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Parana » Adn21
Fecha: 20/09/2025 20:13
La interna en el gobierno de Javier Milei estalló por el descontrol del dólar. El ministro de Desregulación rompió su silencio con un mensaje que fue interpretado como un ataque a la estrategia de Luis Caputo, exponiendo la fragilidad del plan económico. El descontrol en el mercado de cambios no se mide solo en la pérdida de reservas, sino en la interna que desató en el corazón del Gobierno. Con un dólar imparable, la tensión entre los “traders” de confianza de Javier Milei y el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, se hizo pública. Sturzenegger rompió su promesa de no opinar sobre macroeconomía con un posteo en X que fue una burla a la estrategia de Luis Caputo. “Ya sé que la atención la tienen hoy en el tema de que se absorbieron pesos”, ironizó, para luego promocionar una medida que facilitaba el traslado de chanchos. El mensaje fue claro: mientras el equipo económico principal fracasa en la contención del dólar, él se enfoca en la desregulación. Pero detrás de la burla hay una diferencia de fondo. Durante meses, Milei, Caputo y Quirno “cancherearon” con el argumento de que el apretón monetario iba a “secar” el mercado de pesos y frenar el dólar. El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, popularizó esta teoría con la frase, ahora convertida en meme, de “¿Con qué pesos?”. Lo que no tuvieron en cuenta fue que la liquidez no desapareció; solo estaba “dormida” en plazos fijos y otros instrumentos financieros. La ironía de Sturzenegger se entiende como un ataque frontal a una estrategia que, según él, estaba condenada al fracaso desde el principio. Mientras los analistas financieros interpretaban que el ministro “boludeaba” al equipo de economía, la situación expone un problema aún mayor: el Gobierno no tiene un plan económico unificado y las internas estallan cada vez que el mercado se calienta. En última instancia, el mensaje de Sturzenegger es un claro pase de factura, un recordatorio de que él estaba en desacuerdo con la estrategia adoptada y que la responsabilidad por el fracaso no es suya.
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