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  • La hiperconexión y la información infinita: el peligro de las burbujas de contenido en las redes sociales

    » Misioneslider

    Fecha: 22/09/2025 01:55

    Hiperconexión y desinformación en la era digital Hiperconexión e información infinita generan una diversidad de miradas cada vez más escasa. Tendría que funcionar al revés. Pero no. Lo asumimos y aceptamos más allá de los riesgos. En Latinoamérica cinco de cada diez ciudadanos se encuentra con noticias falsas casi todos los días y, en Argentina, más de la mitad de esas personas reconoce que ante la duda no invierte tiempo en verificarlas. Su calidad es relativizada siempre y cuando refuercen las ideas previas del usuario. Eso es lo que se recompensa actualmente en las redes sociales y, en base a esa tendencia, lo que el bendito algoritmo estimula. Es también lo que nos priva de incorporar otros matices. Las cámaras de eco y su impacto en la conversación pública El riesgo no está solo en la incapacidad de ampliar la mirada, sino en el modo en que esas burbujas de contenido se repiten a sí mismas en un bucle interminable, generando lo que se define como cámaras de eco, esos espacios donde se cree estar informado, pero en los que apenas se aporta un reflejo. El propio. El término tiene más de veinte años, pero en pleno auge de la inteligencia artificial encuentra mecanismos más sutiles y personalizados de expandirse. Es él, o uno de los, fenómenos que mata la conversación pública. In extremis desgasta la democracia porque rompe puentes y la posibilidad de acuerdos. La radicalización de posturas y el papel de las redes sociales Estamos radicalizando posturas y reforzando una falsa creencia: que la mayoría de las personas piensan como nosotros. El algoritmo premia afinidad. Hacernos creer que tenemos razón nos retiene, nos motiva y nos impulsa a seguir scrolleando en busca de nuevas publicaciones que, por supuesto, van en la misma dirección. Es el juego y la prioridad de las plataformas y no sería un problema si únicamente incidiera en el consumo de bienes o publicidades comerciales. El impacto en la percepción de la información y la apatía creciente Los datos obtenidos por Voices hace dos años marcaban que un 70 % de los argentinos consultados cree que la desinformación incrementa la polarización y debilita los procesos electorales. Pero sigue: un 44 % declaró sentirse abrumado por la proliferación de fake news y, por ello, en muchas ocasiones directamente evita leer o escuchar noticias. Es decir, el exceso de información tóxica empuja a una mayoría al desinterés, a una peligrosa apatía. Desorientación y la necesidad de un esfuerzo consciente La combinación de factores configura un escenario preocupante, el cual fue retratado en este mes en la última Cumbre Global de Desinformación. A la complejidad de acceder a perspectivas diversas se suma un menor interés en hacerlo. Es necesario un esfuerzo porque en piloto automático el algoritmo nos dejará en nuestra zona de confort y decidirá por nosotros. Conclusión En un mundo donde la hiperconexión y la desinformación van de la mano, es crucial tomar conciencia de los efectos de las cámaras de eco y la radicalización de posturas que promueven las redes sociales. La necesidad de buscar perspectivas diversas y cuestionar la información recibida se vuelve imperativa para evitar la apatía y la desorientación que pueden derivar de la sobreexposición a contenidos sesgados. Solo a través de un esfuerzo consciente y crítico podremos contrarrestar los efectos negativos de la información manipulada y recuperar la diversidad de miradas que enriquece la conversación pública.

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