18/09/2025 05:40
18/09/2025 05:33
18/09/2025 05:32
18/09/2025 05:32
18/09/2025 05:32
18/09/2025 05:31
18/09/2025 05:31
18/09/2025 05:30
18/09/2025 05:30
18/09/2025 05:30
» Diario Cordoba
Fecha: 18/09/2025 04:28
Son muchos los proyectos que surgen para tratar de replantar la planta marina posidonia allí donde ha desaparecido. Pero no es una tarea fácil, pues su crecimiento es lentísimo y el éxito no está siempre asegurado. Ahora, sin embargo, parece haberse logrado un sistema de plantación que arroja una tasa de éxito realmente esperanzadora. Un equipo multidisciplinar de ingenieros de IQS y científicos del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA – CSIC) ha presentado un sistema pionero diseñado para la recuperación a gran escala de las cruciales praderas marinas de Posidonia oceanica y otras fanerógamas marinas en el Mediterráneo. Este avance, enmarcado en el proyecto BioTop y financiado por la Fundación Ona Futura, representa un paso significativo en la conservación de uno de los ecosistemas más valiosos del mar Mediterráneo. Buceadores sobre una pradera de posidonia / Manu San Félix La Posidonia oceanica, una planta marina endémica, forma extensas praderas que son vitales para la salud del ecosistema marino. Estas praderas actúan como productoras de oxígeno, sumideros de carbono, hábitat y zonas de cría para diversas especies, y protegen las costas de la erosión. Su presencia es un indicador clave de la calidad ambiental y la biodiversidad del Mediterráneo. Un sistema diferente a los habituales La mayoría de los métodos actuales se basan en la recolección y trasplante manual de fragmentos de Posidonia al fondo marino, normalmente fijados con grapas, estacas o mallas. Pero estos sistemas presentan limitaciones: son muy laboriosos, tienen elevados costes de instalación, son poco ampliables a grandes superficies y muchas veces el material trasplantado no resiste las corrientes y acaba desprendiéndose. Con esta nueva tecnología, los ensayos preliminares apuntan a un éxito de implantación superior al 80% en las fases iniciales La innovación de este nuevo sistema radica en la implantación en el fondo marino de una estructura modular y biodegradable, específicamente concebida para facilitar el enraizamiento, favorecer su crecimiento natural y proteger a las plantas de las corrientes marinas y del impacto mecánico de anclas o fauna bentónica. Con el tiempo, esta estructura se disgrega completamente, dejando las plantas arraigadas y contribuyendo a la recuperación del equilibrio ecológico. La investigación combina la vasta experiencia en regeneración de praderas de Posidonia de Jorge Terrados (biólogo) e Inés Castejón (ciencias del mar) del IMEDEA – CSIC. Resultados prometedores en la prueba piloto La primera prueba piloto de este sistema se ha llevado a cabo en la bahía de Pollença, en Mallorca. Tras un año de monitorización, los resultados son altamente esperanzadores, mostrando una evolución positiva de los elementos plantados. "La colaboración entre investigadores de diferentes disciplinas es muy interesante e importante. La experiencia de poder colaborar biólogos y ecólogos con ingenieros nos permite diseñar y ensayar distintas metodologías para facilitar y mejorar la eficiencia del sistema", explica Jorge Terrados. Pradera de posidonia en el Mediterráneo / Shutterstock Con esta nueva tecnología, los ensayos preliminares apuntan a un éxito de implantación superior al 80% en las fases iniciales, lo que multiplica la eficacia frente a los métodos tradicionalmente empleados hasta ahora. Hay que tener en cuenta que alcanzar un estado de planta adulta de Posidonia oceánica (con rizomas extensos y capacidad de generar nuevas plántulas) requiere varios años. En condiciones naturales, la Posidonia es una especie de crecimiento muy lento, con tasas de extensión de rizoma de apenas unos centímetros por año. “Con este sistema, lo que se consigue es acelerar y asegurar las fases críticas iniciales, reduciendo drásticamente la mortalidad del material trasplantado”, afirman los responsables de la investigación. El éxito de esta tecnología ha impulsado la ampliación de la colaboración entre IMEDEA-CSIC e IQS para estudiar la aplicación de este sistema a otras especies de fanerógamas marinas, como la Cymodocea nodosa, presente en las costas del Mediterráneo español.
Ver noticia original