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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 17/09/2025 15:54
Se acaban de cumplir 30 años desde que el guardameta René Higuita realizara su icónica parada del Escorpión durante un partido amistoso disputado en 1995 en el estadio Wembley de Londres entre Colombia y la selección de Inglaterra. La atajada quedó para la historia tras un disparo del jugador inglés Jamie Redknapp desde el costado derecho de la cancha, que el antiguo cancerbero de equipos como Millonarios, Atlético Nacional o Real Valladolid y que marcó 43 goles en sus 509 partidos como profesional, rechazó lanzando su cuerpo hacia adelante y rematando la pelota con sus talones. Con la espalda arqueada, casi una acrobacia. “Lo que fue más importante que el Escorpión fue el cambio de la norma que introdujo la FIFA, eliminando la posibilidad de que el portero cogiese con la mano un pase de un compañero. Eso vino por mí”, explicó un orgulloso Higuita en su día. El legado de René Higuita permanece presente en la memoria futbolística, a tres décadas de la jugada que revolucionó el rol del arquero en el mundo. El 6 de septiembre de 1995, en el mítico estadio Wembley durante un amistoso entre Colombia e Inglaterra, el exguardameta de 59 años ejecutó el célebre Escorpión, un despeje acrobático con los talones y la espalda arqueada antes de que las manos toquen el suelo, acción que transformó un simple rechazo en un acontecimiento icónico y objeto de estudio para posteriores generaciones. Higuita en su documental publicado en la plataforma de streaming Netflix recordó la escena: “Pensé: ‘no hay problema’. Y salió perfecto”. Aquel disparo, originado por el inglés Jamie Redknapp, fue despejado en pleno primer tiempo, seguido del gesto de orgullo de René y la ovación de unas 20.000 personas presentes. Antes de inmortalizar la jugada ante el público internacional, el arquero experimentó con su creación durante la grabación de un comercial para una bebida en 1990. El campeón de la Copa Libertadores comentó que la idea nació precisamente en esa campaña televisiva junto a niños, y la perfeccionó durante dos años en sus entrenamientos hasta atreverse a realizarla en un partido oficial. “No fue solo una atajada… Fue una obra de arte, un grito de libertad, un gesto que cambió para siempre la manera de entender el arco”, resumió Higuita en sus redes sociales tres décadas después, ya en función de preparador de arqueros en Atlético Nacional. Posteriormente, tras la histórica ejecución en Wembley, Higuita replicó su firma acrobática en ocasiones seleccionadas. El 10 de noviembre de 2001, la llevó nuevamente a la cancha durante el homenaje de despedida a Diego Maradona en La Bombonera de Buenos Aires, donde el propio Maradona envió el balón para habilitar la jugada. El 12 de julio de 2008, el arquero repitió el escorpión en el partido de despedida de Victor Hugo Aristizábal, tras un tiro cedido por Carlos ‘El Pibe’ Valderrama. Poco después, el 21 de septiembre de 2008, ejecutó por única vez la maniobra en un choque oficial: fue en el clásico regional entre Deportivo Pereira y Once Caldas, luego de un cabezazo de Ricardo Ciciliano, lo que provocó la euforia de los presentes en el estadio Hernán Ramírez Villegas de Pereira. Finalmente, el 24 de enero de 2010, en su propio partido de despedida profesional, Higuita ofreció una última muestra del escorpión frente a un tiro libre ejecutado por Neider Morantes. Pese a que el balón cruzó completamente la línea de gol antes de recibir el empellón acrobático, la maniobra se celebró como otro tributo al icónico estilo del portero. Entre sus logros poco habituales para un arquero, Higuita contabilizó 43 goles oficiales. Además, la jugada que definió su carrera fue elegida como la “mejor jugada de la historia del fútbol” por el portal Footy Boots el 22 de julio de 2008. El Colombia-Inglaterra finalizó 0-0, pero, como apunta el propio protagonista, su escorpión fue “mucho más que una atajada”. Los negocios de René Higuita tras el retiro El interés de René Higuita por el fútbol convive con su dedicación a la naturaleza y la ganadería, actividad que ejerce junto a su esposa Magnolia y sus hijos en una propiedad de Puerto Berrío. Este espacio no solo representa un refugio familiar y espacio de convivencia con sus nietos, sino que también constituye una inversión económica cuidadosamente gestionada. Así, la vida diaria de Higuita trasciende el ámbito deportivo, reflejando un equilibrio entre sus pasiones profesionales y personales. Dentro de su perfil multifacético, destaca la dimensión comercial vinculada a su legado futbolístico: la marca deportiva del ‘Escorpión’. Esta tienda, gestionada por su hijo Andrés René, ha conseguido notoriedad principalmente por la venta de buzos que reproducen los uniformes históricos utilizados por Higuita en competiciones como mundiales y la Copa Libertadores. Además, el negocio familiar ofrece guantes de portero y accesorios relacionados con el fútbol, que figuran entre los favoritos de sus seguidores. Fuente: Infobae
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