22/09/2025 10:55
22/09/2025 10:55
22/09/2025 10:55
22/09/2025 10:54
22/09/2025 10:54
22/09/2025 10:54
22/09/2025 10:54
22/09/2025 10:53
22/09/2025 10:53
22/09/2025 10:53
Concordia » Hora Digital
Fecha: 22/09/2025 09:11
El encuentro de Segunda División entre Andorra FC y Mirandés concluyó con empate 1-1, pero el resultado deportivo quedó opacado por los incidentes que se produjeron al final y durante el partido, protagonizados principalmente por Gerard Piqué y varios miembros del club andorrano. La actuación del colegiado Alonso de Ena Wolf y sus asistentes fue foco de las tensiones, según describió el propio árbitro en su informe oficial. El acta arbitral refleja momentos de alta tensión al término del choque en el túnel de vestuarios. Wolf documentó que, tras el pitido final, Gerard Piqué se dirigió de manera directa y con tono elevado al asistente número 1, Jaime Nogues Llorens. “Una vez finalizado el encuentro, y estando en el túnel de vestuarios, se dirigió a mi asistente nº 1 D. Jaime Nogues Llorens a viva voz y de forma agresiva, con los siguientes términos: ‘Sois unos sinvergüenzas’”, recoge la declaración oficial del árbitro. La actitud descrita hacia el cuerpo arbitral, con el exfutbolista del FC Barcelona aproximándose hasta quedar a muy corta distancia del asistente, generó un ambiente de tensión. El acta detalla también el clima vivido y añade que otro integrante del Andorra intervino: Carles Manso Rubio, miembro del staff, arremetió contra el mismo asistente con insultos reiterados de grueso calibre: “Hijo de puta, hijo de puta”, según consignó De Ena Wolf en su informe arbitral. Estas palabras contribuyeron a acrecentar el nivel de conflicto en una zona donde la presencia policial se tornó necesaria para evitar males mayores. Uno de los episodios más tensos se produjo cuando Jaume Nogues Llorens y Gerard Piqué se acercaron simultáneamente al colegiado principal para manifestar sus objeciones relativas al arbitraje: “En ese momento, D. Jaume Nogues Llorens y D. Gerard Piqué Bernabéu se acercaron hacia mi persona, formulando objeciones arbitrales en tono amenazante. En concreto, D Jaume Nogues Llorens manifestó: ‘Menuda vergüenza, no tenéis vergüenza’, a viva voz, debiendo ser nuevamente apartado por la Policía”. Así lo especificó el árbitro en el documento oficial. La reiteración de protestas y la necesidad de intervención de las fuerzas de seguridad subrayan la gravedad de la situación que se vivió en los pasillos del estadio una vez acabado el encuentro. Los problemas, sin embargo, no comenzaron en los vestuarios sino que ya durante el partido se habían producido varios episodios de protestas intensas desde el banquillo del Andorra FC y entre los miembros de su delegación. El propio De Ena Wolf especificó en su acta que “en el minuto 69 el técnico Daniel Ortiz López fue amonestado por el siguiente motivo: por desaprobar de forma persistente una de mis decisiones”. Esta tarjeta amarilla ilustró el descontento repetido durante diversos instantes del juego, donde los reclamos hacia el equipo arbitral fueran constantes. La copa Davis y su caída en picado tras la salida de Gerard Piqué. En el tramo final del choque, otro incidente incrementó el registro de altercados. Tal como dejó constancia el árbitro, “en el minuto 90+1, el encargado de material del FC Andorra, Daniel Soriano Carreño, fue expulsado por levantarse de su banquillo adicional y protestarme a viva voz una de mis decisiones”. Este último episodio puso de relieve el nivel de tensión acumulado a lo largo de la tarde y la dificultad de gestión para los directores de partido. La suma de estos episodios será revisada próximamente por los órganos disciplinarios competentes, quienes deberán determinar si existen sanciones para Piqué y otros integrantes del club andorrano. La gravedad de los insultos y la acumulación de incidentes ya ha llamado la atención de la liga y la federación, que buscarán sentar precedentes para garantizar el respeto al estamento arbitral en el fútbol profesional. La situación coloca al Andorra FC y a su máximo responsable en el centro de una polémica que trasciende el resultado deportivo y vuelve a situar el debate sobre los límites de la protesta en el deporte profesional.
Ver noticia original