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Concordia » Entre Rios Ahora
Fecha: 07/09/2025 22:46
Marcelo Galenano, el paceño que en 2013 mientras participaba de la Jornada Mundial de la Juventud, en Río de Janeiro, Brasil, fue seleccionado entre el selecto grupo de 11 jóvenes de distintos puntos del bloque que almorzaron con el Papa Francisco, en su primer viaje apostólico, fue el único entrerriano que este fin de semana tomó parte del primer Jubileo de la comunidad LGBT+ en Roma. «La peregrinación de las comunidades LGBT empezó el viernes con una vigilia y siguió el sábado con una misa por la mañana presidida por el vicepresidente de la conferencia episcopal italiana monseñor Francesco Savino -contó a Entre Ríos Ahora desde Roma-. Luego, por la tarde, fue la peregrinación desde la plaza Pía por la vía de la Conciliazzione hasta la Puerta Santa dentro del Vaticano. De Argentina vinimos 9 personas para participar de la peregrinación». La hermana Geneviève Jeannigros, una religiosa de 82 años que durante cinco décadas vivió en las afueras de Roma y realizó un trabajo pastoral de acompañamiento de la comunidad trans, estuvo este fin de semana para acompañar el Primer Jubileo de la Comunidad LGBT. La religiosa sorprendió al mundo en abril pasado durante la ceremonia fúnebres del Papa Francisco al saltarle la balla del protocolo y llorar junto al féretro de Jorge Bergoglio. Es sobrina de Lèonie Duquet, la monja francesa que desapareció la última dictadura junto a Alice Dumon, ambas muy cercanas a Madres de Plaza de Mayo. El Vaticano abrió las puertas este fin de semana al primer jubileo de la comunidad LGBT. Entre 1.000 y 1.400 personas participan en el Jubileo de los católicos LGBTQ+ que se celebra este fin de semana en las inmediaciones del Vaticano. El viernes asistieron a una vigilia de oración en la Ciudad Eterna en la que presentaron una cruz con los colores del arcoíris con la que algunos de ellos han recorrido a pie los últimos 100 kilómetros antes de llegar a Roma, y este sábado entraron en San Pedro por la puerta santa. Igual que la mayoría de peregrinaciones que llegan hasta esta meta, no han tenido un encuentro específico con el Papa León XIV, pero se dan por satisfechos pues el Vaticano les ha incluido en el calendario general del Año Santo. El principal evento fue una misa celebrada por el vicepresidente de la Conferencia Episcopal Italiana, Francesco Savino, quien les confió que el pasado 7 de agosto encontró a León XIV y le consultó si era oportuno participar en este acto. «Con afecto, el Papa me respondió: ‘Vaya a celebrar ese Jubileo organizado por asociaciones que se ocupan de esos hermanos y hermanas’», aseguró. La celebración tuvo lugar en la céntrica iglesia del Gesù. Allí el obispo Savino afirmó que «ninguno debe sentirse excluido» en la Iglesia e invitó a «liberarse de los prejuicios». Recordó que «el Jubileo debe ser un periodo de justicia reparativa» y que «es el momento de restituir la dignidad a todos, sobre todo a quienes ha sido negada». «Somos un pueblo de personas que piden con dignidad, con autenticidad, con verdad que se reconozca a cada uno con su propia historia, sus heridas y su belleza», añadió. Ayer por la tarde, los cerca de mil participantes, entre ellos cristianos LGBTQ+, sus familiares y sacerdotes y religiosas que los acompañan recorrieron a pie el último tramo de la Via della Conciliazione hasta la basílica de San Pedro, para atravesar juntos la puerta santa de la basílica Vaticana y ganar la indulgencia. «Este Jubileo ha sido una caricia inesperada de la Iglesia como madre, que a veces no ha sabido acompañarnos», explicó uno de los participantes españoles Luisma González, quien forma parte de la asociación Crismhom que acompaña a cristianos LGBTQ+. Mirando hacia quienes rezaban en el Vaticano explica que «muchos de los que están aquí han sido expulsados de jóvenes de sus casas por su orientación sexual o identidad de género. Este Jubileo no deja de ser un signo del amor de Dios a sus hijos de las periferias, para decir que nadie está solo, que Dios nos lleva de la mano». «Somos colectivos que no han sido visibilizados, que han sido perseguidos y lo siguen siendo en muchas partes del mundo. El Jubileo, es la oportunidad que nos da la Iglesia de resetear, de no quedar atrapados en las heridas, de mirar el mundo con una mirada nueva. Me siento resucitado», confía Luisma. «No era un evento reivindicativo, el objetivo era hacer la peregrinación como todos los bautizados, que fuera un momento de oración juntos», explica a ABC Tiziano Fani, uno de los responsables de ‘La tenda di Gionata’ («La tienda de Jonatan»), organizadores de este Jubileo. Se trata de una asociación que atiende espiritualmente a personas LGBTQ+ y a sus familiares. «Esta peregrinación no nace para abrir un recinto sino para caminar dentro de la Iglesia», aseguran los organizadores en su página web. «No es un gueto sino un gesto de reconciliación y de renacimiento. Es la oportunidad de decir que en la Iglesia nadie debe sentirse invitado no deseado. La casa de Dios es de todos sus hijos e hijas», escriben en la presentación. Fotos: Marcelo Galeano De la Redacción de Entre Ríos Ahora
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