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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 10/09/2025 16:49
El impacto logístico es significativo: cada día de retraso incrementa los costos de almacenaje y compromete la planificación de vuelos cargueros y contratos de entrega (Foto: TCA) La operatoria de cargas en el aeropuerto de Ezeiza atraviesa una crisis sin precedentes. La combinación entre el cambio de sistema informático de importaciones y un aumento repentino de la demanda provocó retrasos en la liberación de mercaderías, afectando no solo a las empresas sino también a los consumidores que esperan insumos esenciales. “Hay mercadería sensible que lleva semanas sin poder salir. Eso afecta a toda la cadena: desde importadores que pagan altos costos de almacenaje hasta clientes y pacientes que esperan productos que deberían estar disponibles en tiempo y forma”, advirtió Germán Raña, presidente de la Asociación Argentina de Agentes de Carga Internacional (AAACI). El dirigente explicó que la situación genera enorme preocupación en el sector: “Tuvimos que reunirnos con autoridades de la Aduana y las distintas cámaras del sector, porque el sistema colapsó y las demoras se acumulan día tras día”. El origen del problema Según Raña, la situación comenzó entre el 22 y 23 de agosto, cuando se implementó el nuevo sistema de importaciones. “Se suponía que podía haber algún inconveniente inicial, pero al coincidir con un fin de semana largo, el lunes, cuando empezaban a llegar los vuelos, ya había acumulación de carga. El sistema no funcionó como estaba previsto”, señaló. La versión oficial de TCA Consultados por Movant Connection, desde Aeropuertos Argentina Cargas (TCA) explicaron que la situación responde a dos factores principales: Explosión de importaciones por courier y generales: impulsadas por la apertura comercial y la expectativa de variaciones en el dólar. Cambio de sistema tras 20 años: la terminal renovó su plataforma para mejorar la trazabilidad, el nivel de servicio y la operatividad, en coordinación con despachantes, cámaras y Aduana. En este marco, las exportaciones y las importaciones de courier y a granel se encuentran operando normalmente. Las dificultades se concentran en las cargas consolidadas, que requieren procesos de coordinación más complejos. “Estamos en diálogo permanente con el sector para gestionar prioridades y dar información. Se está trabajando para regularizar la situación en las próximas dos semanas”, señalaron fuentes de Aeropuertos Argentina Cargas. "Hay cargas que llevan 20 días sin poder salir. Es un cuello de botella muy delicado”, alertan profesionales del sector (Foto: Shutterstock) La visión de los despachantes de aduana Desde la perspectiva de los despachantes, la raíz del problema fue la forma en que se realizó la transición tecnológica. “Lo que se hizo fue tratar de agilizar el proceso de ingreso y entrega de mercadería. Eso estuvo bien en principio, pero lo que estuvo mal fue no hacer correr los dos procesos en paralelo. Bajaron la llave del sistema viejo y entramos directamente al nuevo. Fue desastrosa la implementación”, comentó un profesional del sector. Pese a las críticas, reconoció el compromiso de los organismos: “Jamás dejaron de atender a nadie y se hicieron cargo de los problemas. No es que se desligaron, sino que asumieron la situación”. El especialista advirtió que la crisis impacta en productos de alto valor económico y social: “Hay cargas que llevan 20 días sin poder salir. Un colega tiene 150 implantes cocleares para operaciones programadas que todavía no aparecen. Es un cuello de botella muy delicado”. Consecuencias logísticas y próximos pasos El impacto logístico es significativo: cada día de retraso incrementa los costos de almacenaje y compromete la planificación de vuelos cargueros y contratos de entrega. Importadores de sectores clave advierten que la competitividad del comercio exterior queda en riesgo y los consumidores podrían enfrentar faltantes en el mercado local. A pesar de la crisis, todas las partes involucradas destacan la voluntad de cooperación y el esfuerzo conjunto para encauzar la situación. La Aduana, en particular, mostró flexibilidad al extender plazos de vencimiento y facilitar gestiones, con el objetivo de dar tiempo al sector para adaptarse a la nueva operatoria. Tanto cámaras empresarias como autoridades coinciden en que la clave será mantener el diálogo abierto y priorizar las cargas más sensibles, mientras se trabaja en la regularización del sistema durante las próximas dos semanas.
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