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  • Día Mundial del Alzheimer: 6 mitos sobre esta enfermedad neurodegenerativa

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 21/09/2025 04:35

    Más de 55 millones de personas viven con Alzheimer en el mundo según datos de la OMS, que advierte un incremento significativo proyectado para 2050- crédito Freepik ¿Los juegos de memoria previenen el Alzheimer? ¿Es cierto que si uno llega a los 80 sin la enfermedad ya no la tendrá nunca? En el Día Mundial del Alzheimer, repasamos con base científica cuáles son los principales mitos y qué dice la evidencia más reciente. En 1906, el joven médico Alois Alzheimer presentó el caso de una paciente suya llamada Auguste Deter, que le llamó poderosamente la atención (Quién fue Alois Alzheimer, el médico que descubrió la enfermedad neurodegenerativa que lleva su nombre). Esa paciente lo llevaría a describir una nueva enfermedad y que su nombre se convirtiera en célebre y, a la vez, en una palabra, ya no solo un apellido, que genera mucho temor y fantasías. Más de un siglo después, seguimos atrapados entre descubrimientos científicos y mitos populares que reflejan no solo miedo a la patología, sino a la pérdida misma de la identidad. Alois Alzheimer describió la enfermedad en 1906 tras atender el caso de Auguste Deter, una paciente cuyo deterioro cognitivo resultó clave para identificar el trastorno (1864-1915) (The Grosby Group) El 21 de septiembre se celebra el Día Mundial del Alzheimer, proclamado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y auspiciado por Alzheimer’s Disease International (ADI). El primer Día Mundial del Alzheimer se celebró en 1994 y, desde 2012, la organización Alzheimer’s Disease International decidió extender la conmemoración por todo el mes de septiembre, y así se consignó el “Mes Mundial del Alzheimer”. Se trata de una enfermedad que afecta a más de 55 millones de personas según la OMS, y es considerada una de las epidemias del siglo XXI, ya que las proyecciones para el año 2050 es que el número de personas con Alzheimer ascienda a 131,5 millones. Quizás por eso y debido a sus características y a pesar de toda la difusión, alrededor del Alzheimer circulan creencias erróneas que generan miedo, falsas expectativas y hasta decisiones equivocadas. 6 mitos sobre el Alzheimer Los mitos y temores sobre el Alzheimer alimentan la desinformación, afectan decisiones y dificultan el acceso a una orientación adecuada para pacientes y familiares (Imagen Ilustrativa Infobae) ¿Cuáles son algunas de ellas que nos preguntan en el consultorio, a veces dejando traslucir un profundo temor? Existen diversas publicaciones que abordan estos temas, pero las dos consideradas referencias actuales son las de la Alzheimer Association: Alzheimer’s Disease Facts and Figures y otra es el de la comisión creada por la revista Lancet que en el año 2020 estableció parámetros considerados como guía. En estas publicaciones, desde una perspectiva científica pero también desde la difusión para el público, se abordan algunos de estas dudas frecuentes que llegan a ser mitos repetidos en algunos casos. Algunos de ellos son: 1. “Si vivimos lo suficiente, todos tendremos Alzheimer”. Si bien la edad es el principal factor de riesgo, ya que la prevalencia se duplica cada cinco años después de los 65, no todos los adultos mayores desarrollan la enfermedad. Miles llegan a los 90 con plena lucidez. La genética y la cronología influyen, pero no lo decide todo. Diversos factores modificables, como hipertensión, sedentarismo y aislamiento social, influyen en el riesgo de padecer Alzheimer (Imagen Ilustrativa Infobae) 2. “Si no aparece antes de los 80, ya no aparecerá”. Este es uno de los mitos frecuentes y que develan un profundo temor. Aunque la incidencia baja, hay casos después de los 85 o 90. Lo que sí muestran estudios es que quienes llegan sin deterioro presentan “factores de resiliencia” aún poco comprendidos (Dementia prevention, intervention, and care: 2020 report of the Lancet Commission, 2020). Estos factores de resiliencia son quizás la piedra Rosetta del área de estudio sobre la longevidad, que es un campo en constante expansión actual. 3. “No se puede prevenir, todo depende de los genes”. La evidencia demuestra lo contrario. Factores modificables como hipertensión, diabetes, tabaquismo, obesidad, depresión, sedentarismo o aislamiento social representan hasta un 40 % del riesgo global. Mantener una dieta, por ejemplo, la mediterránea, hacer ejercicio y cultivar lazos sociales reducen el riesgo (Lancet Commission, 2020). De manera general, sabemos que la salud del cerebro está asociada a diversos otros factores que pueden contribuir o incrementar el riesgo de padecer la enfermedad. (Cuáles son los 8 factores que pueden afectar a la memoria y aumentar el riesgo de Alzheimer). 4. “Los crucigramas o apps de memoria lo previenen”. La estimulación cognitiva ayuda, pero solo si es diversa: aprender un instrumento, un idioma o sostener una vida social activa tienen mayor impacto que repetir juegos rutinarios, según Alzheimer’s Association. En el caso de la música o los idiomas hay varias líneas de investigación de particular interés. Al mismo tiempo, si bien es un estímulo altamente recomendable, no se puede considerar un tratamiento, a pesar de lo que proclaman muchas apps. La detección temprana y el acompañamiento familiar contribuyen a mejorar la calidad de vida de quienes reciben el diagnóstico (Imagen Ilustrativa Infobae) 5. “Ya existen tratamientos curativos”. La realidad sigue siendo similar a la de los últimos tiempos: los fármacos alivian los síntomas, o quizás puedan retrasar la progresión, pero no curan y su efecto amerita continuar las líneas investigativas. Ejemplo de esto son los nuevos anticuerpos monoclonales como el lecanemab van Dyck CH, et al. (2023).(Lecanemab in Early Alzheimer’s Disease. New England Journal of Medicine. ), o el donanemab Mintun MA, et al. (2021/2022). Donanemab in Early Alzheimer’s Disease. New England Journal of Medicine) que mostraron retrasar la progresión en un 25–30 % en estadios tempranos, aunque con riesgos, factor a veces no aclarado debidamente y un alto costo, tema este último que genera diversas controversias. 6. “Una vez diagnosticado no hay nada por hacer”. Es un lugar del cual, conceptual y filosóficamente, hay que salir, si es necesario con ayuda terapéutica. Aprender un instrumento, un idioma o sostener una vida social activa tienen mayor impacto que repetir juegos rutinarios, según Alzheimer’s Association (Imagen Ilustrativa Infobae) Las rutinas estructuradas, la atención a los factores de riesgo vascular, la estimulación social y el apoyo familiar mejoran la calidad de vida. A veces, entre tantos estudios que repiten lo obvio, surgen intervenciones simples que realmente marcan la diferencia. En el Día Mundial del Alzheimer, la ciencia avanza pero también crecen los mitos. La clave es comprender que la enfermedad no es inevitable, que la prevención es posible y que el cuidado temprano puede cambiar el curso de la vida cotidiana. Se está avanzando, pero hay que guardar una postura de cautela. Entre tanto ruido y publicaciones repetidas, distinguir lo esencial es tan importante como los nuevos fármacos. * El doctor Enrique De Rosa Alabaster se especializa en temas de salud mental. Es médico psiquiatra, neurólogo, sexólogo y médico legista

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