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  • Pablo Guidotti, ex viceministro de Economía: “Se debe ser más flexible con el tipo de cambio y priorizar el equilibrio fiscal”

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 21/09/2025 04:40

    "Me parece importante que el presidente Javier Milei haya enfatizado la introducción de reglas fiscales interesantes en el proyecto de ley, a la vez que anunció aumentos en términos reales en partidas del gasto social" El Gobierno cumplió en tiempo y forma con la presentación al Congreso de la Nación de las pautas del Presupuesto de Gastos y Recursos para 2026, las cuales, como era de esperar, proyectan aumentos en ingresos y erogaciones no solo por la nominalidad que caracteriza a una economía aún con alta inflación, sino también por el esperado aumento del PBI. Más allá de que se trata de una previsión elaborada en los últimos tres meses y, por tanto, no incorpora plenamente los efectos del freno del ritmo de actividad y la volatilidad de los mercados -financiero, cambiario y bursátil- del mensaje del Presupuesto que en apenas 15 minutos sintetizó el presidente Javier Milei por cadena nacional, la señal implícita es que la consolidación del equilibrio fiscal logrado desde el primer día de gobierno permitirá a partir de 2026 trasladar todos los efectos positivos derivados, principalmente a reducir las necesidades insatisfechas de gran parte de la población. La partida social absorberá el 85% del gasto total y será la que más crecerá por encima de la tasa promedio de inflación del año, proyectada en 14% y en 10% entre extremos del año. Pablo Guidotti fue secretario de Hacienda y viceministro de Economía de la Nación entre agosto de 1996 y diciembre de 1999. Es profesor pleno en la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella. En entrevista con Infobae, analiza la denominada “Ley de Leyes” en un contexto en el que, durante los dos primeros años de gestión de Milei, el Poder Ejecutivo no contó con un Presupuesto aprobado, dado que el Congreso se resistió a tratar las propuestas de equilibrio fiscal total y superávit antes del pago de intereses de la deuda. — ¿Qué le pareció el mensaje del presidente Javier Milei sobre los lineamientos y objetivos del Presupuesto para el próximo año? — Me pareció un buen mensaje, enfatizando la necesidad de mantener el equilibrio o superávit fiscal hacia el futuro. Haber logrado el equilibrio fiscal en muy poco tiempo es un pilar fundamental del programa económico y contribuye a reducir la volatilidad externa en un contexto político difícil. “Es importante que la discusión en el ámbito del Congreso sea constructiva y que se mantenga el equilibrio fiscal” Me parece importante también que el presidente Javier Milei haya enfatizado la introducción de reglas fiscales interesantes en el proyecto de ley, a la vez que anunció aumentos en términos reales en partidas del gasto social como educación, salud y jubilaciones. Presentar el proyecto de ley de Presupuesto al Congreso es central desde el punto de vista institucional, y sirve para ordenar las distintas demandas de gasto en un contexto fiscal unificado que reconoce las limitaciones que imponen los recursos disponibles. Es importante que la discusión en el ámbito del Congreso sea constructiva y que se mantenga el equilibrio fiscal. — ¿Cuál es su opinión sobre los supuestos macroeconómicos utilizados en el Presupuesto 2026, especialmente para la autorización de gastos y estimación de los recursos? — El proceso de elaboración del Presupuesto es un ejercicio complejo que lleva varios meses y, por lo tanto, en un contexto volátil como es el de Argentina, puede que algunas proyecciones macroeconómicas deban sufrir ajustes. En mi opinión, los supuestos macroeconómicos incluidos en el proyecto de ley son razonables, principalmente en lo que respecta a la proyección de los recursos fiscales. "La Ley de Administración Financiera otorga al Poder Ejecutivo flexibilidad como para adaptar la ejecución del presupuesto frente a posibles shocks que enfrente la economía argentina" El tipo de cambio de fin de año parece que ha quedado desactualizado comparado con el nivel actual, aunque al final de la discusión lo que importará son las autorizaciones de gasto que el Congreso apruebe. Dadas esas autorizaciones, la Ley de Administración Financiera otorga al Poder Ejecutivo flexibilidad como para adaptar la ejecución del presupuesto frente a posibles shocks que enfrente la economía argentina, ya sea por motivos externos o domésticos. — El Congreso ha aprobado recientemente aumentos en partidas destinadas a sectores sensibles. ¿Piensa que el equipo económico debería reconsiderar su meta de superávit fiscal ante este escenario? — Creo que no se debe abandonar el objetivo del equilibrio fiscal. Está claro que la oposición en el Congreso tiene una postura destituyente y destructiva, tratando de romper el equilibrio fiscal porque sabe que hoy es el ancla del programa económico. Esta postura responde a intereses puramente políticos y tiene como objetivo debilitar al Gobierno antes de las elecciones. “Está claro que la oposición en el Congreso tiene una postura destituyente y destructiva, tratando de romper el equilibrio fiscal porque sabe que hoy es el ancla del programa económico” Espero que esa actitud se modifique luego de las elecciones y podamos ver una discusión constructiva del Presupuesto en el Congreso. — En su análisis, ¿el sector privado podrá, a través del esquema de concesiones del Gobierno, compensar la menor ejecución de obra pública? — La experiencia internacional con los llamados PPP (Private Public Partnerships) no ha sido muy exitosa. No es fácil lograr estos acuerdos cuando hay volatilidad, riesgo y poco respeto histórico al estado de derecho, y por ende, muchas veces este tipo de contratos termina siendo muy oneroso. Habrá que ser innovativos para que esta idea funcione en la realidad. — ¿Cuáles son, a su juicio, las fortalezas y debilidades que identificó al analizar las nuevas partidas del gasto público? — Creo que, en general, el proyecto de ley trata de mejorar partidas del gasto social, como jubilaciones, educación y salud, lo que es sin duda una fortaleza. En este sentido, se hace un esfuerzo por recepcionar demandas de la sociedad en un contexto de recursos limitados. "Es muy importante que disminuya la incertidumbre con respecto al régimen monetario y cambiario y que esto permita que vuelvan a reducirse las tasas de interés" — ¿Y qué observaciones tiene respecto a la estimación de recursos en el proyecto presentado? — La estimación de recursos depende mucho de las proyecciones de crecimiento económico e inflación. La proyección de crecimiento está en línea con lo previsto en el programa con el FMI y la proyección de inflación asume un proceso de desinflación importante. Cualquier proyección tiene riesgos. En el caso de la actividad económica, es importante que luego de las elecciones baje significativamente el índice de riesgo país y que Argentina pueda volver a acceder al mercado internacional de capitales. También es muy importante que disminuya la incertidumbre con respecto al régimen monetario y cambiario y que esto permita que vuelvan a reducirse las tasas de interés domésticas. — Hay quienes afirman que el programa de estabilización llega “agotado” a las elecciones y requiere ser recalibrado. ¿Comparte este diagnóstico? ¿Qué ajustes sugeriría? — No comparto el diagnóstico de que el programa de estabilización está agotado. Sí hay que tomar nota que la volatilidad ha aumentado, especialmente desde los resultados de la elección en Provincia de Buenos Aires. “La mayor volatilidad refleja en parte que el régimen monetario y cambiario se ha tornado más confuso, sin claridad sobre las intervenciones intra-banda y sobre cuál es el agregado monetario o variable que el BCRA ve como el ancla” La mayor volatilidad refleja en parte que el régimen monetario y cambiario se ha tornado más confuso, sin claridad sobre las intervenciones intra-banda y sobre cuál es el agregado monetario o variable que el BCRA ve como el ancla del sistema. Creo que allí debe poner el énfasis el equipo económico. También creo que la estrategia de manejo de activos y pasivos externos necesita ser reevaluada con el objetivo puesto en reducir la vulnerabilidad. Es necesario mejorar el manejo de la estructura de madurez (vencimientos) de la deuda doméstica. Son cambios que se pueden hacer dentro del programa actual. En lo cambiario, el Gobierno debería aceptar más flexibilidad y no debería defender niveles específicos de tipo de cambio. La banda cambiaria debiera indicar que cuando se alcanza el tope el BCRA puede intervenir, pero no necesariamente se compromete a defender que el tipo de cambio no supere el nivel superior. En mi opinión, el BCRA debe mantener la discreción de decidir cuánto y si interviene dependiendo de la evaluación que haga de la información que tiene en el momento. Hoy todavía da la impresión de que el Gobierno tiene miedo a flotar a pesar de que el tipo de cambio de mercado se haya movido en las últimas semanas. "Hoy todavía da la impresión de que el Gobierno tiene miedo a flotar a pesar de que el tipo de cambio de mercado se haya movido" — A pesar de avances como la eliminación del déficit fiscal, la baja de inflación y el impulso a las inversiones, muchas empresas no muestran mejores expectativas. ¿A qué lo atribuye y qué considera necesario para revertirlo? — Después de muchos años en los cuales los empresarios se acostumbraron a depender de la protección del Estado, es necesario que, tanto empresarios como los sindicatos, pongan un mayor énfasis en mejorar la productividad y que entiendan mejor los cambios estructurales que experimentará el país a futuro. También es necesario que se avance en reformas estructurales, en particular una modernización de la legislación laboral y una reforma tributaria. — Se exige al Gobierno construir consensos para avanzar con reformas laborales, impositivas y previsionales en el Congreso. ¿Percibe unidad de criterio entre legisladores, empresarios y economistas? ¿Cómo evitar que el resultado sea un cambio meramente cosmético? — Lamentablemente, en este momento parece difícil lograr el consenso en el Congreso para avanzar en las reformas estructurales importantes para el crecimiento económico argentino. “Tanto empresarios como los sindicatos, pongan un mayor énfasis en mejorar la productividad y que entiendan mejor los cambios estructurales que experimentará el país” Espero que después de las elecciones el Gobierno pueda implementar una estrategia de negociación con la oposición que permita avanzar en las reformas necesarias para lograr un crecimiento sostenido en el mediano y largo plazo. — Desde su enfoque técnico, ¿qué elementos faltan o deberían incorporarse al Presupuesto 2026? — Yo incorporaría al Presupuesto un artículo de la Ley Bases Original que se sacó en la discusión parlamentaria. Creo que los títulos públicos en manos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) deben ser transferidos al Tesoro y cancelados para evitar que la deuda pública bruta sea inflada por esta doble contabilidad. " Creo que los títulos públicos en manos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) deben ser transferidos al Tesoro y cancelados para evitar que la deuda pública bruta sea inflada por esta doble contabilidad" Hay que entender que por su estatuto el FGS no garantiza nada ni tiene facultades para pagar pensiones o jubilaciones. Es un nombre de fantasía que intentó engañar a la población cuando, en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, se expropiaron los ahorros previsionales que la gente tenía en las AFJP y se dijo que esos fondos garantizaban el pago de las jubilaciones, algo para lo que el FGS no tiene facultades. — En 2025, el Gobierno debió gestionar sin presupuesto aprobado. ¿Esto implicó, a su entender, un mayor margen de discrecionalidad en el manejo de gastos? — Operar sin Presupuesto aprobado otorga más discrecionalidad pero, al mismo tiempo, le quita un marco institucional para ordenar la política fiscal. Sería muy bueno que pueda sancionarse una Ley de Presupuesto que mantenga el equilibrio fiscal como principio. — Si la situación de minoría parlamentaria persiste tras las elecciones y no se aprueba el Presupuesto, ¿qué consecuencias tendría para el equilibrio fiscal y la gestión pública? — Creo que el efecto más importante es que haría más improbable que se aprueben reformas estructurales. El equilibrio fiscal puede mantenerse, depende más del Poder Ejecutivo. “El principal riesgo de tener un índice de riesgo país alto es que la actividad económica no pueda crecer en los niveles proyectados” — Dados los actuales debates sobre la sostenibilidad de las metas proyectadas en el nuevo Presupuesto, especialmente en crecimiento y recaudación, ¿qué nivel de confianza le inspira el escenario oficial y cuáles son los principales riesgos? — Como mencioné arriba, creo que el principal riesgo de tener un índice de riesgo país alto, que continúe el aislamiento del mercado internacional de capitales si se sostienen los niveles de volatilidad actuales, es que la actividad económica no pueda crecer en los niveles proyectados. — Por último, ¿podría compartir una reflexión final sobre los desafíos y oportunidades para la economía argentina de cara al 2026? — Creo que la discusión del Presupuesto 2026 ocurre en un momento muy importante. Es mi deseo que la clase política tenga una discusión constructiva, como existía en los años noventa, donde, a pesar de muchas diferencias políticas, se reconocía una responsabilidad central del Congreso en sancionar la ley. Fotos: Martín Rosenzveig

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