15/09/2025 17:41
15/09/2025 17:41
15/09/2025 17:41
15/09/2025 17:41
15/09/2025 17:41
15/09/2025 17:40
15/09/2025 17:40
15/09/2025 17:40
15/09/2025 17:40
15/09/2025 17:40
Parana » AnalisisDigital
Fecha: 15/09/2025 14:12
Los juzgados de Ejecución de Penas y Federales de Paraná y Gualeguaychú concentran la mayor cantidad de prófugos, mientras los casos más antiguos datan de hace más de una década, con delitos que van desde robos calificados hasta transporte de estupefacientes. Un relevamiento realizado de los registros judiciales por Cuestión de Fondo (Canal 9 Litoral) indica que un total de 40 personas se encuentran actualmente prófugos de la justicia entrerriana, enfrentando acusaciones por una variedad de delitos que incluyen homicidio, robo calificado, abuso sexual y narcotráfico. La situación pone de manifiesto la complejidad de las tareas de búsqueda y captura, con una distribución desigual de estos evadidos entre distintas jurisdicciones. La única mujer que aparece en el registro es Patricia Fabiana Cabral condenada a 10 años y medio de cárcel en 2014 por el asesinato de Carolina Britez, ocurrido en diciembre de 2013 en la ciudad de Federación. La mujer es requerida por el Juzgado de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad Gualeguaychú por los delitos de homicidio y lesiones leve desde el 6 de febrero de 2021. La condenada se esfumó tras una salida de la cárcel y hasta el día de hoy, según los datos oficiales, no ha sido localizada y sigue figurando en el listado de evadidos. Entre las personas que se encuentran prófugas de la justicia en la provincia hay chilenos, uruguayos, brasileños y paraguayos. Todos vinculados a causa por narcotráfico. Los desafíos en la búsqueda La tarea de ubicar y capturar a estos prófugos se ve dificultada por varios factores. Primero porque no hay equipos de búsqueda. Y segundo es importante señalar que los registros consultados no brindan información sobre la existencia de un sistema unificado de búsqueda a nivel nacional ni comparativas con un "Registro Nacional" en términos de cantidad de personas. Tampoco se detalla si los sistemas de búsqueda cuentan con fotografías de todos los evadidos y si esa información esta viralizada entre las dependencias de policía de todo el país. Mucho destacan las bondades del sistema que se utiliza actualmente, pero fuentes policiales consultadas sostienen que es “lento” y muy “burocrático”. La información proporcionada en los registros no aborda directamente la cuestión de la unificación de sistemas de búsqueda o la disponibilidad de fotografías de los prófugos en todos los sistemas. Por lo tanto, no es posible confirmar estas afirmaciones con los datos de las fuentes. Sin embargo, la dispersión de los prófugos en distintas jurisdicciones y la complejidad de los casos subraya la importancia de herramientas de búsqueda robustas y completas para la eficacia de las fuerzas de seguridad en la persecución de estos individuos que, en muchos casos, llevan años evadiendo la acción de la justicia. “Buscados” Los datos oficiales indican que la ciudad de Paraná encabeza la lista de jurisdicciones con la mayor cantidad de prófugos asociados. Un total de 20 evadidos son requeridos por juzgados y tribunales de la capital entrerriana, incluyendo el Tribunal Oral en lo Criminal Federal y el Juzgado de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Paraná. Entre ellos se encuentran acusados por delitos como infracción a la Ley 23.737 (estupefacientes), robo calificado y homicidio en grado de tentativa. Le sigue Gualeguaychú, con al menos 11 prófugos requeridos por su Juzgado de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad. Los delitos en esta jurisdicción son igualmente variados, abarcando desde robo calificado hasta homicidio. Otros distritos como Concepción del Uruguay también reportan una cantidad significativa de prófugos, principalmente por delitos relacionados con estupefacientes. En la actualidad no hay comisiones de búsqueda de prófugos, tampoco hay listado público provincial. A nivel nacional este el Registro Nacional de Reincidencia que tiene en su listado cuatro entrerrianos con fotos. Todos con requerimientos de juzgados de la ciudad de Gualeguaychú. Evadidos en el tiempo Entre la lista de evadidos, hay tres casos destacan por el largo tiempo que llevan en situación de fuga, algunos de ellos superando la década. Estos son los prófugos con la mayor antigüedad en los registros: • Fabián Ariel Martínez: en fuga desde el 17/03/2013. El Juzgado de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Gualeguaychú lo requiere por robo agravado por el empleo de arma de fuego en grado de tentativa, resistencia a la autoridad y portación ilegítima de arma de guerra. • Cesar Antonio Silva: prófugo desde el 14/07/2013. Es buscado por el Juzgado de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Paraná por robo agravado por uso de arma y portación de arma de fuego de uso civil. • Norberto Salvador Sosa: Su fuga se registró el 06/08/2013. El Tribunal Oral en lo Criminal Federal PNA (Paraná) lo requiere por transporte de estupefacientes. El Ángel que cayó y volvió a volar: la historia de Fabián Martínez Fabián Martínez sabía que su cabeza en prisión tenía precio. Por eso decidió esfumarse. Era un preso de alto perfil. Sin embargo, en Entre Ríos lo autorizaron para visitar a su abuela que estaba enferma. Llegó y enseguida se fue. Se esfumó. Entre el 21 y el 22 de julio de 2006, el conurbano bonaerense fue escenario de un doble crimen brutal que sacudió a la justicia y expuso los vínculos oscuros entre el robo de medicamentos, el crimen organizado y el Estado. Adrián Ferrara, de 34 años, líder de una banda dedicada al robo por encargo de fármacos oncológicos y para el VIH, fue asesinado en Virreyes. Su esposa, Marcela Valdéz de 19, apareció muerta al día siguiente en su casa de Luis Guillón, tras doce horas de tortura. El bebé de ambos, de apenas diez meses, fue dejado con vida: un gesto que más tarde revelaría complicidades internas. La investigación, marcada por silencios y pistas cruzadas, tardó tres años en dar con el presunto autor: Fabián Ariel Martínez, alias “El Ángel”, uno de los subalternos de Ferrara. Según el expediente, Martínez lo habría matado por venganza: lo trataba con desprecio y no repartía los botines como se había pactado. El crimen fue meticuloso, mafioso, y dejó huellas que conectaban a la banda con el triple crimen de General Rodríguez. Martínez fue detenido en 2009 en la ciudad de Colón, tras haber usado una identidad falsa para despistar a los investigadores. En su poder se halló una PlayStation robada de la casa de Ferrara, que había sido usada en otro secuestro. La justicia lo procesó por homicidio agravado y lo condenó por causas adicionales: robo agravado, privación ilegítima de la libertad y portación de arma de guerra. Pero la historia no terminó ahí. En marzo de 2013, mientras cumplía condena en la cárcel de Gualeguaychú, Martínez recibió un permiso judicial para visitar a su abuela enferma en Buenos Aires. Lo que parecía un gesto humanitario terminó en una fuga cinematográfica. Aprovechando la cercanía de una villa de emergencia, Martínez —esposado— logró escapar minutos antes del mediodía. Paradójicamente, fue la propia abuela quien alertó a las autoridades. Desde entonces, permanece prófugo. La fuga dejó al descubierto fallas en el sistema penitenciario y judicial, y reactivó las alertas sobre los vínculos entre bandas criminales, proveedores de medicamentos y estructuras estatales. Martínez, el Ángel caído, volvió a volar. Y hasta hoy, nadie sabe dónde aterrizó.
Ver noticia original