el famoso dólar soja, que es mejorar la rentabilidad de cortísimo plazo para los exportadores y de esa manera anticipar la liquidación de divisas al efecto de aumentar la oferta de dólares en el mercado único y libre de cambio”. El informe del Ciefce Rodríguez, por otro lado, consideró que “más allá del cortísimo plazo que tiene un componente electoral muy fuerte, sobre todo después de la elección de la provincia de Buenos Aires, la pregunta que tenemos que hacernos es si efectivamente valió la pena o no el sacrificio que ha hecho la población y si es sostenible el proceso de desinflación”. Opinó, en este sentido, que “la situación es bastante complicada porque nos estamos encontrando que el proceso de desinflación choca contra un paredón que suele tener la Argentina, que es la falta de divisas para alimentar el crecimiento. Es decir, una desinflación es efectiva y sostenible cuando se puede combinar con el aumento de la producción, con la reactivación económica. Y lo que mostró el programa, a partir de la segunda mitad de 2024, es que frente a la reactivación aparecieron presiones en el mercado de cambios que hacían dudar de la sostenibilidad del programa y justamente lo que estamos viviendo ahora es producto de eso”. “No tenemos las divisas suficientes como para alimentar un proceso de desinflación y crecimiento al mismo tiempo”, aseguró, por lo que “o seguimos en recesión para mantener baja la inflación o si crecemos va a volver la inflación porque no tenemos financiamiento internacional, no tenemos un suficiente flujo de divisas para alimentar la cantidad de dólares que necesitamos”, explicó, y precisó que “por cada punto de crecimiento de la producción tenemos tres puntos de crecimiento de las importaciones, pero además de eso, como somos una economía bimonetaria, los sectores de alto nivel de ingresos ahorran en dólares, por lo cual la demanda de divisas para las importaciones compite también con la demanda de divisas para atesoramiento. Desde que se abrió el cepo para personas físicas en abril, hasta julio, las personas físicas compraron para atesoramiento 8.900 millones de dólares. Es decir, casi un poco menos de lo que desembolsó el FMI”. Entonces, en ese sentido, el programa “mostraba signos de debilidad y, de hecho, a partir de febrero ya empezamos con una etapa de estancamiento, es decir, no pudimos obtener la expansión económica. Ahí estaban las grandes dudas del programa, con el riesgo de que la devaluación, impacte nuevamente en precios y finalmente vuelva a aparecer en niveles de mayor tasa el tema de la inflación”, agregó. El ajuste solo no alcanza Rodríguez, asimismo, entendió que “quedó bastante claro en este año y medio que solamente con el ajuste fiscal no se puede encarar un programa sostenible de reducción de la inflación. Es necesario combinarlo con otro tipo de políticas y eso afectará sobre todo a la restricción externa y el desplazamiento de la falta de divisas”. El Gobierno, añadió, “apelaba a que un buen resultado electoral, una consolidación política de su proyecto económico, le permitiera generar confianza a los inversores, y pudiera volver al mercado de capitales privado en 2026, y, de esa manera, resolver el problema de la falta de divisas. La cuestión que está en discusión ahora es si eso va a ser factible o no, más allá de los préstamos políticos. El préstamo político te puede ayudar a calmar una situación coyuntural, pero no te genera el volumen de flujo de divisas que vos necesitas para una expansión sostenida”. Informe CIEFCE – Leandro Rodriguez – CFE-UNER Fuente: Radio Costa Paraná – Entre Ríos Diario
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