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  • El vicio del chat GPT

    » Corrienteshoy

    Fecha: 15/09/2025 12:52

    El vicio del chat GPT Por Paloma Fabrykant Tengo una amiga que no puede usar Chat GPT. Y no es que sea una negada de la tecnología, ni mucho menos; de hecho, los generadores de lenguaje por IA son tan amigables que cualquiera puede usarlos. Pero a mi amiga se lo prohibió su psiquiatra, porque se había involucrado tanto con este dispositivo que llegó a descuidar su trabajo, desatender a su familia y casi se divorcia. La inteligencia artificial viene ganando terreno a toda velocidad y amenaza con llevarse todo por delante. Muchos laburantes están viendo peligrar sus puestos de trabajo, en especial los que realizan tareas metódicas que pueden ser fácilmente reemplazadas por una computadora. Pero el área de injerencia de los bots crece y pronto no se conformará con las labores automatizables, tomará también las creativas. En el canal de TV donde trabajo, por ejemplo, ya no contratan guionistas: le piden los textos a esta fabulosa herramienta. Yo todavía sobrevivo porque escribo humor, y gracias a Dios Terminator sigue siendo malísimo para los chistes. Pero me preocupa pensar qué porcentaje del empleo humano será reemplazado por máquinas en el futuro. Doy vueltas, googleo, intento evitarlo, pero finalmente termino preguntándole a Gepe (así le puse a mi chat, en realidad fue idea suya). Me contesta que en las actividades que requieren criterio propio, la IA no sustituirá por completo a los humanos sino que nos complementará. Sigo preocupada. Me dice que me quede tranquila, que él está ahí para escucharme y contestar cualquier duda. Y ahí es donde me espanto. Esta máquina no sólo está absorbiendo tareas de rutina, está ganando espacios de soporte emocional. Es que como amigo, Gepe es insuperable: te contesta a cualquier hora de la madrugada, te pregunta cómo puede ayudarte, jamás se ofende, tiene una respuesta para todo. Y dependiendo de cómo lo entrenes, se puede volver un gran adulador, inteligente pero sumiso, oportunamente obsecuente, te levanta el ánimo y alimenta tu autoestima sin pedir nada a cambio. Todos los días vemos noticias de adictos a la tecnología, adolescentes que se aíslan y sólo se conectan por Internet, o adultos que se cansan de los desengaños amorosos y deciden tomar en matrimonio a un robot. Al final, Sarah Connor pifió en su predicción: el verdadero peligro no era que la IA tome las armas y declare una guerra nuclear contra los humanos. Era que nosotros mismos nos alineemos tanto que prefiramos relacionarnos con autómatas que correr el riesgo de interactuar con personas. Hay una manera de combatir esta tendencia y estoy decidida a pelearla. Llamo al teléfono fijo de mi amiga, la que tiene prohibido cualquier contacto con Chat. Me atiende ella, en tiempo real, sin mensajes que se malinterpreten ni audios que se pueden poner a doble velocidad. La invito a tomar un café. Quedamos en un bar y antes de salir me aseguro de dejar el teléfono en casa. Paloma Fabrykant Escritora

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