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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 07/09/2025 04:44
El tráiler de Verano Trippin, la película dirigida por Morena Fernández Quinteros, cuenta con las actuaciones protagónicas de Zoe Hochbaum y Miranda de la Serna y la participación de Lali Espósito Que Zoe Hochbaum y Miranda de la Serna trabajaran juntas era cuestión de tiempo. Las dos actrices andan promediando los veintis y se formaron, y forjaron, en el mismo ambiente. Compartían amistades, sabía cada una del trabajo de la otra, se admiraban a la distancia. Son, en definitiva, parte de un grupo de mujeres jóvenes y empoderadas, dispuestas a hacerse escuchar y ver en un momento particular de la industria visual en Argentina. Pero no se conocían. Que Zoe y Miranda se hicieran amigas fue una idea de Verano Trippin. La película que se estrena el 11 de septiembre empezó a tomar forma en una conversación divagante entre Hochbaum –protagonista y además productora- y la directora, Morena Fernández Quinteros. Allí notaron una conexión. Mientras la actriz pensaba en un rumbo diferente para el siguiente proyecto de su productora OrcaFilms, la directora rumiaba una idea que parecía encajar perfectamente en dicho escenario: contar la historia de dos amigas que viven una aventura adolescente. “Yo quiero que Toni sea Miranda de la Serna”, le dijo Morena, poniéndole nombre a la actriz y al personaje. La fábula cortazariana terminó de cobrar forma cuando la llamaron a Miranda para ofrecerle el papel. La actriz estaba en Madrid visitando a unos amigos y con su “sí” casi instantánea se empezó a contar esta historia. En un salto temporal de casi dos años, Zoe Hochbaum y Miranda de la Serna reciben a Teleshow en un mediodía soleado y cálido de una Buenos Aires que parece confabularse para el estreno de Verano Trippin. Una película que escarba en una adolescencia tumultuosa y aventurera, que ubica a las actrices tan lejos y tan cerca de sus personajes en cuanto a sus edades y a sus actitudes. También es la confirmación de esa amistad inevitable, ese terreno que prepararon los amigos en común y la fuerza de una escena y que hoy las tiene agarradas de las manos durante toda la entrevista. Un vínculo que se refleja en cada mirada cómplice, en cada frase que empieza una y termina otra, en un lenguaje corporal que desafía las poses y las convenciones propias de las ruedas de prensa. Es que, en definitiva, la relación que forjaron Zoe y Miranda bajo la tutela de Morena radica el atractivo principal del filme. “Somos muy parecidas, matcheamos al segundo y eso resultó muy fácil para filmar la película”, dice Hochbaum. Y de la Serna confirma con una sonrisa. Miranda de la Serna y Zoe Hochbaum, pura complicidad delante y detrás de la pantalla (RSFotos) Un poco road movie, otro poco thriller, con guiños bizarros y la opulencia del paisaje de Bariloche como atractivo, Verano Trippin se inscribe en el género coming of age, en el que dos amigas transforman una adolescencia algo bucólica en una trama de aventuras que las deposita de manera brusca en la vida adulta. Encuentran en el cultivo y venta de marihuana una alternativa posible para dar un salto económico hasta que se topan con el personaje de Lali Espósito. La estrella pop tiene una destacada actuación como una narcotraficante que se empecina en alterar la pyme económica y los lazos afectivos que unen a las chicas. “Fue un desafío para ella y se entregó de lleno a su personaje”, dicen sobre la cantante, parte estelar de un elenco muy sólido que completan Ariel Staltari, Manuel Fanego, Juan Grandinetti, Valentín Wein, Simón Saieg y Brian Sichel. —Es muy loco pensar que aquellas charlas que podrían haberse perdido como tantas otras, se hayan convertido en una película ya pronto a estrenarse. ¿Cuánto de esas ideas que intercambiaron con la directora se terminaron plasmando en la película? Hochbaum: —Cambió mucho la historia, y me parece que todo se enriqueció y fue para mejor. Y pasó algo muy lindo que no suele suceder, y es que todos fuimos un poco parte del proceso. Y esto lo digo más como actriz que como productora, me sentí muy partícipe de mi personaje y creo que a Miru también le pasó lo mismo: supimos que la película íbamos a ser nosotras, nuestros personajes, con todo lo que rodea el mundo de estas chicas. Y estaba buenísimo que pudiéramos aportar un poco a esa adolescencia que nos empieza a quedar cada vez más lejos (risas). De la Serna: —Yo creo que la película habla del desamor de la amistad, que me parece todavía más doloroso que el desamor romántico. Y aborda un punto muy clave en la vida de cualquier persona, que llega cuando creés que tus amigos son para toda la vida, pero de repente te das cuenta de que ya no tenés muchas cosas en común. Es una salida del cascarón para estas dos adolescentes que se amaron toda la vida y se siguen amando, pero cuando ven que sus caminos se empiezan a separar, sienten ese dolorcito muy adentro. Hochbaum: —Y habla también de las decisiones que tomás siendo adolescente, que no estamos tan lejos en términos de edad, pero sí de actitud y de esencia. Y también de que cuando pasás cierta edad, se pierde esa sensación de inmortalidad. De la Serna: —Ese ángel que te cuida de adolescente y no sabés cómo pero nunca te pasa nada... Hochbaum: —Exacto. Y ellas ese ángel lo tienen toda la película. Miranda como Toni y Zoe como Lena, las protagonistas de la película —En medio de esa inconsciencia generacional, y amparadas en ese ángel de la guarda, Lena y Toni se meten en una cada vez más complicada. Hochbaum: —Sí, ellas se sienten oprimidas, encerradas en un hastío y una cotidianeidad y quieren hacer algo distinto con su vida. Lena, mi personaje, tiene un viaje planificado por estudios y no tiene mejor idea que invitar a su mejor amiga. Ante la necesidad de conseguir el dinero para el pasaje, lo que arranca siendo como algo inocente, que es vender marihuana, termina siendo algo mucho más polémico. Y en ese camino descubren que hay gente metida muy oscura y muy complicada. —La película se filmó entre Bariloche y Montevideo. ¿Cómo juega el ambiente a la hora de construir los personajes y la historia? Hochbaum: —Fue loco porque, al principio en Bariloche nos llovió casi todos los días, lo que hace todo más complejo por un tema de continuidad. Aparte hacía frío, se mojaba la ropa, era todo una fiaca. Pero al final nos terminó jugando a favor y aportó un color entre grisáceo y oscuro que adquiere la película. De la Serna: —Y con esos fondos patagónicos que no ves en cualquier película. Es realmente un placer poder actuar con el Cerro Catedral de fondo. La película arranca muy inocente y en un momento hay un quiebre y se empieza a tornar un poco más sombría. Y eso se ve también en el clima. El filme dirigido por Morena Fernández Quinteros se rodó en Bariloche y Montevideo —Y la convivencia en estas condiciones supongo que habrá sido una prueba para esa amistad inevitable y a primera vista de la que hablábamos antes. Hochbaum: —Es tremendo porque desde que nos conocimos no hubo que construir nada. A las dos nos pasó lo mismo. Obviamente, hubo que confirmar que eso que flasheamos era cierto, y detrás de eso hay una construcción. De la Serna: —Nos conocimos en España, y a partir de ese día empezamos a hablarnos todos los días por WhatsApp. Fue una relación a distancia, ya con la película en el horizonte, y cuando volví empezamos con los ensayos. Hochbaum: —Esto lo acabo de pensar mientras la escuchaba a Miru. A la vez que la película trata de un desamor, nosotras en la vida real estábamos en todo lo opuesto, construyendo un nuevo amor, re lindo, re sano. Al punto que nos angustiábamos ensayando la escena de la pelea, porque teníamos que enojarnos y a mí me cuesta mucho enojarme, y más me costaba con ella que la amo. De hecho, ese día nos reputeamos, estaba horrible el clima y nos quedamos las dos angustiadas. Obvio que estaba todo bien, a Zoe y a Miranda no les pasó nada, pero esa es la magia de actuar —El camino de Lena y Toni se termina de oscurecer cuando se encuentran con el personaje de Lali Espósito. ¿Cómo llega Lali a la película y qué faceta vamos a ver de ella? Hochbaum: —Lali y Morena son íntimas amigas de hace muchos años y siempre fue un deseo que una de sus mejores amigas esté en la película. A partir de ahí nos pusimos a pensar cómo hacer para que esto sea un desafío para ella también, algo divertido y diferente a lo que la gente espera verla. Y creo que lo logramos. Es increíble a lo que ella se prestó, a la confianza absoluta que depositó en su amiga, en la producción y en nosotras. Miranda de la Serna, Zoe Hochbaum, Morena Fernández Quinteros y Lali Espósito durante la filmación de Verano Trippin De la Serna: —Además se aprende mucho de una persona como Lali que tiene tanto oficio, que trabaja desde que es muy chica y que hace mil cosas. Es muy lindo ver cómo alguien así también logra llegar a los lugares difíciles del personaje, con una actuación muy enigmática como no se la vio muchas veces. Es una narcotraficante que nuestros personajes la ven como a un mito, se la imaginan de mil maneras y se sorprenden porque es muy joven para tener ese lugar. Al mismo tiempo es una figura adulta, de las muy pocas que hay en la película, que se aprovecha un poco de la inocencia de estas chicas, las lleva al límite y está todo el tiempo probando su amistad. —Divide y reinarás. Hochbaum: —Sí, es muy interesante esto que dice Miru de cómo las pone en jaque a ellas. Y las manipula mucho desde el lugar también de mujer. Siento que para Lena, de pronto es como una referente, alguien a quien admira, y en realidad está haciendo todo mal porque es una mina muy mala. —Venimos hablando de la adolescencia, en un punto cercana a sus veintitantos, a veces más lejos. ¿Cuánto tienen ustedes de sus personajes, de sus rebeldías, sus inocencias? Hochbaum: —Yo siento que había mucho de mí en Lena en los primeros bocetos de guion; de hecho, con More hablábamos de mi adolescencia y a ella le servía traer esos recuerdos para después evocarlos en la escritura. Con el tiempo eso se fue lavando porque Lena empezó a ganarle a Zoe, por suerte. Somos tan diferentes que de ahí nació la idea de teñirme el pelo. "Somos muy parecidas, matcheamos al segundo y eso resultó muy fácil para filmar", dice Zoe Hochbaum para explicar la amistad con Miranda de la Serna De la Serna: —En mi caso veía en Toni a mi yo de adolescente más que a mi yo de ahora. Con esa inocencia de jugármela siempre porque sabía que no me podía pasar nada. Pero al mismo tiempo, esa culpa de irme al carajo, de meterme en lugares donde no tenía que meterme. Yo siempre tuve amigos más grandes, salía con ellos y al mismo tiempo tenía unos padres muy presentes, igual que los de Toni. Desde ese lugar me pude encontrar, en esa disyuntiva de querer salir a comerme el mundo y exponerme a peligros con la seguridad de tener el respaldo de mis padres. —¿Creen que la película refleja algo de los adolescentes de hoy? Hochbaum: —La peli es medio atemporal, y eso es algo muy interesante. No tiene celulares, no tiene pantallas, la ropa no se relaciona con ninguna moda ni ninguna época. No fue pensada con el foco en reflejar la sociedad, sino que el foco es la relación entre estas dos amigas. Y está bueno, porque no siempre la ficción tiene que retratar algo real. Después, si en la vida hay Lenas y Tonis, que se sientan reflejadas, está buenísimo, porque eso haría que la película vuele más alto. De la Serna: —Yo creo que todo lo que pasa en la película es un vehículo para contar esta historia. No es un retrato realista de lo que son las adolescentes hoy en día, porque tiene elementos nostálgicos, de repente van a un skate park, se quieren hacer las cool, a mí me pega como desde un lugar nostálgico. Y por momentos la bizarrea un poco y eso me vuelve loca, me encanta. Lali Espósito como la villana de Verano Trippin —Se viene el estreno ahora el 11 de septiembre, con todo lo que significa estrenar en salas comerciales hoy en día y con todo lo que se viene discutiendo respecto al cine argentino. ¿Qué quieren que pase con la película? Hochbaum: —¡Queremos que la gente vaya al cine a verla! A mí algo que me emociona mucho del cine es ese grupo de personas viendo la misma película en una pantalla. Y es completamente opuesto a lo que sucede siempre, que somos muchas personas, cada una con su propia pantalla viendo su propia película. Y hay algo con tantas grietas en el mundo y en nuestro país y con tantas diferencias todo el tiempo, que ver a un grupo de personas que coincidan en algo, es re lindo. Ojalá que le vaya bien a la película, en términos de que si eso sucede le va bien al cine argentino. Siento que hacer una película en nuestro país es mucho más que eso. Es un acto de resistencia, es una militancia. De la Serna: —Ir al cine ya es un acto de resistencia. Ocupar esos espacios que hoy en día están cada vez más en riesgo. Me parece que está bueno que la gente vaya al cine a verla, y aparte esos fondos patagónicos preciosos y nuestras actuaciones bárbaras hay que verlas en pantalla gigante (risas).
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