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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 17/09/2025 04:41
Gracias al primer censo nacional en el país, se llevó a cabo entre el 15 y el 17 de septiembre de 1869, se supo que la densidad de población no alcanzaba a un habitante por cada dos kilómetros cuadrados Parecía una tarea titánica, pero se hizo. Hacía 16 años que la Argentina se había dado su Constitución Nacional y su territorio distaba mucho de ser el actual. Corría 1869 y Domingo Faustino Sarmiento llevaba un año en la presidencia cuando decidió realizar el primer censo de población y vivienda del país, un objetivo que se había fijado su antecesor, Bartolomé Mitre, pero que no pudo concretar durante su gestión. El sanjuanino, en su afán modernizador, tenía claro que para implementar las políticas que consideraba necesarias para desarrollar la nación era imprescindible tener un panorama claro sobre las personas que lo habitaban. Era en realidad una idea de antigua data, tanto que la primera vez que se la planteó fue en 1810, poco después de la conformación de la Primera Junta. Ese mismo año, Mariano Moreno, secretario de Guerra y Gobierno de la junta presidida por Cornelio Saavedra, había impulsado un relevamiento similar a un censo para las provincias. Sin embargo, las vicisitudes políticas y obstáculos materiales insalvables hicieron que solo pudiera realizarse de manera muy parcial en la provincia de Buenos Aires. Un proyecto parecido tuvo la Asamblea del año XIII, pero esa vez ni siquiera pudo pasar del intento. Hubo que esperar casi medio siglo hasta que, el 27 de septiembre de 1862, el Congreso Nacional aprobó la ley 18 que ordenaba realizar el Primer Censo Poblacional del país. Para que la letra de la ley se plasmara en el hecho debieron pasar otros siete años. El operativo censo se realizó finalmente entre el 15 y el 17 de septiembre de 1869, planificado y dirigido por Diego de la Fuente, un médico nacido en Pergamino que se recibió muy joven y había estado en el frente de guerra atendiendo heridos de las batallas de Caseros y Cepeda. Años después, sería senador por la provincia de Buenos Aires y más tarde, también diputado. En un primer momento, de la Fuente pensó que la mejor manera de hacer el relevamiento era dejar formularios en cada vivienda para que lo llenaran quienes las habitaban. Era una opción impracticable, porque se sospechaba que una enorme cantidad no sabía leer ni escribir. Finalmente se decidió por formar un equipo de “ciudadanos ordinarios” para que realizaran las viviendas y recopilaran la información. Eran 3.045 censistas, aunque nunca se los llamó así, a los que se sumaron 700 comisionados para controlarlos bajo la dirección de comisarios provinciales, que debían recoger y analizar los resultados. Las cifras que resultan irrisorias si se las compara con las del último censo del Indec, realizado en 2022, para el que se movilizaron más de 600.000 censistas en todo el país. El censo tuvo lugar entre el miércoles 15 y el viernes 17 de septiembre de 1869 y arrojó una totalidad de 897.780 varones y 843.572 mujeres “Conócete a ti mismo” “Constituyen los censos el primer inventario de los elementos vivos de que se integran las naciones. Enumerando, clasificando, descomponiendo al hombre, su materia prima, llegan las sociedades a tener plena conciencia de su debilidad o de su fuerza, sustituyendo en orden a sus fundamentos administrativos, en vez de lo incierto e hipotético, la realidad incontestable de los hechos. Son así, para las naciones, la verificación útil y fecunda del conócete a ti mismo, que la sabiduría griega había inscrito a la entrada del templo de Delfos. Las cifras estadísticas descubren, al que sabe interpretarlas, condiciones orgánicas, físicas y morales, sociales y políticas, penetradas de revelaciones para el gobierno de los pueblos. Porque cada cifra representa hechos existentes, condiciones individuales, fenómenos sociales, que entran como resortes, y tienen su papel en el mecanismo activo y todo solidario de la colectividad (…). Analizar los números, dando con su justa aproximación a la verdad, saber contrastarlos, descubrir su enlace, esplicar (sic) su origen, fijar su sucesión, es como penetrar con una luz dentro del laberinto eminentemente complexo (sic) de la organización de un estado”, dejó escrito el doctor de la Fuente en su introducción al informe final. El país se dividió en cinco zonas o regiones (norte, sur, este, oeste y “territorios nacionales”) y se censaron únicamente 14 provincias, ya que Chaco, Chubut, Formosa, La Pampa, Misiones, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego no estaban bajo el control del Estado Nacional. Fueron censados también los soldados y oficiales que combatían en la guerra del Paraguay, y se dejaron afuera de las estadísticas a las personas pertenecientes a grupos indígenas. El método fue de entrevista directa: la población fue censada allí donde se la encontraba. El cuestionario incluía tan solo ocho preguntas, y la información se organizó a través de una “lista nominativa” en la cual cada línea de la cédula censal correspondía a una persona. Con esas preguntas se pudo medir la calidad de vida de los habitantes a partir de la cuantificación de las condiciones de educación, salud y vivienda. Cuando asumió la presidencia, Domingo Faustino Sarmiento hizo lo que habían intentado Bartolomé Mitre, Mariano Moreno y Justo José de Urquiza: un censo nacional Sarmiento y los resultados El Censo arrojó que la población era de 1.830.214 habitantes, con un porcentaje apenas mayor de los hombres sobre las mujeres. La proporción era de 1.055 hombres por cada mil mujeres. Entre las mujeres mayores de 14 y más años, la mitad era soltera, el 38% se declaraban casadas y el 12%, viudas. Había un 12% de extranjeros, 9 de cada 10 de ellos hombres que habían venido a probar suerte al país. La expectativa de vida se calculó en apenas 29 años y había 234 personas que superaban los 100 años. De todos los habitantes censados casi medio millón (el 31%) habitaba la provincia de Buenos Aires –que por entonces incluía a la actual Ciudad Autónoma-, por lejos la más poblada del país, seguida por Córdoba con 210.508 habitantes. Más atrás quedaron Entre Ríos y Santa Fe, con poco más de 130.000 habitantes cada una. Había 6276 soldados combatiendo en la guerra del Paraguay, más del doble que las personas que vivían en la provincia de Misiones, que apenas llegaban a 3.000. La cantidad de analfabetos era enorme, cerca del 77% de la población, y la miseria y las condiciones habitacionales también: el 75% de las familias vivía en la pobreza. De los 413.465 niños de 6 a 14 años, apenas 82.671 asistía a la escuela. Solamente el 1% de los argentinos había podido graduarse en alguna carrera universitaria. Sólo 300.000 ciudadanos estaban en condiciones de votar. Los resultados del censo arrojaron resultados sumamente útiles para la planificación del país a largo plazo Alarmado por los datos de desigualdad y la gran cantidad de analfabetos, Sarmiento impulsó en su gobierno la educación en sus diferentes niveles y más tarde, durante la presidencia del Julio A. Roca, fue el autor intelectual y principal promotor, en 1884, de la Ley 1420 de educación primaria, laica, gratuita y obligatoria a cargo del Estado Nacional para todos los habitantes, sin distinción de sexos ni nacionalidades. Entre los hombres se contaron 1.047 curanderos, 458 médicos, 439 abogados y 1.442 profesores. Muchas de las mujeres trabajaban y, según los datos relevados, entre ellas había 98.398 costureras; 58.703 sirvientas; 29.176 lavanderas; 19.716 cocineras; 11.047 planchadoras; 3.313 bordadoras; y 1.639 amasadoras. También se registraron 361 prostitutas en todo el territorio nacional. Los resultados fueron aprobados por la Ley 565 de 1872 y publicados ese mismo año. Recién en 1895, durante la presidencia de José E. Uriburu, se volvió a relanzar un censo poblacional en la Argentina. La población se había duplicado y ascendía a 4.094.911 personas, de las cuales 921.168 vivían en la provincia de Buenos Aires y 663.854 en la Capital Federal. Gracias a las políticas educativas de Sarmiento, el analfabetismo había descendido más de veinte puntos pero seguía todavía alto, con un 54,4%.
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