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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 06/09/2025 07:23
Un grupo de mujeres se manifiesta durante el Día por la Despenalización y Legalización del Aborto, en Santiago de Chile (EFE/Elvis González) Con la vista puesta en las elecciones presidenciales del 16 de noviembre, el Gobierno de Gabriel Boric apretó el acelerador y le puso el pasado jueves urgencia simple al proyecto de aborto libre ingresado hace tres meses al Congreso -una de sus promesas de campaña-, el que por estos días se tramita en la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados. La nueva normativa busca dejar atrás la actual Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en tres causales, aprobada en 2017 durante el segundo Gobierno de Michelle Bachelet, la que posibilita la interrupción voluntaria del embarazo cuando sea fruto de una violación, exista riesgo para la madre o haya inviabilidad del feto. Sin embargo, sectores conservadores, médicos y hasta recintos de salud completos han aducido objeción de conciencia al respecto, poniendo obstáculos a su instauración. Según cifras oficiales, 6.249 mujeres y niñas se acercaron en los últimos siete años a centros de salud públicos y privados para interrumpir su embarazo por alguna de estas tres causales, y solo el 15% decidió continuar adelante con la gestación. ¿Las más afectadas? Niñas en el rango de los 13 años, asunto que representa un delito y obliga a los centros de salud a reportarlos. La propuesta actual determina un plazo de 14 semanas para la interrupción voluntaria del embarazo, sea cual sea la causa. Pero a pesar de la urgencia impuesta por el gobierno -que busca aprobar el proyecto en un mes-, la discusión se prevé álgida, puesto que la oposición y la Democracia Cristiana ya han dicho que no tienen sus votos disponibles para aprobar la iniciativa, mientras que el trámite legislativo incluye el paso por las comisiones de Salud y Constitución en la Cámara de Diputados, para llegar finalmente al Senado. El proyecto fue ingresado hace tres meses al Congreso chileno (EFE) Oposición en contra En los últimos meses, la derecha en pleno ha expresado su rechazo al aborto libre y dejado en claro que no darán sus votos para aprobar la iniciativa. A fines del año pasado, cuando el gobierno anunció que la iniciativa sería enviada al Congreso, desde la oposición acusaron una “cortina de humo” para tapar los problemas del Ejecutivo, como la crisis de seguridad producto del alza de la delincuencia y, por esos días, el Caso Monsalve. Así lo dejó en claro la jefa de bancada de diputados de Renovación Nacional (RN), Ximena Ossandón, quien sostuvo que “esta es una tónica que usa este Gobierno, que cada vez que tiene que cambiar una agenda tira la pelota al córner para tratar de cambiar el foco de la discusión”, según consignó Cooperativa. “Yo pienso que no va a tener los votos en la Cámara (de Diputados) y tampoco en Chile. Chile no es un país abortista”, agregó taxativa. De la misma opinión fue el diputado Jorge Guzmán (Evópoli), quien señaló que “en Chile ya existe una ley que regula el aborto en tres causales. Lo único que justifica la persistencia del gobierno en la presentación de este proyecto de ley es intentar una cortina de humo para los problemas que está viviendo el gobierno. No se justifica, no tienen los votos y no es prioritario para la ciudadanía”. Finalmente, la diputada Joanna Pérez (Demócratas) aseveró que “este proyecto no tiene posibilidad de votarse en este periodo por los tiempos y también porque no hay una postura unánime en torno al tema. Yo en lo particular ya voté negativamente un mal proyecto que se generó por moción y por lo tanto difícilmente voy a cambiar mi votación”, remató, según el medio citado. Así las cosas, este jueves, el diputado Frank Sauerbaum (RN) insistió en que desde el gobierno “saben que el aborto no tiene mayor apoyo en el Congreso (...) La gente debe tener claro que el Gobierno ya dejó de gobernar: va a administrar de aquí a fin de año, tratando de no perder el poco apoyo que le queda presentando un proyecto de ley que no tiene ningún destino“. La Democracia Cristiana también se ha mostrado contraria a la iniciativa. La negativa de la DC Por su parte, desde la Democracia Cristiana también han manifestado en varias ocasiones su rechazo al proyecto, asunto que complica a su aliada, la candidata presidencial del oficialismo, Jeannette Jara. A mediados de agosto, Jara sorprendió a su sector al excluir de su programa de gobierno el proyecto de aborto libre, lo que fue interpretado como un “guiño” hacia la DC, colectividad que sufrió una crisis interna y vio renunciar a su presidente -el diputado Alberto Undurraga-, cuando la directiva decidió apoyar la candidatura de la militante comunista, rival histórico del falangismo. “Es un proyecto que se está discutiendo en el Parlamento, que no tiene los votos y dificulto que los tenga en el futuro, y lo dijo la propia candidata presidencial: estamos poniendo el énfasis en aquello que nos une“, agradeció el vicepresidente de la Cámara de Diputados y vocero del comando DC, Eric Aedo. La ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, lamentó que para los proyectos como este "nunca han estado los votos". Ministra Orellana: “Un debate que tiene que darse” A pesar de esto, la movida del gobierno de Boric fue aplaudida por parlamentarios oficialistas y refrendada por la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, quien recordó que “tal como lo hemos conversado con el presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, una vez que se pudieran despachar los proyectos prioritarios, como lo eran la Superintendencia Isapre y la Ley Ricardo Soto, íbamos a entrar en esta discusión. No hay ninguna novedad en el cronograma”. Tocante a los votos necesarios para aprobar el proyecto de ley, sostuvo que “para los derechos de las mujeres, y en particular para proyectos como este, nunca han estado los votos”, sin embargo, aseguró que lo importante es que “se puedan dar los debates”. Finalmente, respecto a la posición de la Democracia Cristiana, colectividad que decidió apoyar la candidatura de la militante comunista Jeannette Jara, pero que se opone tajantemente a esta iniciativa, Orellana manifestó que en el gobierno tienen más que clara su postura, pero recalcó que se trata de “un debate que también el Ejecutivo ya ha instalado y que tiene que darse”.
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