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» El litoral Corrientes
Fecha: 21/09/2025 12:59
Capítulo 2º De su actuación parlamentaria puede recordarse que presidente de la Comisión de Casaas Baratas, al aludirse al problema de vivienda, señaló “… el alojamiento estrecho, malsano y caro es, seguramente, el mayor proveedor del asilo, del hospital y de la cárcel…” Proyectó una ley de accidentes del trabajo que obligaba a los patrones a asegurar a su exclusivo costo a obreros y empleados. En 1914, en una enérgica interpelación al ministro de Guerra, Alvear censuró la gestión del mismo a propósito de las recientes maniobras que ha juicio del diputado interpelante habían probado “que el alta dirección del Ejército es incompetente”, “lejos de mi espíritu el criticar a los jefes y oficiales…” , “El único responsable es el Ministro de Guerra…” Reelegido diputado, representaba a la provincia de Buenos Aires, cuando a poco de iniciarse la presidencia de Yrigoyen éste le ofreció la Embajada Argentina en París. Alvear la aceptó como un halago que sabría prestigiar. El nombramiento diplomático de Alvear demostraría más tarde su intencionada importancia política. La amistad que Yrigoyen le había evidenciado en situaciones anteriores se hizo presente en 1920 cuando, a propósito de la actitud de la delegación argentina ante la flamante Sociedad de las Naciones, Alvear, miembro de la delegación discrepó con Yrigoyen. Éste soslayó con tolerancia las consecuencias de la divergencia en asunto tan fundamental y en un mensaje personal le reiteraba su amistad… Es que se aproximaba las elecciones de renovación presidencia y el radicalismo, afianzado en el poder bajo la autoridad de Yrigoyen, tenía prácticamente asegurado su triunfo en los comicios. Dentro del partido se elegiría candidato a quien Yrigoyen designase tal: en resúmen el verdadero elector sería Yrigoyem… Cabe pensar que calculando todo esto era que Yrigoyen había designado a Alvear embajador en París, deseoso de apartarlo del “desgaste” que hubiera significado retenerlo en la Argentina para una militancia en la política interna… En efecto, confirmando estas intenciones, en 1922 la voluntad de Yrigoyen impuso la candidatura presidencial de Alvear y éste fue elegido jefe del Estado en los comicios de abril de dicho año, mientras desempeñaba su cargo de Embajador. Antes de embarcarse de regreso al país, recibió como presidente electo, invitaciones para visitar diversos países (Inglaterra, Italia, España) naciones que sumaron agasajos a los que le dispensó Francia. Alvear Presidente – En el ejercicio del cargo señaló modalidades contrarias a las de Yrigoyen, expresivas por otra parte de un temperamento muy diferente del su antecesor… Al retraimiento uraño de Yrigoyen, Alvear opuso su vocación por las reuniones sociales, a la identificación de Yrigoyen con la vida política, mostró Alvear una sistemática simpatía por compartir lss más diversas actividades… Retomó la costumbre, tradicional en los jefes del Estado, de asistir en determinadas ocasiones al Hipódromo; y siempre en compañía de su esposa concurrió, regularmente, a las funciones teatrales, inclusive a las revistas donde lo caricaturizaban; a las exposiciones de escultura y pintura; a los conciertos y, desde luego, a las funciones de gala del Teatro Colón… Doña Regina Pcini concretó por otra parte su apoyo a los artistas de la escena, auspiciando la creación de la sede social, la “Casa del Teatro”, que debía servir para refugio de quienes obligados por los años o las dolencias, se vieran forzados a abandonar las Tablas… Veraneando en Mar del Plata, al pasear por la rambla Bristol, Alvear se incorporaba a la aristocrática tertulia del “Ocean Club” a dialogar con amigos. Pero en Buenos Aires no desdeñaba entrar como simple ciudadano a un conocido café de la Avenida de Mayo y entablar una charla de matices ideológicos con jóvenes y talentosos escritores de la izquierda comunista… Solo gustaba de poner distancia, cuando, remozado viejas aficiones deportivas tomaba, al salir de su domicilio el volante del coche presidencial y camino de la Casa de Gobierno respondía con una “acelerada” afirmativa al automovilista anónimo que lo incitaba a iniciar una “carrerita”… Un radical Liberal – La Argentina conoció bajo la presidencia de Alvear los beneficios de la libertad y de la paz interna: como en los tiempos de de Yrigoyensiguió ignorándose el “estado de sitio”, “la censura de la prensa”… Es innegable que esto fue posible en el marco de una economía internacional que valorizaba la producción agropecuaria del país y permitía precios récord en los remates de ganado de la Sociedad Rural… y que lograba para el peso argentino, en mayo de 1927, una cotización a la par del dólar y de la libra esterlina… Pero el equilibrio de Alvear, que conocía sus limitaciones y reiteraba en conducta un constante respeto por la legalidad, contribuyó sin duda a recrear esa atmósfera de armonía política y social… Llegaron para retribuir las visitas cumplidas por Alvear como presidente electo, el príncipe Humberto, heredero de la monarquía italiana (arribado en agosto de 1924) y, en agosto de 1925, el príncipe de Gales, heredero de la corona Británica. Se había por otra parte reanudado le inmigración, paralizada hasta poco antes por la guerra de 1914-1918. Y el país, mostrando su vocacional tradición pacifista, podía proclamar en una conferencia internacional cumplida en Santiago de Chile, en 1923, que la Argentina tenía dos maestros para cada soldado… Frente a la indiscutible hegemonía que Yrigoyen siguió ejerciendo en el partido, Alvear se limitó a resguardar su autonomía de gobernante… Las fuerzas conservadoras, esperanzadas en una división del radicalismo alentaron esta posibilidad calculando que Alvear concluiría enfrentando a su antecesor. Pero Alvear, si bien aceptó la colaboración de ministros radicales antiirigoyenistas, dosificó las divergencias con el jefe del radicalismo y hábilmente buscó una solución que atenuara la influencia de Yrigoyen y le permitiera propiciar un candidato radical par las elecciones de renovación del Poder Ejecutivo nacional. Lamentablemente, Yrigoyen insistió en aceptar su candidatura para una nueva presidencia, desdeñando estimar, objetivamente, los factores que resultarían de sus setenta y seis años… y Alvear vio fracasar sus planes de una presidencia radical que no fuera la de Yrigoyen… Pero respetuoso de las decisiones del partido a cuyo nacimiento había contribuido t de la voluntad del electorado que por una extraordinaria mayoría consagró a Yrigoyen, el 12 de octubre de 1928 entregó el cargo a su sucesor y semanas después se embarcaba para Europa. En su último mensaje al Congreso, en mayo de ese año, lamentando la falta de resolución de problemas motivados por las divergencias internas del radicalismo, dijo con pesar “Nadie nos aliviará del cargo y la tristeza con que hemos de recordar lo que pudo ser y no se hizo”… En París lo sorprendió la revolución del general Uriburu y la destitución de Yrigoyen. (6 de septiembre de 1930). Aunque compartió en un principio las critica al gobierno depuesto, cuando meses después retornó al país, no vaciló en asumir la dirección del radicalismo, vacante por el encarcelamiento de Yrigoyen y enfrentar resueltamente la posición de los generales Uriburu y Justo, ejecutores del movimiento de septiembre de septiembre en quienes vió claros planes antidemocráticos y, especialmente en Uriburu, definidos criterios profacistas… La crisis capitalista de 1929 había traído descrédito para los sistemas democráticos y el fascismo italiano parecía la solución… Convertido en líder opositor a un gobierno dictatorial que se ufanaba de sus tendencia antipopulares, Alvear vio desconocidos los escrutinios favorables al radicalismo y sufrió, por protesta contra esta actitud, detenciones y destierro. La adversidad lo agrandó y este hombre que, hacía años, sólo conocía los halagos del apellido, la fortuna y el poder, se perfiló como un vigoroso jefe de la democracia representativa. Obligado a expatriarse, o hizo el 28 de julio de 1931, después de redactar un manifiesto, que circuló clandestinamente, en donde conjugó las realidades del momento con proféticas prevenciones: …Me alejo del territorio de mi patria con un sentimiento profundo por la oscura nube que se sierne sobre sus destinos. Continúa Capitulo Nº 3, el próximo domingo.
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