16/09/2025 06:39
16/09/2025 06:38
16/09/2025 06:37
16/09/2025 06:36
16/09/2025 06:35
16/09/2025 06:34
16/09/2025 06:33
16/09/2025 06:32
16/09/2025 06:31
16/09/2025 06:30
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 16/09/2025 04:35
Informe - SirenasInforme Infobae Studio - ¿Se puede ser una sirena en Argentina? “Yo soy una sirena 100%. Hoy en día también soy instructora de mermaiding, pero es algo con lo que ya nací adentro, ese amor por el mar. Nadar así para mí es de lo más natural”, afirmó con una sonrisa Natalia Caraballo, la referente argentina del sirenismo, un deporte que combina técnica, apnea y la fantasía de ser sirena. “El sirenismo viene de la palabra mermaiding”, explica mientras acomoda su monoaleta y mira hacia el agua con la convicción de quien convirtió su pasión en un modo de vida. A lo largo de la conversación, Natalia repite un concepto que trasciende lo deportivo: “No solamente se practica como un deporte, sino también como una manera de conectar con esa parte de la fantasía de las sirenas y de la niña interior”. Su testimonio revela un mundo donde la disciplina física convive con la imaginación y la identidad. La comunidad argentina de sirenismo supera las 60 personas. Principalmente son mujeres adultas, pero está abierto a todos ¿Qué es el sirenismo? El universo acuático que explora tiene más profundidad que la simple apariencia de sirenas deslizándose grácilmente bajo el agua. “El sirenismo es una rama del buceo libre, en donde no se usa un tanque para bucear, sino que se trabaja el control voluntario de sostener la respiración de manera segura y consciente para poder hacer el nado subacuático”, remarcó la instructora. La clave es la apnea, esa capacidad de permanecer bajo el agua confiando enteramente en el propio cuerpo. “La técnica viene del nado de delfín”, detalló Caraballo, describiendo cómo la propulsión y el movimiento bajo el agua simulan el desplazamiento de estos mamíferos marinos. Pero, al mismo tiempo, la disciplina se llena de sentido lúdico y simbólico. Para quienes se preguntan si esta actividad tiene una dimensión profesional, Natalia aclara: “Es una disciplina en la que uno se puede certificar, como cualquier rama del buceo, a través de una certificadora internacional y obviamente que lleva su práctica, su entrenamiento”. Así, el mermaiding se aleja de cualquier caricatura y se ubica dentro del ámbito del deporte serio a nivel global. El proceso de certificación internacional incluye clases teóricas, prácticas y exámenes bajo el agua. El entrenamiento: certificaciones y niveles La preparación para transformarse en sirena exige dedicación, técnica y un riguroso proceso de aprendizaje. “La certificación son seis clases en pileta y seis clases teóricas. Después se hace un examen práctico en el agua, en donde se graba todo lo que has aprendido, todas las técnicas. Esos videos se mandan a la certificadora. En nuestro caso es SSI, pero hay muchas”, explicó. Esta exigencia busca garantizar la seguridad y la calidad técnica de cada practicante. Los videos permiten comprobar que cada movimiento y maniobra de apnea se realiza correctamente. Pero la formación no termina ahí. A la parte práctica se le suma un “examen largo de multiple choice”. “Tenemos un manual grande para estudiar, porque hay mucho de anatomía”, remarcó Natalia. El sistema de certificación internacional contempla diferentes niveles. “Ese sería el primer nivel, que sería Mermaid para pileta. Después tenés el siguiente nivel que es Mermaid Ocean, que se hace en aguas abiertas. Y ahí tenes que demostrar que podes rescatar a alguien a cinco metros de profundidad y remolcarlo haciendo el nado de sirena hacia la orilla o hacia el bote”, detalló. Las certificaciones son reconocidas internacionalmente, enfatizó Carballo. “En cualquier parte del mundo tu certificación es válida. Y si, por ejemplo, querés estar en la playa y ponerte tu monoaleta, tu cola de sirena, ya sos profesional y no tendría por qué haber ningún problema si estás certificada en Ocean Mermaid”, indicó la instructora. Además, existe una especialidad más. “Underwater Model es una certificación que sirve para modelar bajo el agua, mover bien el cabello para que no te tape el rostro, tener movimientos bien agraciados con las manos”, aclaró. La práctica del sirenismo fortalece el cuerpo, reduce el estrés y promueve una conexión emocional con el agua. Competencias y comunidad internacional El crecimiento del sirenismo en el mundo se observa no solo en el entrenamiento y la profesionalización, sino también en la organización de competencias de alto nivel. “Es un deporte. De hecho hay olimpíadas. Acá en Argentina todavía no se han hecho, pero sí en otras partes del mundo. La última fue en Francia, que son las MerOlympics”, contó entusiasmada Natalia. Estas olimpiadas internacionales reúnen a practicantes de todo el planeta para competir en diversas pruebas. Las reglas no solo premian el rendimiento físico, sino también la estética y la técnica. “En las olimpíadas lo que se hace es probar distintas destrezas, por ejemplo técnica, velocidad, rescate de una persona y remolque”, enumeró. La comunidad incluye tanto sirenas como tritones. “Pueden participar todo el mundo. Hay algunos tritones que son más de ponerse muchas cosas en la cabeza, coronas y demás. Y hay otros que son al estilo Aquaman. Hay un montón de estilos”, detalló Caraballo. Además, el reconocimiento de las competencias es global y la participación argentina ya comienza a hacerse notar: “Hay una sirena argentina representando al país, que estuvo en las MerOlympics”. Así, la pasión trasciende fronteras y posiciona al país en el mapa internacional del sirenismo. La técnica del sirenismo se inspira en el nado de delfín y combina deporte, fantasía e identidad personal. La expansión en Argentina y el surgimiento de la comunidad El sirenismo llegó a la Argentina transformando la manera en que muchos se relacionan con el agua y la fantasía. “Acá en Argentina hace casi tres años que, a través de internet, empezamos a seguirnos entre nosotros y armamos un grupo de WhatsApp. Hoy en día ya tenemos una comunidad que se llama Sirenismo Argentina y estamos dando clases”, explicó. Si bien el fenómeno es reciente en el país, Natalia acumula una experiencia en la disciplina: “Yo lo practico hace más de 10 años porque vivía en el exterior donde no es algo nuevo, sobre todo en Estados Unidos”. La comunidad argentina no solo ha crecido en número, sino también en diversidad y profesionalización. “Hoy en día la comunidad somos más de 60 personas, de a poquito vamos creciendo”, destacó Caraballo. Esa expansión se acompaña de un mercado local cada vez más pujante. “Tenemos a una creadora acá en Argentina que hace, sublima y fabrica colas personalizadas”, señaló la instructora. Esta iniciativa permite que el aspecto visual y técnico del sirenismo gane identidad propia. “Pronto tendremos las colas de sirenas de industria nacional”, adelantó. Las referencias culturales globales también jugaron un rol clave en el auge del deporte. “Tiene que ver con la peli de La Sirenita y también hubo una serie de Netflix que se llama Gente Sirena, que también cuando salió hubo mucha gente que se dio cuenta de que existía el Mermaiding y que es una industria que en Estados Unidos mueve billones de dólares”. Las competencias internacionales como las MerOlympics reúnen a sirenas y tritones de todo el mundo. El perfil de los practicantes La comunidad del sirenismo en el país es tan diversa como creativa, pero existen ciertas tendencias claras sobre quiénes se acercan a esta disciplina: “La mayoría son chicas y algunas niñas. Pero de vez en cuando tenemos tritones”. Sorprende para muchos, quizás, descubrir que no se trata tanto de una actividad infantil, sino de un espacio buscado por personas adultas. “Es algo que las mujeres lo sienten más para sanar a la niña interior, por eso la demanda es más de chicas adultas que de niños, en realidad”, reflexionó Natalia. Pueden empezar a practicarlo tanto varones como mujeres de 6 años en adelante. “De 6 a 12 años está lo que se llama Mermaid Explorers, que es como un programa para niños. A partir de los 12 ya podés hacer la certificación como cualquier adulto”, detalló la instructora. Así, el sirenismo abre las puertas tanto a la niñez, que puede experimentar el juego y la conexión lúdica con el agua, como a quienes buscan reencontrar una parte de sí mismas a través de la disciplina. La creatividad individual también ocupa un lugar relevante. “Mi traje es de lycra y tiene una extensión de gasa que esa se la hice yo para agregarle un poquito más. Después el top también me lo hice yo. Hay muchas cosas que se pueden traer de afuera o hacer acá, pero es algo lindo de customizar”, señala Caraballo. El acto de elaborar y personalizar los trajes es parte fundamental de la identidad sirena. Beneficios físicos y emocionales Más allá de la apariencia y la fantasía, el sirenismo es una disciplina exigente que produce efectos notables tanto en el cuerpo como en la mente. “El entrenamiento es intenso. Toda la fuerza para hacer la onda sale del core. Entonces, llega un momento que toda la parte abdominal te queda doliendo. Y después, uno tiene que apretar bien los glúteos para que la onda salga bien. Entonces también glúteo y pierna trabaja un montón”, indicó Natalia. El deporte combina gracia con potencia y exige coordinación total del cuerpo bajo el agua. Sin embargo, quizá los mayores beneficios son los que impactan la salud emocional. “Ayuda muchísimo también para el estrés. Quizás vengo muy estresada y una vez que entro en mi modo sirena y estoy abajo del agua, hago apnea, voy y vengo y es como que estoy en el presente, no estoy pensando en todo lo de afuera y realmente salís como renovado”, concluyó. En un mundo que avanza rápido y exige velocidad, el sirenismo es un espacio donde mente y cuerpo se anclan al presente y se conectan de una manera profunda, lúdica y liberadora creando comunidad.
Ver noticia original