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  • Estrategias financieras frente a la incertidumbre electoral

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 07/09/2025 04:22

    Entender el comportamiento de los ahorristas, sus preferencias y la manera en que diseñan estrategias es esencial para proteger el capital Invertir en activos líquidos resulta complejo, especialmente en Argentina durante años electorales, cuando la política se presenta como la principal fuente de incertidumbre. Entender el comportamiento de los ahorristas, sus preferencias y la manera en que diseñan estrategias es esencial para proteger el capital. Un relevamiento de Focus Market sobre 4.760 casos revela un dato significativo: el plazo fijo es elegido por el 32% de quienes participaron. Este patrón responde a la dinámica propia de los años de elecciones, en los que suelen registrarse subas de tasas de interés para absorber pesos y desalentar la dolarización previa a los comicios. Así surge un incentivo “artificial” que promueve la permanencia en moneda local, mediante rendimientos de corto plazo atractivos frente a la inflación. El plazo fijo es elegido por el 32% de los ahorristas consultados (Focus Market) El segundo puesto corresponde al dólar, con 19% de los argentinos eligiendo el ahorro en esa moneda. Aquí surge la paradoja nacional: pequeños y medianos inversores se aferran al billete estadounidense como salvavidas histórico, aunque no genere intereses. Su función es clara: ser refugio de valor ante la volatilidad política y económica. Dos razones sostienen esta preferencia: por un lado, la costumbre de “pensar en dólares”; por otro, la expectativa de que una suba de la divisa tras las elecciones pudiera otorgar una mejora igual o mayor que un plazo fijo del 13% o 15% trimestral. Persiste en muchos la costumbre de “pensar en dólares” y la expectativa de que una suba de la divisa tras las elecciones pudiera otorgar una mejora igual o mayor que un plazo fijo del 13% o 15% trimestral (Foto: Reuters) En la percepción del ahorrista, la apuesta por el dólar parece una jugada sin riesgo, con potencial de ganancia en caso de saltos cambiarios. El inconveniente es que esa lógica no siempre se cumple y puede exponer al inversor a riesgos no contemplados. Este año, el contexto profundiza la tensión. Las próximas elecciones legislativas se desarrollarán en un clima de polarización pronunciada: Si el oficialismo refuerza su posición en el Congreso, avanza con margen en reformas estructurales (laboral, previsional y otras). Si la oposición suma bancas, se configura un escenario de frenos legislativos que complicará la agenda y tendrá impacto hacia las presidenciales del año próximo. Expectativas de inflación Aunque la economía se mueve al ritmo de las expectativas, el objetivo de la administración actual es la estabilidad, por lo que mantiene ciertos indicadores controlados. El último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) proyecta una inflación anual de 27,3%. El dólar oficial varía entre $1.320 y $1.385. Paralelamente, la tasa de interés para un plazo fijo puede llegar al 54 % anual, es decir, un 4,5% mensual. El dilema entre pesos y dólares se mantiene vigente. La experiencia reciente confirma un mismo patrón: aumentos de tasa en el corto plazo, volatilidad cambiaria contenida antes de las votaciones y, luego, ajustes de precios del dólar La experiencia reciente confirma un mismo patrón: aumentos de tasa en el corto plazo, volatilidad cambiaria contenida antes de las votaciones y, luego, ajustes de precios del dólar en diversas variantes. Así ocurrió en 2015, 2019 y 2023. Por eso, el dólar conserva su papel de “moneda emocional”. Diseñar un portafolio resistente a la incertidumbre se vuelve imprescindible. La clave está en diversificar y en establecer un horizonte temporal claro. Los activos de renta fija (plazos fijos, bonos del BCRA, Letras del Tesoro, obligaciones negociables) ofrecen previsibilidad y flujo inmediato, lo que responde mejor a perfiles conservadores. Diseñar un portafolio resistente a la incertidumbre se vuelve imprescindible (Foto: Reuters) Apostar solamente a estos instrumentos, a largo plazo, equivale a quedar demasiado expuesto al peso argentino, ya que un salto cambiario puede licuar el rendimiento en pocos días. Para aquellos con perfil moderado o agresivo, conviene sumar acciones locales, Cedear de empresas internacionales y, para quienes toleran mayor volatilidad, criptomonedas. De este modo, se pueden diversificar riesgos y dolarizar parte del portafolio sin necesidad de adquirir billetes físicos. Para aquellos con perfil moderado o agresivo, conviene sumar acciones locales, Cedear de empresas internacionales y, para quienes toleran mayor volatilidad, criptomonedas Aun con una cartera diversificada, los errores más habituales siguen estando presentes: Ingresar cuando las tasas ya se encuentran en su punto máximo. Vender en situaciones de pánico ante caídas. Apostar a un único escenario. Actuar por rumor o moda sin realizar análisis propio. Ignorar el contexto local e internacional. Desestimar riesgos implícitos en cada activo. No considerar comisiones y costos de transacción. Optar por apalancamiento excesivo. No definir ni plan ni horizonte temporal. Como enseñó Warren Buffett, es más ventajoso ser temeroso ante la avidez de otros y codicioso cuando los demás temen. Disciplina y paciencia suelen ser mejores aliadas que las decisiones impulsivas. El blindaje real no proviene del activo perfecto, sino de construir un plan financiero personal robusto. El punto de partida es disponer de un fondo de liquidez para cubrir entre tres y seis meses de gastos fijos, invertido en herramientas líquidas como money market o plazos fijos cortos. Debe diversificarse entre pesos, dólares, Cedear y, para quienes aceptan mayor volatilidad, activos vinculados a criptomonedas Seguidamente, debe diversificarse entre pesos, dólares, Cedear y, para quienes aceptan mayor volatilidad, activos vinculados a criptomonedas. La renta fija agrega estabilidad y flujo; la renta variable permite oportunidades de crecimiento a mediano plazo. Es aconsejable sumar coberturas y opciones alternativas, como oro, fondos globales o instrumentos atados al dólar, como protección frente a shocks inesperados. Todo debe estar sostenido por hábitos financieros firmes: ahorro automático, aportes programados y la capacidad de no dejarse arrastrar por el ruido electoral circundante. Todo debe estar sostenido por hábitos financieros firmes: ahorro automático, aportes programados y la capacidad de no dejarse arrastrar por el ruido electoral Invertir durante años electorales en Argentina se asemeja a jugar una partida de ajedrez con piezas de valor variable. Habitualmente, suben las tasas, se contiene el dólar y, finalmente, los precios se ajustan. La expectativa mantiene al dólar como refugio principal, aunque en el corto plazo los pesos puedan lograr mejor rendimiento. La respuesta es el equilibrio: diversificar portafolios, mantener una estrategia propia y no apostar solo a un escenario. Al final, el éxito financiero depende de la capacidad para anticipar, planificar y sostener cada decisión con disciplina, más allá de quién gane en las urnas. El autor es Analista económico y director de Focus Market

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