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» Derf
Fecha: 04/09/2025 00:31
Con su popularidad peor que en la crisis de los Chalecos Amarillos, el presidente francés Emmanuel Macron busca acercarse a los socialistas para hacer un acuerdo y que su gobierno no caiga el próximo lunes. «No hay desafíos políticos que se pierdan de antemano», declaró Emmanuel Macron en el Consejo de Ministros en la mañana del miércoles en relación con el voto de confianza, solicitado por François Bayrou en la Asamblea Nacional. Macron insta a sus aliados a «colaborar» con el Partido Socialista. Foto: Reuters El propio Bayrou pidió la moción para poner a prueba un plan de ajuste de 40.000 millones de euros, resistido por la oposición. El presidente de la República instó a los miembros del gobierno a «movilizarse» e «intensificar los contactos y acuerdos» para intentar evitar un voto negativo. «No podemos censurar el lunes, debatir el martes y pedir el apoyo del bloque central el miércoles», expresó también con molestia. Esta indirecta podría estar dirigida tanto al Partido Socialista, que pretende votar en contra del voto de confianza de François Bayrou mientras reclama la presidencia de Matignon, como a los diputados recalcitrantes de Los Republicanos conservadores. Cortejados por el partido de Macron y en la mira de los rebeldes de Francia Insumisa, los socialistas juran lealtad a la izquierda y se preparan para la reunión con el primer ministro François Bayrou en Matignon, el jueves. El acuerdo Macron-PS Mientras Emmanuel Macron insta a sus aliados a «colaborar» con el Partido Socialista para evitar la dimisión de François Bayrou, Olivier Faure y sus tropas exigen a Matignon que intente un acuerdo sobre el presupuesto. Una postura de «traición», según los populistas de izquierda de Francia Insumisa. François Bayrou busca convencer a los franceses, a los partidos, a la derecha y a la izquierda de que la deuda pública francesa pone al país en una situación terminal. Hasta ahora no consigue sumar a nadie. Más que un castigo a un viejo lobo de la política, si cae, es un castigo al presidente Emmanuel Macron y sus políticas. El voto de confianza inconsulto del próximo lunes con sus propios ministros fue decidido en la Costa Azul entre él y Macron. Almuerzo en el Elíseo Ante este dramático escenario, el martes, Emmanuel Macron decidió abordar el tema reuniendo en el Palacio del Elíseo al primer ministro Bayrou, al secretario general de Renaissance, Gabriel Attal, y a los presidentes de Horizons y Los Republicanos, Edouard Philippe y Bruno Retailleau. Primer ministro de Francia, Francois Bayrou. Foto: Reuters Esto brindó la oportunidad de invitar a la «base común» de partidos que apoyan al gobierno actual a «colaborar con los socialistas para ampliar» la mayoría y así salvar a Bayrou de una dimisión forzosa. El Partido Socialista es el que puede salvar al náufrago Bayrou, pero hasta ahora Macron no había dado un paso hacia ellos. Los socialistas insisten en que su decisión de no otorgar la confianza a François Bayrou el 8 de septiembre es «irrevocable». Si varios de sus representantes irán a Matignon este jueves, es precisamente para reafirmar esta posición. «Pero sobre todo, para no entrar en negociaciones», insiste el Partido Socialista. «Pueden hacer todas las danzas del vientre que quieran: no estamos de acuerdo con ellos. No vamos a disfrazarnos para salvar a un gobierno de derecha», afirma Amine Mbarki, secretario nacional del Partido Socialista, a cargo de las federaciones y cercano a Olivier Faure. ¿Macron al Elíseo, el PS a Matignon? En realidad, los socialistas ya están en la era post-Bayrou. Desde su universidad de verano en Blois el fin de semana pasado, los socialistas —al igual que el ex primer ministro conservador Dominique de Villepin este miércoles— han afirmado que ha llegado el momento de confiar las riendas a la izquierda. Su apuesta es precisamente «voluntaria» para formar el próximo gobierno. El líder socialista Olivier Faure. Foto: EFE El martes por la noche, en LCI, el líder socialista Olivier Faure reiteró que «está obviamente a disposición del jefe de Estado, en cualquier momento, para discutir las condiciones en las que podríamos ocupar efectivamente puestos de gobierno». Estas declaraciones constituyen, una vez más, una «traición» para los rebeldes de Francia Insumisa. A lo largo de la noche, los cargos electos del movimiento mélenchonista intercambiaron disparos contra el primer secretario del Partido Socialista, culpable, a su juicio, de venderse al presidente por un puesto ministerial. «Olivier Faure está destrozando el programa del NFP y se pone a disposición de Macron para asegurar la continuidad del macronismo», acusó Manuel Bompard, coordinador del LFI, en X. Hadrien Clouet, diputado del LFI: «¿El Partido Socialista quiere gobernar con una mayoría de 66 diputados? Eso no es serio». «Olivier Faure y el Partido Socialista han optado por ponerse a disposición de Macron para ocupar el puesto que antes ocupaba Bayrou. Está dando instrucciones para decir que sí a cualquier socialista que se le proponga para el puesto de primer ministro. ¿Tondelier y Roussel siguen el ejemplo? ¡Qué increíble cambio de actitud!», escribió Jean-Luc Mélenchon, ideólogo de Francia Insumisa. «Quiero un gobierno de izquierdas» A pesar de la codicia de Macron y las acusaciones de traición rebelde, los socialistas se han mantenido hasta ahora extremadamente firmes. Si Emmanuel Macron nombrara a uno de los suyos como primer ministro en Matignon, el ganador lideraría un equipo compuesto íntegramente por figuras de izquierdas. «No quiero un gobierno mañana que sea a la vez de derechas e izquierdas. Quiero un gobierno de izquierdas», aclaró Olivier Faure, el líder socialista, el martes por la noche en LCI. Para convencer a Emmanuel Macron, los socialistas explicaron que estaban dispuestos a abandonar el Artículo 49.3 para lograr mayorías, texto a texto, en el Parlamento. Macron y Bayrou, muy impopulares El índice de aprobación del presidente Emmanuel Macron ha alcanzado su nivel más bajo desde 2017: solo el 15 % de los franceses confía en él. Un nivel inferior al de la crisis de los Chalecos Amarillos. El primer ministro François Bayrou se encuentra en la misma situación: solo el 14 % de los franceses confía en él. Su nivel más bajo desde que llegó a Matignon, con un 82 % de desconfianza. El primer ministro fracasó en su ejercicio educativo sobre la deuda pública en el verano europeo. Si quiere salvar el resto de su mandato, Emmanuel Macron tendrá que retomar rápidamente sus iniciativas políticas y ser flexible.
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