21/09/2025 06:19
21/09/2025 06:19
21/09/2025 06:19
21/09/2025 06:18
21/09/2025 06:16
21/09/2025 06:15
21/09/2025 06:14
21/09/2025 06:14
21/09/2025 06:13
21/09/2025 06:13
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 21/09/2025 04:43
María Laura Santillán Con Esteban Lamothe Nació en un pequeño pueblo de la provincia de Buenos Aires, pero es muy pero muy porteño. Es un actor popular, exitoso, que despierta fantasías en muchas mujeres y disfruta ser un sex symbol. Es el papá de Luis, el novio de Debora Nishimoto y tiene muchos, muchos amigos. Escribe guiones, filma cortometrajes, hace teatro, graba miniseries y tiene un consultorio sentimental en Blender. Hubo que esperar meses para que sucediera este encuentro porque estaba grabando la tercera temporada de “Envidiosa”, que todavía no se estrenó. Es muy relajado Esteban, incluso cuando le hacen un reportaje. No está tenso, no está en pose, no calcula las respuestas, es sencillo, fácil. – Sí, soy fácil. Quizás porque nunca quise ser actor ni nada, vengo de otro lugar, será eso, no sé. – Pero no especulás con las respuestas. – Tendría que especular un poco más. A veces digo: qué bocón que sos. Pero también tengo que abrazar eso porque es mi personalidad y tengo que tratar de encauzar. No ser bocón al pedo. – Creo que sos popular también por eso. –Creo que sí. Porque hay gente que en la calle me dice “me gusta como actuás”, “me gusta como sos” porque dije tal cosa o tal otra. No especulo con eso, habrá gente a la que le cae más simpático algunas cosas que digo y otras que por ahí no, pero trato de no ofender a nadie. – Es genial tener la libertad de decir todo lo que querés decir. – Sí, sí. No podrías vivir de otra manera, ya es así. Me muero si no puedo decir lo que pienso. “ESTOY ESTRENANDO LA VEJEZ” – Tenés 48. ¿Hay un rollito con la edad? – Estoy estrenando la vejez. Como una vejez nueva, la primera vejez. Todos los días pienso mucho en eso. Miro muchas cosas de gente de 40, 50, 60, 70, que entrena, estoy en eso ahora, viendo cómo voy a enfrentar… Ya doblé el codo, como dicen. MARÍA LAURA SANTILLÁN CON ESTEBAN LAMOTHE: “ESTOY ESTRENANDO LA VEJEZ , CONOCIENDO EL CUERPO NUEVO” – ¿El codo no se dobla a los 50? – Depende de donde esté el codo porque es una pista de una carrera de caballos, pero sí, un poco pienso en eso. Trato de entrenar, de cuidarme, pero tengo 48, por más que esté bien los 48 años los viví. “SOY MUCHO MEJOR PERSONA DESPUÉS DE CORRER O DESPUÉS DE ENTRENAR” – Siempre entrenaste mucho. – Siempre entrené. Voy a correr, entreno cuatro o cinco veces por semana. Me gusta. – ¿Lo disfrutás como loco o es una descarga? – Me gusta mucho el deporte, me hace bien. Soy mucho mejor persona después de correr o después de entrenar. Tomo decisiones más claramente. Creo que hay algo de la oxigenación y de cortar la neurosis con respiración, entrenando, meditando. Lo que sea que haga con el cuerpo es necesario para poder ver las cosas. Pienso de una forma y después de correr pienso lo mismo, pero mucho más claramente. – Un momento del día con algún tipo de actividad física. – Un contacto conmigo, con la respiración, porque estoy corriendo o porque estoy meditando. – ¿Te pasó empezar a buscar también info sobre la salud? – La próstata, todo, olvidate, todo, todo. Pero al mismo tiempo disfruto. – ¿Viste que uno ahora lee estas noticias que antes no leía? - Obvio, empiezo a likear y todo lo que me aparece es eso. El algoritmo ya sabe que soy una persona que está… – Con la comida, con las enfermedades. – Con todo. Ir conociendo ese cuerpo nuevo que tenés. Viejo, nuevo, porque es una etapa de ir estrenando vejeces a los 50, a los 60, a los 70. – ¿En qué cambió el cuerpo? - Me doy cuenta cuando entreno, pero no siento que cambió para mal. Yo me doy cuenta de la edad que tengo cuando me miro en el espejo. Después, corro más que cuando tenía 28 y entreno. No hay otro momento de mi vida donde… No sé, qué sé yo… "Yo me doy cuenta de la edad que tengo cuando me miro en el espejo", contó Esteban Lamothe (Fotos de Jaime Olivos) – ¿Qué ibas a decir? – Supongo que sexualmente, uno cuando tiene 20 años, quiere coger todo el tiempo y después no te pasa eso todo el tiempo. Pero entrenando siento lo mismo. No siento en ningún aspecto de mi cuerpo y de mi mente deterioro. Pero algo habrá ocurrido ahí dentro, porque pasaron 48 años. – Pero seguís siendo sex symbol para las mujeres. – Nunca me voy a quejar de eso. – Siempre lo disfrutaste. – Imaginate, no estaba en mis planes eso. Cuando vino y se armó ese malentendido, no lo digo para hacerme el humilde ni nada, los galanes de la tele no eran tan particulares como yo, pertenezco más a otro tipo, más Peretti. Una nariz más grande, no un galán clásico, hermoso, ojos claros, carita chiquita. Es lo que me tocó y lo abracé. Y la gente me señaló como eso. – Como un tipo muy masculino. – Sí, puede ser eso. Y está bueno, es lindo también que la gente te diga que sos lindo y ser deseado. Es vanidoso, pero si lo disfrutás un poco está bien. “YO SOY EL PERMITIDO DE MUCHAS MUJERES CASADAS” – Mi mejor amiga está enamorada de vos. – ¿En serio? Yo soy el permitido de muchas mujeres casadas, eso me escriben mucho y me dicen en la calle. Voy a empezar a vender, ofrecer mi cuerpo. Si me pagan bien, sí. Jajajaja, no, no. – Tiene que ver tu personalidad también. – Puede ser. A mi me cuesta, no me doy cuenta de mi personalidad cuando otra persona me la señala. Si yo entendiera mi personalidad probablemente dejaría de ser yo mismo en ese instante. – Te encanta despertar fantasías en todas, son de varias generaciones. – Bienvenidas. No es que estoy pendiente de eso, pero si ocurre, buenísimo, espectacular. – Soy fan de tu consultorio sentimental. – Muchas gracias. Eso sí que me gusta, está medio oculto dentro del mundo de los streamings. – El doctor Lamothe le da consejos a la gente que le cuenta su caso. – Tiene doble moral el doctor Lamothe. No tiene moral, tiene la moral que le conviene para cada caso. – ¿Es distinto el doctor Lamothe de Esteban Lamothe? – Sí, sí. Yo tengo moral, sí. Ahí estoy liberado y uso muchas cosas que tengo de mi pueblo, estoy muy en contacto con mis amigos de allá. Es un poco gauchesco el doctor, ahora voy a hacer unos consultorios que van a terminar con rimas. Me divierte mucho. Me dan mucha libertad en Blender, en el verano llevé boxeadores y boxeadoras a hacer otra cosa, los hacía leer poesía y los entrevistaba. Eso me encanta. – Por un lado es muy divertido, pero por otro también te consultan en serio. – ¿Es un filo, viste? Yo me doy cuenta cuando la consulta viene más en serio o más dramática y cuando hay gente que hincha los huevos, que quiere picantear. La gente se ríe y hacer reír a una persona es lo más lindo del mundo. No hay nada más gratificante para un actor que hacer reír y hacer llorar y entretener a alguien. Pero hay algo inmediato con la risa, hacer algo y que alguien se ría, que es muy precisa. Decís, ah, para eso vine al mundo. "No hay nada más gratificante para un actor que hacer reír y hacer llorar y entretener a alguien", dijo Esteban Lamothe – Nombraste a tu pueblo, Florentino Ameghino, pero vos no te sentís bonaerense, te sentís porteño. – Soy las dos cosas. Me crié ahí, soy bonaerense, pero profundo, del corazón de la provincia de Buenos Aires. Supongo que todo lo que aprendí en la adolescencia y en la primaria en ese pueblo, está siempre conmigo. Pero amo esta ciudad. Tuve suerte de recorrer muchas ciudades del mundo para trabajar, hacer teatro, cine y Buenos Aires es la ciudad más linda, lejos. Están la mejor comida, las mejores fiestas, la mejor ropa, la mejor noche, el mejor teatro. Me encanta volver cuando me voy a otra ciudad. Podría no irme nunca de Buenos Aires. – No necesitás viajar. – No, puedo ver un almanaque, una foto de una ciudad y ya está. No es que no me guste, me gusta y lo disfruto. No está mi vida signada por los viajes. Para muchos amigos y familiares su zanahoria son los viajes. Me chupa un huevo, podría vivir en Ameghino, en Buenos Aires y en Mar del Plata. Hacer ese triángulo, tac, tac, tac. “VIAJAR ESTÁ SOBREVALORADO, A VECES LA PASÁS COMO EL ORTO” – Es raro que seas argentino y no tengas ganas de viajar. - Estoy exagerando, ahora me voy a Europa a hacer teatro con el grupo que tengo con Pilar Gamboa y Bigliardi, Pampín y Romina y estoy contento, es un viaje cortito. Tiene que ser corto. No me interesa descubrir una ciudad, angustiarme, tomarme un bondi y no saber a dónde tengo que ir, mirar un mapa. Viajar está sobrevalorado, a veces la pasás como el orto. El avión, yo no tengo plata para viajar en primera, María Laura, yo me tomo el turista. Voy sentado como en una silla de Colombraro, ni se reclinan los asientos. Son 13 horas. – ¿Un canjecito? – Quiero invitar ahora a todas las marcas y aerolíneas a que me lleven en primera. Mi problema de viajar se resuelve si viajo en primera. – ¿El problema es el asiento? – Claro, mido un 1,85 m. Me gusta ir a la ruta. Fui al sur manejando, a Bahía Bustamante, a Bariloche en el verano, por todos lados. Me encanta. Me ahoga del avión tanta gente ahí arriba, y después tres días para recuperarme cuando vuelvo. – Te conocimos masivamente con la película “El estudiante” y la novela “Sos mi hombre”. – Sí, claramente sí. Ahí empezó. Yo hacía mucho que actuaba y vivía de la actuación, pero no era popular. Venía haciendo una serie de películas independientes, pero “ El estudiante” asomó la cabeza por encima de todas. Ahí me conoció Suar. Fui al casting para “Sos mi hombre” y entré en la tele, relativamente tarde, entre comillas. 34 tenía. "Me ahoga del avión tanta gente ahí arriba, y después tres días para recuperarme cuando vuelvo", explicó Esteban Lamothe – ¿Eso es tarde? – Comparando con otros galanes. Los otros empezaron a los 20, 25. – Pero hiciste un montón de películas, más de 30, ¿no? – Sí, muchas las hice antes de la tele. Por suerte tuve siempre mucho, mucho trabajo desde que empecé a estudiar teatro. El profesor me llevó para una obra a los seis meses. También me preocupé, me preparé. Me dio mucho la actuación, en otras cosas hice el triple de esfuerzo y no logré nada. Por ejemplo, yendo a la facultad. En teatro iba a las clases y enseguida tenía mucha aprobación, eso es un estímulo. “YO QUERÍA ESTUDIAR MEDICINA PERO ME PARECÍA MUY DIFÍCIL Y ME ANOTE EN NUTRICIÓN, FUE UN ACTO DE COBARDÍA” – ¿Qué te pasó en la facultad? – Creo que no me gustaba la carrera. Yo quería estudiar Medicina, pero me parecía que era muy difícil. Entonces me anoté en Nutrición, fue un acto de cobardía. – Para cursar menos años. – Claro, hice tres años de Nutrición. Nunca salí de primer año, siempre repitiendo. Me aburría. Trabajaba de mozo a la noche, me pagaba la universidad. Iba al Salvador, la cuota era carísima. O sea, trabajaba para pagarme la cuota y encima me iba mal. Me harté. – Si hubieras empezado Medicina, te hubieras divertido más y quizás hoy eras el doctor Lamothe. – Nutrición era más fácil que Medicina y no aprobaba ninguna materia. Eso me demostró que no hay que ser cobarde, hay que ir por todo. Y después, si no se puede, hay que, como dice mi mamá, para recular hay tiempo. “PARECIERA QUE ESTOY ENAMORADO DE MI MAMÁ. UN POCO, SÍ. ES MUY FUERTE EN MI VIDA, SIN DUDAS” – Nombrás siempre mucho a tu mamá, más que a nadie. Contaste que es muy trabajadora y que tiene un restaurante. – Sí, es una mujer bárbara, una mujer muy alegre, muy cariñosa. Es muy fuerte en mi vida, sin duda. Somos cinco hermanos, tuvo dos matrimonios mi mamá, pero nos criamos mucho con ella. Los cinco vivimos siempre con ella. MARÍA LAURA SANTILLÁN CON ESTEBAN LAMOTHE: “PARECIERA QUE ESTOY ENAMORADO DE MI MAMÁ. UN POCO SÍ.” – Los crió bien, porque vos sos feminista por ejemplo. – Mi mamá es la mujer más feminista, sin saberlo. No está alineada en ningún grupo feminista ni nada, pero siempre nos escuchó, y nos crió con mucho respeto, con mucho amor. Era una casa donde había mucha libertad. Una amiga estaba asustada porque había cogido sin forro con el novio o algo así, iba y hablaba con mi mamá. Una mujer a la que consultaban porque no juzgaba, escuchaba. Ser una buena persona, usar tu experiencia para poder ayudar a otros. – Muy abierta. – Muy abierta y muy divertida también. Pareciera que estoy enamorado de mi mamá. Un poco sí. El sentido del humor siempre, ante todo, en los momentos buenos, momentos tristes. “SIEMPRE PENSÉ LA VIDA DE A DOS, CON OTRA PERSONA” – Una de las cosas que te convierte en sex symbol también es que transmitís cierta comprensión sobre las mujeres. Tu mamá debe haber hecho un gran trabajo. Creo que también seduce que estés de novio desde los cinco años. – Hay gente que me dice “no podés estar solo”. Yo siempre pensé la vida de a dos. He pasado solterías, pero la pulsión que tengo es pensar la vida de a dos, con otra persona. Soy de la época en la que había parejas, ahora todo el mundo tiene pareja abierta. ¿Se está acabando la monogamia? Ni idea. Muchos jóvenes deben pensar “este viejo boludo que anda de a dos nada más, se pierde de andar de a cuatro o de a cinco, tener pareja abierta”. Yo tengo esa estructura, me gusta. No es porque mi papá tenía pareja, mi abuelo tenía pareja, me gusta tener pareja de a dos. No está en mis planes ni abrirla ni repartirla. Sí, tengo novia desde los cinco. MARÍA LAURA SANTILLÁN CON ESTEBAN LAMOTHE: HAY GENTE QUE ME DICE ‘VOS NO PODÉS ESTAR SOLO’ – Y parejas largas. – Muy. Con mi primera novia estuve ocho años, después tuve otras dos. Con Julieta (Zylberberg) estuve diez años, con Katia, que es la última novia que tuve, estuve siete, Ahora estoy en un vínculo que tiene un año, soy buen novio bastante tiempo. Soy rendidor, jajaja, duran mis relaciones. - Porque estás ahí. – Claro, porque me ocupo de que la relación funcione, invierto tiempo en eso. Es un montón de tiempo que se lo sacás a otras cosas, es invertir en la pareja, ir a comer, escuchar música, generar recuerdos juntos, generar un amor, generar una historia con otra persona, tomar decisiones de a dos, que alguien te ayude. También discutir con esa persona. No creo que a esta altura de mi vida cambie mi forma de pensar en ese sentido. – Con tu novia hay diferencia de edad. – Sí, hay 13 años de diferencia. – ¿Se siente o no? – Son edades bastante buenas, ella tiene 35 y yo 48. Si nos hubiésemos conocido cuando yo tenía 35, yo tenía un hijo y ella 22 años, hubiese sido imposible. Se siente, hay 13 años de diferencia. Pero yo estoy cerca de muchos músicos siempre. Eso no me vuelve más joven que nadie, pero existe gente que a los 35 se retira, entre comillas, ya no va a ningún lugar. Yo sigo saliendo, sigo yendo al teatro, a ver recitales. También me gusta salir a bailar con amigos y escuchar música. – ¿Sos joven? – Sí, en ese sentido es una decisión ser joven o ser viejo. Después tienen la fiesta. Alguien me quiere mirar y decir, ¿qué hace este ridículo acá? Es porque está aburrido. "Existe gente que a los 35 se retira, entre comillas, ya no va a ningún lugar. Yo sigo saliendo, sigo yendo al teatro, a ver recitales", contó Esteban Lamothe – Disfrutás mucho la paternidad. ¿Te gustaría tener otro más? – No lo tengo tan claro. Tengo 48. Me gustaría no tenerlo después de los 51, 52. – Como Mick Jagger, no. – No, con el respeto de Cormillot, de Costantini que tuvieron hijos ahora a los 80 años. Yo más de los 52, no. Si tengo un hijo a los 52, a los 70, tendrá 18. “YO HUBIESE QUERIDO TENER MUCHOS HIJOS” – ¿Hiciste el cálculo? – Sí, obvio. Porque todo el tiempo yo hubiese querido tener muchos hijos. Desde chiquito siempre quería ser papá. Tuve un hijo a los 30 y pico, pero podría haber tenido otro, no tuve no sé por qué. A esa edad es un tipo de paternidad más a distancia, no poniendo tanto el cuerpo, tenés que tener plata, niñeras. No sabría hacerlo a distancia tampoco, con lejanía. Tenés un hijo y te enamorás de tu hijo. – Y tenés que dejar de hacer cosas, ésa es la decisión. – Supongo que tendría que ver más con un deseo de Débora si en algún momento ella quiere ser madre, sumarme al deseo de otra persona. Yo ya tengo un hijo, eso ya está cubierto, ese amor, esa experiencia ya la viví y la estoy viviendo. Tiene 12, imaginate. Sí me podría subir al deseo del otro y pensar en tener un hijo. Por ahora estamos bien así, con ganas de viajar, de estar juntos, de hacer vida de pareja, ella es re viajera. – Me gusta mucho la personalidad de Matías Larsen, tu personaje en “Envidiosa”. - Tiene apellido de dinamarqués, no sé por qué. – Es un amor. – Es muy amoroso. Tan amoroso que es de mentira. – ¿No es posible alguien así? ¿Tan incondicional? – No, porque en un momento la incondicionalidad tiene que tener un límite. Un tipo te escucha, te quiere, lo engañás, te vas con otro, volvés y él te está esperando y te entiende. Lo dejás plantado, igual te entiende. En un momento tiene que decir “che, basta”. Lo hace un poco igual. En un momento le dice “que te va a cambiar la rueda del estúpido que coje con vos los sábados. Por qué me llamás a mí para que te cambie la rueda a las cuatro de la mañana”. Ahora se viene la temporada tres, es otro Matías. El de la temporada uno es más soñador, tiene esa vida medio de niño. Es como un viejoven que vive películas, medio inmaduro también. – Creo que el punto en el personaje es la incondicionalidad. ¿Cuán incondicional sos con las personas que querés? – Soy muy incondicional con mis amigos, con mi familia, con mis parejas. Hay que definir incondicional, no sé si es bueno ser incondicional porque no sé si le hace bien al otro que uno esté siempre siempre. – A un incondicional es muy difícil dejarlo. – Es muy difícil dejarlo y al mismo tiempo, no sé hasta qué punto no te puede deserotizar tanta incondicionalidad. "Soy muy incondicional con mis amigos, con mi familia, con mis parejas", aseguró Esteban Lamothe – ¿Sos amigo de tus ex? O mejor, cada uno en su lugar? – Tengo buena onda, no se si amigo. Siempre pasa un tiempo cuando uno se separa después de una relación muy larga donde hubo una meseta, mi ideal es siempre llevarme bien, charlar con las personas. Son personas con las que compartí mi vida. Con Julieta tuve un hijo, con Katia crié su hijo con ella también, porque estuve siete años. Es gente que formó mi vida, mi personalidad, en Ameghino y todas esas personas que estuvieron conmigo. – Pero no es que nos juntamos y todos somos modernos. – No, no pasarte dos pueblos de moderno. “MIS HERMANOS SON HERMANOS DE MIS PRIMOS HERMANOS” – ¿Me explicás lo que pasó en tu familia? Nunca terminé de entender lo del concuñado con la cuñada. Tus papás se separaron. – Sí. Pero hay que contar todo lo anterior. A veces creo que lo puedo explicar y me invento un método. Mi papá tiene una hermana, mi tía Cristina, que estaba casada con mi tío Daniel, Cristina y Daniel. Mi papá estaba casado con mi mamá, Olga. Hasta ahí está todo claro. – Perfecto. – Mi papá se separa de mi mamá, ahí pasaron un montón de cosas. Mi tío Daniel se separa de mi tía Cristina, mis tíos tenían hijos. Mi mamá y mi papá tenían hijos. Y mi mamá se casa con Daniel, con su concuñado. No hay sangre común, se van a vivir. Tienen una historia de amor y tienen dos hijos. Mis hermanos son hermanos de mis primos hermanos. – Esa frase es la que descoloca. – Mi mamá se casó con mi tío, con quien yo los domingos comía asado. Era mi tío, después pasó a ser mi padrastro. También fue una figura paterna buena para mí. – ¿Cuando se movió todo eso, cómo quedó cada uno en su lugar? – Fue un despelote terrible. – Escándalo en un pueblo chico. ¿Cuántos habitantes? – 8000 habitantes. Sí, hubo problemas. Fue un quilombo descomunal. Antes ya mi mamá se había separado de mi papá. – ¿Ése fue un escándalo en el pueblo también, un divorcio? – Sí, porque mis viejos se separaron en el 83, creo. En el 82. No existía todavía la ley del divorcio. No era tan normal separarse. – Tus viejos se separaron y fue un escándalo en el pueblo. La hermana de tu papá se separó, otro escándalo. – Otro escándalo. Y ellos juntos, otro escándalo mayor. Imaginate, hijos en el medio. Pero siempre hubo en mi familia mucho cariño, incluso en esas situaciones. Uno diría, ¿qué pasó? ¿Se mataron todos entre todos? Bueno, había gente que no estaba contenta. Fueron cambiando los roles y pasó de todo. Con los años mis primos, mis hermanos, hay amor y nos queremos mucho entre todos. – ¿Se juntan todos? – Sí, a veces sí. – Es hermoso. ¿Pensaste alguna vez en hacer un guión de la historia? – Sí, pensé. Sería un melodrama, como un Corín Tellado, una novela. Manuel Puig, una historia de pueblo. – Un grotesco. – Un grotesco en clave de comedia, sí. En la escuela me hacían quedar después de hora con una psicopedagoga con otro chico al que se le había muerto la madre. Las maestras no tenían muchas herramientas, nos hacían quedar después de hora a ver si estábamos ok, ¿entendés? No sea cosa que alguno esté medio loquito por el contexto familiar. – Seguían en el caso. No es que vos mostrabas que estabas re mal. – Es una buena madre o una buena familia, como tuve, con mi padre, por supuesto. Todo eso yo lo viví bien. Uno cuenta y enseguida me aparecen muchas imágenes de ahora, de gente famosa con hijos peleándose en los ascensores, en los chats. Yo era un nene re mimado, re querido, que me re divertía aún en esos momentos turbios, complicados o de desbordes emocionales familiares. Igual éramos re contenidos y requeridos. Es contradictorio, pero pasó eso de verdad. – Ahora la gente se pelea por plata y se deja de hablar. ¿Nada de eso viviste? – No, por suerte no. "No agarré los 90, que era cuando la gente que estaba en la tele ganaba guita", expresó Esteban Lamothe – Me quedé pensando que no podés pagarte un pasaje de avión caro porque trabajaste un montón. ¿Qué pasó con la plata? – Me compré mi casa. Yo no tenía nada. Vengo de una familia de clase media, de cuando existía la clase media. Después fuimos clase media baja. Tengo mi departamento que es lindo, tengo mi auto que es lindo y tengo unos ahorros. Ni siquiera es que invertí y tengo otros departamentos, ponele. Por eso te digo que todo empezó un poco tarde, yo no hice dos o tres novelas de galán donde taca taca. – No agarraste los ‘90. – No agarré los 90, que era cuando la gente que estaba en la tele ganaba guita. Y no agarré tampoco grandes protagónicos porque ya era grande, después sí. Todavía no gané plata, María Laura, Quiero plata, mucha. – Te va muy bien. – Me va muy bien, soy un agradecido. Soy un afortunado total, estoy haciendo un chiste con esto. Me puedo pagar un pasaje, pero si vas con tu novia dos pasajes en primera es guita. ¡Cuánta guita tenés que ganar! “SOY EXPERTO EN PERDER PLATA” – Además, a vos te gusta cada tanto perder plata, hacer cortometrajes, teatro y perder plata. – Soy experto en eso, por suerte no apuesto, no juego ni nada de eso. Pero después, sí. Gasto mucha plata en comida, me gusta ir a comer a lugares ricos. Soy un poco desordenado con la plata. ¿Viste que a veces es orden? No es ser pijotero o miserable o amarrete. No soy muy ordenado. Este año está en mis planes hacer un excel. "Soy un poco desordenado con la plata", reveló Esteban Lamothe (Fotos de Jaime Olivos) – Hacés humor con el consultorio sentimental, sos muy gracioso, pero te ponés muy serio con la política. – Más o menos, hice un chiste con Wado de Pedro que a algunos les gustó y a otros no. Lo que está pasando ahora es para ponerse serio. Es un poco intensa la historia de este país, la política en este país. Es un péndulo que nos lleva todo para allá y todo para acá. – Estoy en esos días en que no puedo ver mucho más allá. – Yo tampoco, me pasa un poco eso, y ahora me está pasando de vuelta esta cosa del péndulo que viene de los unitarios y los federales. Por más que tenga obviamente ideas más cercanas a las de Wado de Pedro que a las de Milei, siento que el péndulo es un problema mayor de la Argentina. ¿Qué pasa? Hay algo que está mal, por qué después de ocho años de esto que hacen todo tan bien para mí, ¿vienen estos y después vienen estos? Y la historia argentina es así. – Hay países cercanos donde los dos del péndulo hacen cosas bien, más allá de nuestras opiniones. No estamos bien tampoco mirándolo en perspectiva. Sin embargo, vos tenés mil y un motivos para quedarte acá. – A mí me encanta este país, lo amo. – Convencelos a los chicos de que se queden. – Se tienen que quedar acá. Es un país lleno de oportunidades. En Argentina hay de todo. Cuanto más crisis hay, más cosas hay que hacer. Me dicen, ¿cómo hago para llegar a Adrián Suar? ¿Cómo hago para llegar a Sebastián Ortega? Juntate con tus compañeros de teatro, a hacer una obra de teatro, no esperes que te llamen. Empezá a producir vos tu lenguaje, tu discurso. ¿Qué tipo de actor sos? ¿Qué tono? Estás queriendo ir a lo de Adrián Suar o a lo de Sebastián Ortega y no sabés todavía qué tenés para decir. Primero hay que encontrar algo para decir, algo para actuar, algo que te de ganas de que te represente. Y eso lo encontrás en las clases de teatro, juntándote con gente. Eso es lo importante, juntarse, encontrarse, charlar, te haces amigo, ves a un actor que te gusta en una clase y le decís: “¿che, no querés hacer esta escena conmigo? Leamos un libro de Puig y llamemos a Karina, que justo hizo un personaje mejor”. - Mejor Karina, no – Jajajaja, Karina no, Karina con ese pelo… Yo siento que es un país que está lleno de cosas lindas para hacer. Entiendo también que hay gente que se cansa. Para mí está sobrevalorado lo de irse a otro país. Si te va bien o te va mal, no es porque te fuiste a otro país, es porque cambiaste algo de vos, adentro tuyo. Entiendo que hay gente a la que no le gusta esta ciudad o la idiosincrasia argentina. A mí aún con este péndulo y con toda la locura que hay, me gusta quedarme acá. Y no es un capricho. Escucho gente que se va a España y sí, te pagan el seguro y no sé qué, pero están tristes. Lo que no ocurre acá no va a ocurrir en otro lado porque te muevas. Lo que tiene que moverse es algo que no tiene que ver con la geografía.
Ver noticia original