15/09/2025 00:14
15/09/2025 00:13
15/09/2025 00:13
15/09/2025 00:13
15/09/2025 00:12
15/09/2025 00:12
15/09/2025 00:12
15/09/2025 00:11
15/09/2025 00:11
15/09/2025 00:11
Parana » Informe Digital
Fecha: 14/09/2025 21:42
La apertura del mercado automotor argentino no solo ha traído nuevas marcas, sino que también ha permitido a las automotrices locales recuperar modelos que, debido a las restricciones impuestas entre 2020 y 2023, habían decidido retirar de la oferta en el país. Esto se debe a que muchos modelos económicos dejaron de importarse; son los que generan mayor volumen de ventas, pero también los de menor rentabilidad para las marcas. Lo mismo ocurrió con algunos autos de gama media y alta, especialmente aquellos que son muy específicos y cuentan con un número limitado de compradores. El Volkswagen Golf GTI representa uno de estos casos. Este auto de culto, un clásico deportivo, ha conquistado durante 50 años el corazón de aquellos que disfrutan de las sensaciones únicas que ofrece un “auto con alma”. Puede parecer una exageración, pero no lo es. Solo quienes han tenido la oportunidad de conducir este modelo pueden confirmarlo; el GTI siempre se ha destacado por su excelente relación peso/potencia/dimensiones, lo que le ha permitido, a lo largo de sus siete generaciones anteriores, tener una aceleración notable, una respuesta al volante que pocos autos de su tamaño pueden ofrecer y una firmeza en las suspensiones digna de admiración. Aprovechando el lanzamiento internacional de la generación 8 de Volkswagen, que comenzará a fabricarse en México en los próximos dos años, la filial argentina ha confirmado que trabaja para que el Golf GTI regrese a las calles de Argentina en la segunda mitad de 2026. Por ello, un grupo de periodistas argentinos fue invitado durante su viaje a Múnich, para participar en el IAA Mobility 2025, a probar durante tres días una versión intermedia llamada Golf GTI Clubsport, que cuenta con una configuración de motor que le permite alcanzar 300 CV de potencia con un torque de 400 Nm, logrando una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,6 segundos y una velocidad máxima limitada electrónicamente a 250 km/h. Por debajo de esta versión se encuentra el GTI convencional, que llegará a Argentina con 265 CV y 370 Nm, y por encima está el GTI R, que además de sus 333 CV y 420 Nm cuenta con tracción en las cuatro ruedas gracias al sistema 4Motion de Volkswagen. Recorrido El recorrido previsto incluyó la travesía desde Múnich hasta Leogang, un pequeño poblado de 3.500 habitantes en el estado de Tyrol, Austria. El primer día, al salir de Múnich hacia el sureste, la lluvia sorprendió a la caravana justo al entrar en una zona de velocidad libre en las famosas Autobahn alemanas. Esta condición animó al instructor del grupo, quien dirigía la caravana desde un VW Tyron, a probar el desempeño del GTI en piso mojado. Apenas apareció la señal circular atravesada con dos franjas en diagonal que liberan el límite de velocidad, el azul eléctrico del SUV simplemente desapareció de la vista de los tres GTI, incitándolos a acelerar. El tramo demandó aproximadamente 5 minutos, en los que pasando de 100 km/h a 180 km/h fue cuestión de pocos segundos. El auto no presentó ninguna dificultad dinámica, manteniendo una tenida segura y una respuesta en dirección, acelerador y freno tan precisa como a baja velocidad. Ya en Austria, y sin lluvia, al pasar por cada pueblo había que circular durante muchos kilómetros a una velocidad máxima de entre 30 y 50 km/h. En este contexto, el GTI, al ser puesto en modo eficiente, se adaptó a la densidad del tráfico y sus restricciones, demostrando que, aunque es un auto concebido para acelerar sin preocupaciones, también puede ser muy eficiente al configurarse para circular a baja velocidad. Trepando El siguiente día, la misión fue completamente diferente. Con un sol radiante sobre los Alpes Austríacos, la caravana se dirigió a una pendiente que sería perfecta para una carrera tipo Pikes Peak, ya que asciende desde los 800 hasta los 2.300 msnm en poco más de 5 kilómetros. Fue el momento propicio para probar la caja DSG de 7 marchas a través de las levas del volante, tanto en modo convencional como deportivo, y dentro de este paquete, en la versión Special que aparece en la pantalla con un ícono del legendario circuito de Nürburgring. La respuesta del motor en la trepada, del freno en las horquillas de 180° que configuran parte del camino sinuoso de ascenso y de la dirección al abordar cada curva fue, una vez más, de notable desempeño. Bajando La bajada fue aún más divertida; para evitar el sobrecalentamiento de los frenos durante tantos kilómetros de descenso a alta velocidad, la técnica consistió en dejar correr el auto entre horquilla y horquilla sin pisar el pedal del medio, lo que intensificaba las frenadas y los rebajes en cada quiebre del camino. El último rebaje, generalmente a segunda al momento de virar, resultó ser el complemento perfecto para el freno. Entraba sin elevar las revoluciones más de 500 RPM y ofrecía un freno motor justo antes de permitir el próximo acelerón. La sincronización entre la caja, el motor y el freno es destacable. El tercer día, al regresar a Múnich, se encontraron los típicos y casi inevitables embotellamientos de un domingo de fines de verano, con muchos autos en las autopistas. Esto limitó la dinámica del viaje, pero no durante los tramos en la Autobahn, donde, con piso seco y un día soleado, el GTI volvió a superar los 200 km/h. El auto lo hace todo bien. La posición de conducción, respaldada por dos generosas butacas integrales con todo tipo de regulación, permite una postura cómoda, pero también de buena sujeción, ideal para viajes largos por autopistas y caminos sinuosos. Se destaca su capacidad de frenar “agachándose parejo”; no cabecea hacia el tren delantero al transferir peso con fuerza, y la tenida lateral en curvas prolongadas a alta velocidad es sobresaliente. No es necesario corregir la dirección, tanto al soltar como al reforzar el ángulo del volante. El auto permanece estable y se posiciona en la curva sin deslizamientos ni inclinaciones. Esto se debe, en gran parte, a los neumáticos de perfil bajo 235/35 R19, que complementan una geometría de suspensión diseñada para tal fin. En Alemania, el GTI tiene precios que oscilan entre 45.000 y 55.000 euros, dependiendo de las versiones. No se trata de un auto barato, por lo que en Argentina su precio será aún mayor, al menos mientras se fabrique en Alemania, debido al arancel adicional del 35% que debe tributar. La fabricación en México iniciará en 2027, y el acuerdo de libre comercio entre ese país y Argentina debería permitir una reducción de precios, acercándose así a los valores de comercialización en Europa. Por ahora, la buena noticia es que, en un mundo automovilístico donde predominan las pantallas táctiles y la propulsión electrificada, el GTI regresará al mercado local el año próximo, y a pesar del paso de las generaciones y la incorporación de nueva tecnología, el Golf GTI sigue siendo una “reivindicación del auto deportivo” en su máxima expresión.
Ver noticia original
Examedia © 2024
Desarrollado por