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» El Ciudadano
Fecha: 20/09/2025 14:14
“No es función del Estado administrar una señal de cable. Si algún privado está interesado en ella, bienvenido”. Eso le dijo el presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), Carlos Pirovano, a La Nación en medio de los rumores sobre la privatización de la señal de cable Cine.ar TV, el canal dedicado a la difusión del cine nacional y otros contenidos de producción local. El funcionario agregó que la idea es también desprenderse de la plataforma Cine.ar Play, que es de acceso gratuito y cuenta con un amplio catálogo de títulos del cine argentino, tanto largometrajes como cortos, de todas las épocas. Un verdadero archivo fílmico que difícilmente un privado tenga interés en mantenerlo en línea con esos contenidos. El sitio otroscines, del periodista especializado Diego Battle, fue uno de los primeros en difundir el oscuro panorama para Cine Ar TV y la plataforma de streaming Cine.Ar Play. «Tras la brutal reducción de la planta laboral implementada en 2024, solo quedaron para operar la señal de cable / satelital Cine.Ar TV y la plataforma de streaming Cine.Ar Play diez operarios, cinco de planta y cinco con contratos temporales, con la consiguiente sobrecarga laboral que significa mantener ambos servicios funcionando con tan poco personal». publicó otroscines. La misma nota señala que ya el gerente general del Incaa, Carlos Vargas Eguinoa, les informó a los pocos trabajadores que quedan que la señal de TV dejará de operar en breve. Y les sugirió que «opten» entre retiros voluntarios, pases a disponibilidad o renovación de contratos «hasta fin de año«. Hay plata, pero hay más ideología Los propios datos publicados por el Incaa certifican que la operación conjunta de Cine.ar Play, Cine.ar TV y Cine.ar Estrenos demanda apenas el 0,9% del presupuesto total del organismo, que a su vez es autárquico. El canal Cine.Ar fue creada en 2015 bajo la órbita del Incaa. El Gobierno libertario lo pasó al área de Medios Públicos, pero luego lo volvió a su dependencia orgánica original. Y allí comenzó a gestarse su desmantelamiento. Desde la dirección del Incaa, Pirovano argumentó que el pase a privados de la señal y el portal es «con un compromiso expreso de asegurar su continuidad, de manera de que los contenidos del Incaa puedan seguir viéndose, ahora en manos privadas». Sin embargo, es casi imposible que un empresario enfocado en el lucro, sostenga una programación y contenidos de alto valor cultural y social pero inciertos beneficios comerciales. El presidente del Incaa aclaró que la privatización no será inmediata. “Hay que hacerla bien. Preparar los pliegos y organizar todo implica un plazo que podría extenderse entre los próximos seis meses y un año a partir de este momento», estimó plazos ante las consultas de La Nación. Con los libertarios, la única película es sobre timba financiera Desde el inicio de la gestión libertaria en el Incaa, el Instituto dejó de dar créditos para la producción de películas de ficción nacional. En cambio, destinó lo que recauda (porque tiene financiamiento propio) a la timba con instrumentos financieros. Según publicó Página12, invirtió más de 37 mil millones de pesos en letras del Tesoro Nacional, diferentes bonos y hasta un plazo fijo. En paralelo, las autoridades esgrimen que van a cerrar o privatizar el canal Cine.ar TV y la plataforma Cine.ar Play porque «no hay plata» para sostenerlas. El Incaa alimenta su Fondo de Fomento Cinematográfico con el 10% de la venta de entradas de cine, el 25% de lo que el extinto Enacom recauda de los canales de TV y emisoras radiofónicas y el 10% de venta de «videogramas grabados» en soporte físico. Pero ese dinero va a parar a la especulación en lugar de destinarse a la promoción del cine argentino, como ordena la Ley del cine de 1994 vigente.
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