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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 10/09/2025 04:34
José Feliciano (EFE/Christian Escobar Mora) Nació ciego. Pero con un talento para la música sin igual. Y esto fue lo único que le importó. José Feliciano llegó al mundo el 10 de septiembre de 1945, hace exactamente 80 años, en el seno de una familia humilde de Lares, un pueblo ubicado en la región occidental de Puerto Rico. Era el cuarto de 11 hermanos. Y padecía un glaucoma congénito, por lo que nunca tuvo la posibilidad de ver. Sin embargo, desde muy chico, supo cuál era su vocación. Y no dejó que su limitación física le impidiera seguir su camino. “Mi primera memoria sobre tocar música fue cuando tenía tres años. Tocaba la percusión en una lata detrás de mi tío, que tocaba el cuatro. Creo que Dios mismo me estaba empujando hacia ese camino para que me fuera bien la vida”, relató el artista, que por entonces se nutría de ritmos típicos de su tierra natal como la Bomba y la Plena, entre otros géneros con base afrolatina. Pero las carencias eran muchas en aquella choza en la que vivía en la montaña, a 1200 metros de altura, donde el frío se hacía sentir con intensidad. Así que, cuando José tenía apenas cinco años, su familia se trasladó al Harlem español de Nueva York. Y allí fue donde Feliciano tuvo contacto con otros estilos musicales que incluían al rhythm and blues, el góspel, el soul y el hip-hop. Entonces cayó en sus manos un ukulele y luego comenzó a tocar la guitarra, instrumento que lo acompañó a lo largo de su carrera. Según confesó ya de grande, gracias a la música comenzó a sentir “que no era solo un hombre ciego”. Era, definitivamente, un artista con un gran potencial. El artista sigue activo hasta el día de hoy (Foto AP/Luis Alonso Lugo) Siendo un joven músico se codeó con figuras de la talla de Bob Dylan y Pete Seeger en Greenwich Village, lugar que frecuentaba. Y se sintió animado a luchar por su sueño cuando se enteró por la radio de que Ray Charles era no vidente, igual que él. Entonces se propuso ser el mejor en lo suyo. Y se aferró a su instrumento. “Tocar la guitarra era una vocación, pero nunca pensé que fuera una carrera. Fue algo que hice por amor. Pero la música se convirtió en una fuerza...”, contó. Con 17 años se vio obligado a dejar sus estudios para ayudar en la economía de su hogar luego de que su padre se quedara sin trabajo. Pero su condición no le permitía conseguir un empleo digno. “Los únicos trabajos que se les ofrecían a los ciegos en aquel tiempo eran hacer canastas y pintar sillas”, recordó. De manera que comenzó a cantar temas de moda en distintas cafeterías, hasta que un crítico de The New York Times lo descubrió tocando en Gerde’s Folk City y sus comentarios elogiosos llegaron a oídos de un productor de la discográfica RCA Víctor. Grabó su primer disco en inglés, The Voice and Guitar of José Feliciano, en 1964. Y luego editó dos trabajos más: Fantastic Feliciano y A Bag Full of Soul. Pero estaba claro que lo suyo iba por otro lado. Y en 1966, después de haber viajado a la Argentina para presentarse en un Festival de la Canción Internacional de Mar del Plata, se reunió con los popes de la compañía en Buenos Aires y les propuso hacer un álbum de boleros viejos, esos que escuchaba en su infancia. A partir de ese momento, su carrera explotó. Sus 60 álbumes grabados, los más de 45 discos de Oro y Platino que obtuvo, los 9 Premios Grammy con los que fue reconocido, el galardón otorgado por la revista Guitar Player como mejor guitarrista y su huella marcada en el Paseo de la fama de Hollywood, son solo una muestra de su éxito, que se mantiene intacto. Porque en la actualidad José sigue tan activo y vigente como siempre, incluso colaborando con jóvenes artistas urbanos. Y no hay fiestas en las que no suene su “Feliz Navidad”, el tema bilingüe que grabó a los 24 años y que se convirtió en un clásico en todo el mundo. El cantante puertorriqueño interpreta su clásico navideño con el músico y productor estadounidense Dueño de un registro de tenor en su voz y un estilo inconfundible a la hora de interpretar cada palabra de sus canciones, Feliciano se ha dado el lujo de actuar junto a figuras de la talla de Frank Sinatra y Barry Manilow. Hizo duetos con Santana, José José, Vicente Fernández, Marco Antonio Muñiz, Ana Gabriel, Marc Anthony y Rudy Pérez. Pero, además, ha sido convocado para cantar frente a los papas Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, lo que entre todos sus logros se ha convertido en uno de sus mayores orgullos. Cuando no trabaja, José disfruta de su tiempo libre con su mujer y sus tres hijos en su casa de Connecticut, en EEUU, o en la vivienda que posee cerca de Viena, en Austria. Se divorció de su primera esposa, la compositora Janna Merlyn, en 1978. Y después de once años, primero de amistad y luego de salidas de novios, en 1982 se casó con Susan, una estudiante de arte con la que sigue en pareja hasta el día de hoy. Con ella tuvo a sus tres hijos, Melissa, Jonathan y Michael. Y hoy tiene también una nieta llamada Emma. Sin lugar a dudas, estará celebrando sus ocho décadas junto al amor de su familia. “Cuando eres ciego no tienes muchas oportunidades, bien sea para tocar guitarra o en tu vida amorosa. Si no eres hábil, nunca te dan una segunda oportunidad. Por eso yo sabía que tenía que ser el mejor. Y esa era mi motivación”, reflexionó Feliciano. Y está claro que supo aprovechar con creces esa chance que le dio la vida tanto en lo profesional como en lo personal.
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