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» Primerochaco
Fecha: 06/09/2025 13:41
Cómo se llaman los «hilitos blancos» de la mandarina y qué beneficios tiene El albedo o los «hilitos» de la mandarina tiene múltiples beneficios que contribuyen a tu salud. En botánica se llama albedo (o mesocarpio) a la parte esponjosa y fibrosa que recubre los gajos de los cítricos. Popularmente, se les conoce como hilitos blancos de la mandarina. A diferencia de la pulpa jugosa, el albedo tiene una textura fibrosa y sabor ligeramente amargo. Aunque mucha gente lo quita por costumbre, nutricionistas explican que en realidad no es un desecho, sino la parte más saludable de este tipo de frutas. El albedo está compuesto sobre todo por fibras solubles y polisacáridos (como la pectina), además de vitaminas y minerales. Contiene pectina, una fibra soluble que mejora el tránsito intestinal y ayuda a reducir el colesterol LDL en sangre. También aporta flavonoides antioxidantes como la hesperidina y la naringenina, potentes compuestos que protegen las células del daño oxidativo. Principales beneficios para la salud De acuerdo con un blog especializado, las personas que consumen el calcio, magnesio y potasio de la mandarina tienden a tener una mayor densidad mineral en los huesos. Por ello, sus huesos son más fuertes y menos propensos a fracturarse. Las mandarinas son apreciadas por su sabor dulce y su alto contenido en vitamina C, que refuerza el sistema inmunológico y favorece la absorción del hierro. Bien, ahora respecto a esos «hilitos» que nadie quiere comer, los flavonoides del albedo son potentes antioxidantes que ayudan a combatir el estrés oxidativo y la inflamación. Por lo general, estos compuestos pueden proteger la salud cardiovascular y reducir el riesgo de enfermedades crónicas. También aporta fibra soluble en abundancia. Esta fibra mejora la digestión, previene el estreñimiento y alarga la sensación de saciedad. Asimismo, colabora en el control de los niveles de azúcar en sangre, ya que ralentiza la absorción de glucosa. Gracias a la pectina y los polifenoles que contiene, el albedo ayuda a disminuir el colesterol “malo” (LDL). Además de fibra y flavonoides, estas hebras aportan vitamina C, potasio y magnesio. Estos micronutrientes refuerzan el sistema inmune, colaboran en la síntesis de colágeno (salud de la piel y vasos) y ayudan a regular la presión arterial. En conjunto, comer el albedo contribuye a prevenir el envejecimiento celular y fortalece la salud cardiovascular.
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