23/09/2025 14:37
23/09/2025 14:37
23/09/2025 14:37
23/09/2025 14:37
23/09/2025 14:37
23/09/2025 14:36
23/09/2025 14:36
23/09/2025 14:36
23/09/2025 14:36
23/09/2025 14:36
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 23/09/2025 12:54
El apoyo de García Moritán tras el robo a Pampita La noche se desmoronó en Barrio Parque cuando, sin aviso, el silencio fue roto por la certeza del delito. La casa de Pampita se convirtió en escenario de un asalto calculado. Los delincuentes permanecieron seis horas en el hogar de la modelo, desvalijando cada rincón, mientras ella se encontraba fuera del país por compromisos laborales. Frente al estupor y la angustia, una actitud sorprendió a quienes se aproximaban al perímetro de la vivienda. Roberto García Moritán, el exmarido de Pampita, acudió al lugar apenas se conoció la noticia. Lo hizo para colaborar con la investigación, un gesto que fue señalado rápidamente por quienes lo vieron llegar aquella noche. “A las 11 de la noche, yo le toqué el timbre a todos los vecinos para ver si conseguíamos cámaras”, relató Fernando Burlando en el ciclo conducido por Mariana Fabbiani en DDM (América TV). Fue él quien remarcó la participación del economista: “Estaba con Roberto García Moritán, que me acompañó y se quedó un rato”. Consultado por Teleshow, el padre de Ana, hija menor de la modelo, dio más precisiones del hecho: “No tengo mucho para decir y los detalles que tendría, me pidieron que no hablara por tema de secreto de sumario. Pero lo que sí puedo decir es que no había nadie en la casa como punto más positivo”, señaló el economista, y citó el caso del hijo mayor de su ex: “Bauti podría haber estado perfectamente y gracias a Dios no estaba”. A continuación se refirió al contenido más simbólico del hecho, algo que ya había mencionado Pampita con respecto a los recuerdos de su hija fallecida. “Lo más doloroso es que se habían llevado las fotos de Blanca, que estaban en unos celulares viejos. Lo demás está en una investigación en curso. Creo que hay bastantes indicios y debería dar respuesta dentro de poco”, aventuró. Con la voz quebrada y emocionada, Pampita dio a conocer que le devolvieron la caja fuerte que contenía los celulares con fotos y videos de su hija Blanca (Rumis - La Casa) No fue un robo al voleo. La investigación judicial, encabezada por la policía y los peritos, encontró un dato revelador en las cámaras de seguridad: un dominio original en uno de los vehículos de apoyo de la banda, una pista que ahora es el eje de una cacería contrarreloj. “Lo que conseguimos es determinar vehículos, patentes y rostros. A partir de ahí, empieza otra investigación: seguir el auto con las cámaras de la Ciudad para ver hacia dónde fue y con quién se encontró. En este auto, donde había siete monos arriba, no estaba solo”, completó Burlando. Siete integrantes, una coordinación precisa, una noche elegida porque la conductora de Los 8 Escalones estaba ausente, en medio de unas jornadas donde su figura brillaba en España en el marco de la presentación de la nueva colección de Carolina Herrera. Los detalles estremecen. La banda accedió por la parte trasera del domicilio situado sobre la calle Juez Tedín, después de franquear el muro perimetral empleando reposeras de la pileta como escalera improvisada. Pretendieron llegar al primer piso; no lo lograron. Forzaron una puerta. Quebraron un vidrio en la planta baja. La casa se transformó en un laberinto vulnerable, abierto a la voracidad de los delincuentes. Durante horas, los intrusos hurgaron en los ambientes familiares, seleccionando carteras, lentes, joyas, dinero en efectivo y dispositivos electrónicos con imágenes de alto valor afectivo. Al final, su fuerza y logística los llevó a cargar una caja fuerte antigua y robusta, de gran tamaño y peso, hasta la puerta principal. Había una camioneta lista para recibir el botín. Nada parecía improvisado. Tras el robo, uno de los elementos prioritarios para la víctima era la recuperación de los tres teléfonos celulares en los que conservaba fotos y videos de su hija Blanca, fallecida en 2012. Estas pertenencias fueron encontradas en Lanús, adonde los sospechosos se dirigieron la misma madrugada. Un chofer de una aplicación halló la caja de seguridad, los teléfonos y estuches vacíos de anteojos y joyas descartados en la vía pública de ese partido del sur del conurbano. El conductor, al ver la noticia, entregó los celulares, lo que permitió que Pampita recuperara parte del contenido personal de máximo valor afectivo. Respecto a las motivaciones de los delincuentes para abandonar el botín en Lanús, se conoció que la banda intentó abrir la caja fuerte en el domicilio original y, al no lograrlo, la trasladó buscando romperla fuera de la casa. Al advertir que no reunía objetos valuados en grandes sumas, descartaron tanto la caja como los teléfonos y estuches que no representaban interés para la reventa. Las autoridades procuraron inspeccionar la zona, aunque ya no se encontraba la caja fuerte, solo restos de estuches y envoltorios que los ladrones consideraron inservibles. El asalto rompió con la aparente tranquilidad de uno de los barrios más custodiados de la ciudad. Pero más allá del golpe material, permanece la inquietud: ¿existió colaboración interna? Las hipótesis se multiplican, y la comunidad observa con desconfianza y zozobra. En el centro de la escena, la imagen de Roberto García Moritán permanece: silencioso, firme, dispuesto a buscar respuestas junto a quienes desean justicia. Así, en el eco de una noche devastada, la solidaridad y el dolor se entrelazan. La investigación continúa, aferrada a la esperanza que aportan los registros y la perseverancia de quienes no se resignan.
Ver noticia original