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» Comercio y Justicia
Fecha: 22/09/2025 18:31
El Intendente ordenó ajustar aún más las erogaciones en cada área, siempre en aquellas partidas que permitan un achique. En ese marco, el municipio estudia lanzar un régimen de retiros voluntarios y pasividades anticipadas para acotar la planta de personal. El impacto de los pagos de deuda ajustados a tasas que se dispararon en los últimos días y, ahora, la necesidad de cubrir un vencimiento de US$25 millones con fondos propios ante un mercado vedado para salir a fondearse, exigen máxima cautela frente a una recaudación que siente el golpe de la crisis Por Alfredo Flury El intendente Daniel Passerini ordenó a todos los funcionarios realizar un exhaustivo control del gasto en sus respectivas áreas y, particularmente, en aquellas partidas que tengan márgen para ajustarse, esto es los que no involucren erogaciones sensibles, como por ejemplo en inversión social. En ese contexto, según pudo conocer Comercio y Justicia de fuentes gremiales, el Ejecutivo analiza implementar un plan de retiros voluntarios y pasividades anticipadas. Según trascendió, por esa vía podría achicarse la planta de personal, al menor en más de mil agentes. En rigor, esta última medida no es novedosa para el municipio. Ya se supo utilizar en otras ocasiones. También por parte de la Provincia, tanto durante la gestión de Martín Llaryora como, antes, por Juan Schiaretti y José Manuel de la Sota. Según fuentes consultadas por Comercio y Justicia, habría como mínimo mil agentes en condiciones de adherir particularmente a la pasividad anticipada. La comuna cuenta hoy con poco más de 10 mil agentes, entre efectivos y contratados. Sin embargo, hay un numeroso grupo que figura como monotributista o becario e integra diferentes áreas. Como fuere, la estrategia es ajustar todas aquellas partidas que tengan margen para hacerlo. Escenario La decisión no es caprichosa. La recaudación del municipio viene golpeada, producto de la caída en el nivel de actividad y del consumo. En paralelo, las emisiones de letras del Tesoro, bonos y un vencimiento inminente de un título de deuda de 150 millones de dólares emitido durante la gestión de Ramón Mestre, luego reestructurado por Martín Llaryora, pero cuyos pagos de capital recayeron todos en la gestión Passerini. Son pagos semestrales de 25 millones de dólares, el próximo el día 29. Habitualmente, la comuna emite una letra para obtener los fondos para cubrir esa obligación. Sin embargo, tal como lo anticipó Comercio y Justicia, esta vez esa estrategia no es opción. Es que la volatilidad de los mercados y la suba de tasas convalidada por el Banco Central para absorber pesos, derivó en que las Letras emitidas por Passerini que estaban atadas a tasa Badlar o Tamar más márgen, generaran un fuerte incremento en los pagos de intereses de esos instrumentos. En paralelo, respecto a los 25 millones de dólares a cancelar el próximo día 29, el municipio tendrá que recurrir a fondos propios, impedido de salir al mercado por las elevadas tasas que exigirá y que superarán el límite que le impone el Ministerio de Economía de la Nación. A la comuna no le sobran precisamente recursos por lo que, juntar ese dinero no es tarea fácil. Llaryora “colaboró” para reunir el monto necesario, admitieron fuentes consultadas. De todas formas, hasta fin de año, Passerini tiene otras obligaciones a cancelar hasta fin de año. La idea es que, una vez que se normalicen los mercados, licitar un instrumento para recuperar los fondos aportados para pagar el bono. Nada indica que en el corto plazo esa “normalización” vaya a ocurrir.
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