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» Misionesparatodos
Fecha: 09/09/2025 01:03
En el día después del batacazo peronista en Buenos Aires, el dólar coquetea con el techo de la banda y se hunden bonos y acciones. Un tsunami de preguntas. Los mercados financieros comenzaron este lunes a dar su veredicto sobre la paliza que sufrió el Gobierno en las urnas bonaerenses y a medir la capacidad de reacción de Javier Milei ante una crisis política de dimensiones inesperadas: nadie calculó una derrota como la que sufrió el Presidente en la que había presentado como la madre de todas las batallas. En la mañana de un lunes que será una montaña rusa, el dólar arrancó con una suba de casi el 6% y cotizó en los bancos privados a $1460 pesos, a sólo 15 del techo de la banda establecida por el Gobierno en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en tanto el oficial nació a $1450. Los bonos caían 6%, el riesgo país se enfilaba a superar los 1000 puntos básicos y las acciones argentinas en Wall Street se hundían hasta 16%. Cabe señalar que si la divisa superara el techo de una banda de flotación –cancelada de hecho por el Tesoro y el Banco Central en las últimas ruedas en base a fuertes intervenciones en los mercados spot y de futuros–, el Gobierno debería intervenir mediante la venta de dólares. Eso implicaría usar parte de los 14.000 millones de dólares prestados por el Fondo a partir del acuerdo de abril, pero el silencio del organismo en los últimos días y su histórica resistencia a ese tipo de práctica abren interrogantes. Y, debajo de ellos, la duda de hasta qué punto este está dispuesto, tras la polizabonaerense, a seguir comportándose como un prestamista de última instancia ya no de un país, sino de un gobierno. De hecho, el jefe de Estado se apresuró en la misma noche del domingo de derrota a ratificar el ajuste fiscal y monetario, y el esquema cambiario. El detalle es que no podría haber hecho otra cosa sin arriesgarse a desatar un tsunami financiero incontrolable. Lo que tampoco es seguro es que cuente con herramientas para complir con esos compromisos en las largas siete semanas que median hasta las legislativas del 26 de octubre. Mientras, en lo inmediato, la pesadilla de los traders se ha hecho realidad y muchos quedaron comprados. La Argentina de Javier Milei, con el mercado lleno de preguntas ¿El Presidente y el mejor ministro de Economía de la historia, Toto Caputo, encontrarán herramientas de política económica para conciliar su promesa de estabilizar la macro y reparar en alguna medida la enorme cantidad de heridas que infligió con su ajuste desmesurado e inequitativo, que, sumado a su modo de decir, ha constituido una suerte de guerra a la Argentina? ¿Atinará a darse un camino que le permita, a la vez, recuperar el favor popular y no volverse irrelevante para un Círculo Rojo y un FMI que le reclaman consumar la pinochetización de la economía a través de un achicamiento drástico y estructural del Estado, y de las reformas impositiva, laboral y jubilatoria? A propósito del Fondo, ¿seguirá el organismo permitiendo que el ministro de Economía haga cualquier cosa para mantener la ficción de que "todo marcha acorde al plan"? ¿Llegará de Washington la hora de la dureza y, acaso, la exigencia de cambios de nombres en el Ministerio de Economía? Los mercados amenazan a Javier Milei La pregunta es más medular: ¿podría Milei ser otra cosa que él mismo? ¿Tendrá las condiciones para gobernar soltando el lastre de escándalos como el Karinagate –el clan Menem y a su propia hermana– y el internismo enfermante entre El Jefe y el ministro de Odio Santiago Caputo? ¿Cómo lidiará con armados para octubre que ya no tienen vuelta atrás, que muestran los errores de El Jefe y sus coroneles y que malquistaron con la Casa Rosada a un gran número de gobernadores que, como pedía el ingeniero del caos, podrían haber seguido sido aliados? Más le vale a Milei remontar y mucho en las legislativas, porque cualquier cosa que no se parezca a un tercio propio y fiel en el futuro Congreso podría dar por tierra con cualquier pretensión de gobernabilidad y convertir en permanente el fantasma del juicio político. Si Milei, Caputo y Los Picantes habían adjudicado la corrida contra el peso, el desmadre de las tasas de interés el enfriamiento de la economía al "riesgo kuka", ¿qué diantres dirán este lunes para evitar que todos esos males se multipliquen, que el dólar coquetee con el techo de una banda que pronto será un recuerdo, que una nueva devaluación se haga inevitable y que esta haga rebrotar la inflación y empeore el parate económico en plena previa electoral? Por Marcelo Falak-Letra P
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