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  • Intento de femicidio en San Antonio: expareja de la mujer es buscado en Brasil

    » Elterritorio

    Fecha: 18/09/2025 03:10

    Una pista a punta que Jorge De Lara, expareja de la comerciante atacada, podría estar en la zona de Río Grande do Sul. Sobre él y el otro sospechoso que tiene el caso rigen pedidos de captura nacional e internacional. Además, la víctima tuvo que ser operada por segunda vez en el hospital Samic de Eldorado. miércoles 17 de septiembre de 2025 | 18:30hs. A cuatro días del feroz ataque a balazos y con arma blanca que sufrió la comerciante Olga Padilla Leite (39) dentro de su maxiquiosco del barrio Alecrín de San Antonio, los investigadores continúan indagando sobre el desfile de los dos sospechosos que tiene por el momento la pesquisa. Se trata de Jorge De Lara, expareja de la víctima, y de un segundo implicado que, de acuerdo con las sospechas de la familia, habría sido contratado por el primero para consumar el ataque dentro del negocio de la mujer. De acuerdo con los datos que pudo recabar este medio con fuentes que intervienen en el caso, una de las pistas que manejan los investigadores apunta a que De Lara podría haber huido rumbo a la zona de Caxias do Sul, municipio del sur de Brasil que se encuentra en el estado de Río Grande del Sur. Allí, el hombre tendría parientes, por lo que desde la Justicia ya se realizaron las comunicaciones de rigor con la Policía del país vecino para indagar sobre esta hipótesis. De Lara registra dos denuncias por hechos de violencia en contra de Padilla Leite. Como viene informando El Territorio, en junio pasado el Juzgado de Familia del Comandante Andresito resolvió la exclusión del hogar para el sospechoso, luego de una serie de hechos de violencia familiar. Aunque esto no iba a quedar ahí, la escalada de intimidaciones y amenazas no se frenó a partir de esta medida cautelar. Y es que el pasado 22 de agosto, desconocidos ingresaron a la vivienda de la comerciante en el barrio Primavera y provocaron un incendio en un sillón de la casa. En esa oportunidad, alertada por su perrita, la dueña de casa pudo salir a tiempo de la morada durante aquella madrugada, en medio de las llamas y el ahogamiento que le produjo la inhalación de humo. Como consecuencia del siniestro, el cual fue contenido por vecinos que arribaron para auxiliar a la mujer, la vivienda resultó con importantes daños materiales, lo que derivó no solamente en una denuncia por parte de Padilla Leite, sino también de una hermana de la mujer. En tanto, sobre el segundo sospechoso en el caso, familiares de la víctima mencionaron que días antes del ataque estuvo realizando compras en el negocio de Olga y que ya en esa oportunidad habría estado observando el lugar para analizar los movimientos de la comerciante. Según se sabe, sería un hombre joven con cabello teñido de rubio y que se movilizaba en una motocicleta 110 blanca, aunque por el momento no trascendió si fue identificado formalmente por los investigadores. Cabe recordar que, sobre este último, como sobre De Lara, rigen distintas órdenes de captura nacional e internacional emitidas por el Juzgado de Instrucción Tres de Puerto Iguazú, a cargo del juez Martín Brítes. Segunda operación Sobre el estado de salud de la comerciante, El Territorio pudo confirmar que la mujer tuvo que ser intervenida quirúrgicamente por segunda vez en el hospital Samic de Eldorado, luego de registrar un fuerte sangrado en uno de sus cortes. Y más allá de haber perdido sangre y de presentar fuertes dolores en la zona del hombro izquierdo, el comerciante permanece fuera de peligro y continúa con su recuperación. Cabe señalar que en el citado nosocomio se le tuvieron que aplicar 37 puntos de sutura en el cuello, a causa de un corte que le atravesó gran parte de la garganta. Además, según indicaron allegados a la mujer, gran parte de las lesiones cortantes fueron en cercanías del corazón y, gracias a la tenaz resistencia que ofreció Padilla Leite durante el forcejeo con su agresor, no terminaron siendo letales. Por otro lado, desde la familia de la víctima continúan insistiendo con el pedido de custodia policial para la mujer en el hospital Samic, tanto para ella como para María Estela Leite, hermana de la mujer y quien también denunció oportunamente a De Lara. Dos intentos de feminidio Sobre los antecedentes de violencia que sufrió Olga Padilla Leite previo al ataque del último sábado, El Territorio entrevistó a su hermana María Estela, quien dio detalles del calvario que venía soportando su familiar durante los últimos meses. En ese sentido, afirmó: "Ella sufrió violencia de género toda su vida. Mi hermana, hasta un tiempo atrás, fue una mujer muy sumisa. Él siempre le pegaba y la violencia de género nunca paraba; la amenazaba siempre y ella se calló muchos años". Luego comentó que, hace pocos meses, tras un último ataque que sufrió en la casa que compartían en el barrio Primavera, en donde resultó con una importante lesión en uno de sus hombros, Olga decidió realizar la primera denuncia contra el hombre, lo que derivó en una orden de exclusión de hogar para De Lara. “Desde ahí lo sacaron de la casa. Él no podía sacar nada de la casa, pero sí su hijo, quien iba y retiraba cosas por su padre”. Por otro lado, María Estela narró que, en medio de las denuncias, el propio hijo de la comerciante se fue a vivir con su papá y que, en un determinado momento, presentó una denuncia penal contra Olga por una supuesta amenaza de muerte que la mujer le habría hecho al joven, y que al parecer habría tomado partido por el hombre en medio de las denuncias hechas por la comerciante. “Días antes de que le notificaran a mi hermana, su hijo fue con el auto hasta la casa de mi hermana y le dijo que renunciaba a ser su hijo y que para él mi hermana no era más su mamá. Pero en ningún momento ella lo amenazó. Hay testigos que pueden dar fe de eso, una vecina con quien mi hermana estuvo ese día y otros vecinos que vieron todo lo que pasó”, sostuvo la entrevistada. Primer intento de femicidio En otro tramo de la entrevista, María Estela comentó que lo ocurrido ayer no fue la primera vez que atentaron contra la vida de su familia. Y recordó lo ocurrido durante la madrugada del pasado 22 de agosto, cuando Olga tuvo que ser rescatada por sus vecinos del incendio de su propia vivienda del barrio Primavera. Sobre ese hecho, dijo: “No hubo forcejeo de las cerraduras, porque ellos tenían las llaves y sospechamos que pagaron a dos personas que ingresaron a su casa y pusieron fuego en un sillón. Incluso dejaron el bidón con combustible y el encendedor dentro de la casa. Mi hermana estaba durmiendo y se despierta con el ladrido de la perrita y piensa que le estaban robando. Cuando sale, ve todas esas llamas y toma su celular y su billetera. Pero cuando atina a querer salir, empieza a notar que no podía respirar”. Acto seguido, relató que, en un intento desesperado por salir de su casa, y al no poder hacerlo por la puerta trasera, Olga salió por una pequeña ventana que da al garaje y a la parte trasera de su terreno. Tras varios pedidos de auxilio, vecinos de la zona arribaron al lugar para auxiliarla. En ese contexto, uno de ellos rompió la puerta principal de la casa, ya que pensaba que la mujer aún seguía dentro. Con ayuda de los lugareños, un rato más tarde las llamas fueron contenidas antes del arribo de los bomberos. “Yo, por ese incendio, lo denuncié a De Lara el 27 de agosto. Pero hasta ahora no le notificaron nada sobre eso”, comentó preocupada la entrevistada. De cliente a asesino Al ser consultada sobre el ataque del último sábado, María Estela contó que su hermana fue abordada cuando se encontró sola dentro de la despensa y carnicería que posee en el barrio Alecrín. Pasadas las 9.10 de la mañana, ingresó un joven que llevaba puesto en uno de sus brazos un casco de motocicleta y que, como característica, tenía una parte del cabello teñido de rubio. Esta persona, en primera instancia, se hizo pasar por cliente, aunque en el momento oportuno terminó mostrando sus verdaderas intenciones. "Él llegó y le dijo a mi hermana que quería comprar para hacer un guiso. Ahí fue a la parte donde estaban los fideos y, en un determinado momento, la llama a mi hermana que estaba sentada. Le pregunta el precio de los fideos, ella mira a un costado porque tenía pollos para descongelar, él ve esos pollos y le pregunta cuánto costaban. Ella intenta agarrar el pollo y en ese momento este hombre saca el revólver y le dice: 'Esto es un asalto, recuéstese en el piso'. Ella le dice: 'Llévate todo lo que quieras, pero no me hagas daño'. Él guarda el revólver, saca el cuchillo y le empieza a hincar. Ella se defiende y, en un momento, le logra dar en la mano donde tenía el cuchillo y él saca el arma y dispara dos veces”, reconstruyó la entrevistada, quien agregó que el atacante utilizó un revólver calibre 38. Siempre según los dichos de la entrevistada, el atacante, al ver la cantidad de sangre que salía del cuello de su víctima y tras efectuar los disparos, creyó que ya había hecho suficiente para terminar con la vida del comerciante. Acto seguido, salió con el casco puesto del local. Pero, con las fuerzas que le quedaban, Olga logró salir detrás de su agresor y, al ver que este huyó en su motocicleta, comenzó a pedir auxilio. Como el hospital local queda a pocas cuadras del local, el comerciante corrió hasta el centro asistencial, donde, tras detallar al médico personal lo que le había pasado, se desmayó y perdió el conocimiento. “Le dije: 'Sos una guerrera, después de lo de ayer naciste de nuevo, por cómo le dejó el cuello y el disparo que tiene en la cabeza'”, comentó la hermana de la comerciante, con quien pudo hablar luego de que saliera de cirugía y quien además le confió que su agresor ya había estado un par de días antes de comprar un puñado de mercaderías en su negocio.

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