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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 06/09/2025 01:03
La imagen del Webb revela miles de estrellas jóvenes en la Nebulosa de la Langosta La última imagen capturada por el Telescopio Espacial James Webb de la NASA dejó al descubierto miles de estrellas recién nacidas. La fotografía, que muestra el cúmulo estelar Pismis 24 en el núcleo de la Nebulosa de la Langosta, presenta una de las regiones de formación estelar más cercanas y activas de la Vía Láctea, ubicada a unos 5.500 años luz de la Tierra, en la constelación de Escorpio. Este avance supone un paso significativo en el estudio de la formación estelar y la exploración astronómica. La imagen, producto de más de cinco horas de observación con la cámara de infrarrojo cercano NIRCam del Webb, destaca un panorama de contraste: dos tercios del cuadro muestran un firmamento azul y negro lleno de estrellas de diversos tamaños y colores, mientras que la parte inferior exhibe una formación que recuerda a montañas escarpadas, en tonos naranja, amarillo y marrón. Sobre los picos parece elevarse vapor, que se funde con una nube etérea y blanquecina, en tanto que una banda diagonal de tonos naranja y marrón cruza la esquina superior derecha. Solo fragmentos de la Nebulosa de la Langosta resultan visibles, ya que se extiende más allá del campo cubierto por la cámara. El Telescopio James Webb permite analizar la interacción entre polvo, gas y radiación en una región activa de la galaxia El Webb, especializado en el infrarrojo, atravesó las densas nubes de polvo y gas, permitiendo revelar miles de estrellas jóvenes de distinta masa y color. Las más grandes y luminosas, reconocibles por los picos de difracción de seis puntas, corresponden a los astros más masivos del cúmulo. Entre ellas sobresale Pismis 24-1, una estrella que fue considerada la más masiva conocida, aunque investigaciones recientes demostraron que son al menos dos astros, con masas de 74 y 66 veces la del Sol. La imagen también muestra cientos o miles de miembros más pequeños del cúmulo en blanco, amarillo o rojo, según su tipo y la cantidad de polvo circundante. El fondo de la fotografía revela decenas de miles de estrellas de la galaxia. Esta escena ofrece datos importantes sobre los procesos de formación estelar. Las estrellas más jóvenes y calientes, en algunos casos hasta ocho veces más calientes que el Sol, emiten radiación y vientos tan intensos que esculpen cavidades en la nebulosa. El Telescopio James Webb permite analizar la interacción entre polvo, gas y radiación en una región activa de la galaxia - (EFE) Estas fuerzas modelan y comprimen el polvo y el gas, facilitando el nacimiento de nuevas estrellas en columnas y espirales detectadas en la imagen. Un claro ejemplo es la espira más alta, que mide unos 5,4 años luz y cuya base podría albergar más de 200 sistemas solares similares al nuestro hasta la órbita de Neptuno. El significado de los colores en la imagen responde a un criterio científico: el cian corresponde a hidrógeno ionizado y caliente, el naranja a moléculas de polvo similares al humo terrestre, el rojo a hidrógeno molecular frío y denso, y el negro a regiones gaseosas densas y oscuras. Las áreas blancas y vaporosas señalan polvo y gas que dispersan la luz estelar, explicó The Associated Press (AP). Pismis 24, en el núcleo de la Nebulosa de la Langosta, constituye un laboratorio excepcional para estudiar estrellas masivas. Su cercanía permite examinar con detalle tanto las propiedades como la evolución de estos astros jóvenes y calientes, así como entender los mecanismos que desencadenan su formación. La región es considerada esencial para investigar el desarrollo de las estrellas más grandes conocidas. Características del Telescopio Espacial James Webb El Telescopio Espacial James Webb fue lanzado el 25 de diciembre de 2021 desde la Guayana Francesa mediante un cohete Ariane. Es el observatorio espacial más grande y potente construido hasta ahora, resultado de la colaboración entre la NASA, la ESA y la CSA. La misión Webb es fruto de la colaboración internacional entre NASA, ESA y CSA - (foto: Tecnología del futuro) El Webb tiene un espejo principal de 6,5 metros recubierto de oro y un escudo solar de cinco capas del tamaño de una pista de tenis, diseñado para mantener la temperatura de sus instrumentos a niveles extremadamente bajos. Opera a 1,6 millones de kilómetros de la Tierra, distancia que impide cualquier reparación directa, a diferencia del Hubble. Diseñado para observar el universo en el infrarrojo, el Webb puede captar la luz de las primeras estrellas y galaxias aparecidas tras el Big Bang, hace aproximadamente 13.800 millones de años. Su duración prevista supera los diez años, con posibilidad de reabastecimiento de combustible si la tecnología lo permite. Miles de personas de 29 países participaron en el desarrollo desde la década de 1990. Tras múltiples retrasos y retos técnicos, el lanzamiento fue considerado por Thomas Zurbuchen, jefe científico de la NASA, como “un regalo de Navidad para la humanidad”. La misión Webb ha sido descrita como un desafío extraordinario. Josef Aschbacher, director general de la ESA, reconoció la tensión durante el lanzamiento y la complejidad de las operaciones necesarias en el espacio. Massimo Stiavelli, responsable de la misión en el Space Telescope Science Institute, mencionó el reto de equiparar el legado del Hubble, aunque el Webb es cien veces más potente. Steven Hawley, astronauta y astrónomo retirado, manifestó su inquietud por la imposibilidad de reparaciones, recordando que el Hubble necesitó intervenciones en órbita para corregir fallos originales. Según señaló Bill Nelson, administrador de la NASA, el Webb ofrece una ventana insustituible para profundizar en los misterios del universo y en la investigación sobre el origen y el destino de la humanidad.
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