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Parana » Radio La Voz
Fecha: 05/09/2025 18:30
Miles de personas se movilizaron con obreros de la siderúrgica de Techint. Sin embargo, la empresa se prepara a reencender el alto horno y volver a la producción, a pesar de las medidas por tiempo indeterminado. Tal como se esperaba, la movilización de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de este jueves en respaldo a la lucha de los trabajadores de Ternium Siderar de San Nicolás fue masiva. Reunió a los obreros de esa planta con los representantes sindicales de regionales de la UOM del resto del país. Fue encabezada por Abel Furlán, secretario General del gremio, y Naldo Brunelli, secretario General de la seccional San Nicolás. La marcha partió de la planta General Savio y terminó en la catedral. Congregó también a miles de pobladores de esa ciudad de 165 mil habitantes, entre militantes de partidos políticos y movimientos sociales y ciudadanos de a pie. Si bien el respaldo a la lucha de los trabajadores de Ternium es amplio, la empresa parece estar saliéndose con la suya toda vez que, mediante maniobras y amenazas, está logrando que los huelguistas vuelvan al trabajo sin haber alcanzado su objetivo de obtener un aumento de salarios. La movilización La UOM focalizó sus reclamos en la figura de Paolo Rocca, el principal accionista de Techint, que es la dueña de Ternium, y planteó la movilización como un límite a la “voracidad” del magnate del acero. La concentración comenzó al mediodía frente a la puerta de acceso de Ternium. A las 14, con la salida del turno mañana, comenzaron a organizarse las columnas que luego avanzaron en caravana por la avenida Savio hasta el corazón de San Nicolás. A lo largo del recorrido, la movilización recibió el respaldo de la población con aplausos de los transeúntes y toques de bocina de los automovilistas. Es que la lucha de los trabajadores de Ternium Siderar conmueve a toda la ciudad de 165 mil habitantes y que vive de la actividad de la acerera. Se sumaron seccionales de la UOM del Gran Buenos Aires (Avellaneda, La Matanza, Quilmes, Tres de Febrero, San Martín y San Miguel), además de otras de la provincia (La Plata, Campana, Chivilcoy y Pergamino), de Santa Fe (Paraná, Casilda y Las Parejas), Córdoba (Córdoba Capital, Bellville, Villa María) y de otros lugares del país, como Río Grande. En su discurso, Brunelli señaló que el conflicto se inició porque la UOM se sentó a negociar con Ternium Siderar “un salario digno y lo que nos ofrecieron fue un 2 por ciento”. Agregó que “a partir de allí comenzó una discusión que se profundizó y que esta semana degeneró en despidos y es lo que estamos sufriendo hoy”. En tanto, Furlán apuntó contra “proceso de desindustrialización que lleva adelante el gobierno nacional” al tiempo que aseguró que la UOM “defiende los modelos de desarrollo de nuestra industria”. Pero, enfatizó, eso no puede llevarse a cabo “con salarios de hambre, pretendemos industria con salarios dignos”. Furlán recordó que la paritaria de la rama siderúrgica aún sigue abierta, tras 13 meses de discusiones y “cientos de reuniones”. Cuestionó a las empresas que aducen un estado de crisis para plantear aumentos de salarios por debajo de la inflación. “Eso es mentira. Ninguna de las empresas que representa Paolo Rocca está en crisis”, señaló. Y concluyó: “Vine a acompañar la lucha noble y justa de los trabajadores, no vine a permitir despidos. Está mal que aquel trabajador que viene a defender su dignidad sea despedido por una patronal insensible”. Ternium vuelve a producir El martes 2 la empresa logró dar un giro a la situación del conflicto. Unos días antes, el viernes 29 de agosto, tras diez días de pelea, Ternium impidió el ingreso de unos 1200 trabajadores del turno mañana. Se trató de una advertencia a los obreros que retenían tareas con presencia en sus puestos de trabajo. Estos obreros formaban parte de los más de 4000 que mantenían las medidas de fuerza, de un total de unos 7000 trabajadores que se desempeñan en alrededor de 50 pymes en las que Ternium Siderar delega o terceriza tareas de producción y mantenimiento. La acería, además, tiene una plantilla propia de 8000 empleados, lo que arroja un total de 15.000 trabajadores en el establecimiento. El reclamo de los tercerizados era un aumento salarial de entre 35% y 50%, dependiendo de las categorías y antigüedad. Según refirió la UOM, la oferta de las tercerizadas, avaladas por Ternium, fue de aumentos por debajo de la inflación. Los tercerizados mantuvieron las medidas de fuerza durante el último fin de semana y el lunes 1 de septiembre. Pero al día siguiente, Techint se movió con dos maniobras. De un lado, rescindió su contrato con la empresa Loberaz, la que inmediatamente despidió a 220 trabajadores; del otro, hizo un apagado controlado del alto horno, el corazón de la acería. Y amenazó con más rescisiones de contratos si las pymes no lograban que sus trabajadores levantaran las medidas. El golpe se sintió. En la mañana del miércoles la UOM organizó una asamblea con los despedidos en la que flotaba la bronca contra los trabajadores que concurrieron a trabajar y levantaron las medidas. En ese encuentro, la UOM anunció que dejaría que cada trabajador manifestase su voluntad de continuar con las medidas y se votó generar un listado de los despedidos que querían volver al trabajo a fin de presentarlo ante Ternium y que ello derivase en una reactivación del contrato de tercerización con Loberaz. Este jueves la acería tuvo una cantidad importante de personal dispuesto al trabajo, con lo que la empresa puso en marcha el plan de reinicio de las actividades del alto horno. La situación había cambiado por completo y la táctica de la UOM, de dejar que cada trabajador decidiera si quería seguir con las medidas de lucha, demostró sus límites. El giro fue de la mano de otro vuelco: la UOM pasó de discutir salarios a debatir la defensa de los puestos de trabajo, según dijo el dirigente de la seccional San Nicolás, Luis Sánchez. Así las cosas, si bien la retención de tareas era por tiempo indeterminado, se estaría desgranando sin haber logrado el aumento de salarios que la motivó.
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