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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 12/09/2025 00:37
Morgan Freeman optó por una rutina basada en la disciplina y la moderación para cuidar su salud a los 88 años REUTERS/Mario Anzuoni A los 88 años, Morgan Freeman es un referente del autocuidado con una transformación física visible, sustentada en la disciplina, la alimentación mesurada y hábitos sostenibles, todos adaptados a los desafíos de la edad. La experiencia del actor, lejos de prometer soluciones rápidas, muestra cómo la constancia y la sencillez pueden dejar una huella duradera en la salud y el bienestar integral. En ese sentido, Freeman prioriza la moderación alimentaria y ajusta la relación con la comida a un esquema simple. El intérprete de Dios en la tira “Todopoderoso” elige a diario comidas sencillas, con base en ingredientes frescos y opciones ligeras como arroz con okra o ensalada caribeña. El actor opta por porciones pequeñas y platos fáciles de preparar, sin buscar la elaboración compleja ni la abundancia alimentaria. Cuando viaja, adopta siempre los sabores propios de cada lugar. El actor sostiene hábitos alimentarios simples y selecciona platillos sencillos, priorizando la funcionalidad cotidiana /EFE/Etienne Laurent/Archivo En declaraciones a Today, resumió: “Yo como lo menos que puedo. Si existiera una pastilla, solo tomaría la pastilla. No me molestaría con lo otro. Tomo un puñado de vitaminas y suplementos por la mañana y lo bajo con un trago antioxidante”. Rutina física adaptada y movimiento diario Después de un accidente automovilístico que afectó el uso de su brazo y su mano, Freeman adaptó sus ejercicios a movimientos de bajo impacto. Incorporó caminatas, trabajos en el campo en Charleston, Mississippi y golf, siempre enfocado en mantener la movilidad y evitar el sedentarismo. La vida rural lo conectó con la naturaleza y con actividades como la apicultura en su propio santuario de abejas. La disciplina sostiene su agenda. El día comienza temprano, con lectura y participación en diversos proyectos personales o a campo abierto. Las tardes se dividen entre el ajedrez y el descanso activo. La estructura diaria busca reforzar energía y vitalidad, lo que deja de lado el ocio prolongado o el desorden en los horarios. La práctica de ejercicios de bajo impacto y actividades rurales marca el día a día de Freeman en Charleston, Mississippi /REUTERS/Mario Anzuoni El icónico actor enfatizó alguna vez una regla: “Disciplina”. En su perspectiva, la constancia permite sostener la carrera y la salud. Relató: “Ejercicio, parte de tu disciplina. Cómo comes, parte de tu disciplina”. La rutina se sostiene bajo esa premisa, siempre con foco en los hábitos necesarios más que en los impulsos. La actitud resistente frente a los desafíos sintetiza su método. “La mejor manera de garantizar la derrota es rendirse”, este lema guía su desempeño diario y la toma de decisiones. No existe espacio para los excesos ni para los esfuerzos pasajeros. Cocina cotidiana y placer sin ostentación “Me gusta comer, pero no vivo para comer”, afirmó anteriormente y reconoció que puede cocinar, pero prefiere la simpleza, sin priorizar los platos sofisticados. El equilibrio entre la vida profesional y los vínculos cercanos se mantiene en el relato de Freeman, sin perder la perspectiva de las prioridades. Freeman instaló el concepto de comer como necesidad y no como hábito, según declaraciones reproducidas por medios internacionales /Reuters La vida en el campo ofrece un ambiente propicio para la calma y la distancia de rutinas urbanas, lo que facilita espacios para la lectura, actividades productivas y momentos de reflexión o juego con el ajedrez. La cotidianidad de Freeman combina actividades físicas, trabajo intelectual y tiempo recreativo, en un esquema a medida para sostener el bienestar. Como se ve, el proceso de pérdida de más de 10 kilos que tuvo recientemente no respondió a dietas extremas ni intervenciones puntuales. El método consistió en mantener una dieta medida, una rutina de ejercicios adaptados a las limitaciones físicas, suplementación matinal y una disciplina firme. La experiencia de Morgan Freeman permite visualizar una rutina de autocuidado, con foco en la disciplina, la moderación y el placer simple de la vida rural y familiar. Cada paso está orientado a sostener energía y vitalidad, lejos de los excesos y cerca del equilibrio.
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