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Chajari » Chajari al dia
Fecha: 17/09/2025 20:27
Días atrás se recordó el Día del Maestro. Este miércoles es el Día del profesor, que también es un maestro. Quienes enseñan son figuras centrales en la historia de la Humanidad. Grecia es la cuna de la educación humanística, considerando a los alumnos como entes individuales, únicos y diferentes de los demás. Fue en Grecia donde surgió la preocupación por formar al ser humano con sabiduría. De manera que si hablamos de la historia de los maestros, de la historia de la enseñanza, nos remontamos al principio, porque antes que los griegos eran los padres que oficiaban de maestros: ellos enseñaban a sus hijos. El maestro era de fundamental importancia, adquiriendo inmensa relevancia principalmente en el terreno educativo, en la formación espiritual y moral de la niñez y la juventud. Entre los griegos, la educación no era concebible sin la presencia venerable del sabio maestro, máximo guía y conductor de la sociedad. Por esta razón, tanto la cultura griega como la romana se sustenta en la acción educativa de los grandes maestros que, con el tiempo, lo serán de la Humanidad. Con el paso del tiempo, la importancia del maestro no decayó, pero la consideración social del mismo sí lo hizo. Y esto es así al punto que si bien se proclama la importancia de la escuela en la sociedad y el valor del rol docente (los padres ponen en sus manos gran parte de la vida de sus hijos), no son pocos los que pretenden que sus hijos no elijan la profesión de enseñar. ¿Por qué? En general, porque no es bien remunerada y muchas veces injustamente criticada. ¿Cómo construir un futuro importante cuando parte de la sociedad dice valorar la docencia pero no la quiere como carrera para sus hijos? ¿Cómo se puede construir una sociedad mejor cuando se asegura que se necesitan más años de instrucción, pero a la par no se ofrecen condiciones de trabajo razonables en muchos aspectos? Es innegable que una gran parte de la sociedad argentina sigue confiando en la escuela. Muchísimos padres hacen grandes esfuerzos para que sus hijos estudien. Siguen convencidos que la escuela es punto fundamental para abrir las puertas de un mejor futuro. Siguen admirando y respetando a los docentes y también hay sectores para los que llegar a ser docente es un honor. Pero lamentablemente, no existe más aquella escuela casi impoluta, y se perdió el respeto inmenso hacia quienes tienen en sus manos el compromiso y la responsabilidad de enseñar. Lamentablemente, hoy la situación de los docentes está lejos de ser óptima. Hay que admitir que esto no es nuevo, ya que hace años que la docencia se ve golpeada. Es triste que un número grande de padres pretendan que los maestros eduquen e instruyan a sus hijos, cuando la responsabilidad principal de educar está en la casa y no en la escuela. Es de esperar que alguna vez se recupere aquello de dar al maestro el lugar que alguna vez tuvo. Esto depende de la dirigencia política, pero también de la sociedad y de los propios maestros. G.S.
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