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  • Cristina, Maduro y Hezbollah: la condecoración que desnuda los lazos oscuros del kirchnerismo

    Parana » Analisis Litoral

    Fecha: 03/09/2025 17:57

    Por Análisis Litoral La política argentina tiene momentos difíciles de explicar, pero pocos tan vergonzosos como la escena en la que Cristina Fernández de Kirchner entregó la condecoración del Libertador General San Martín a Nicolás Maduro. Una medalla destinada a héroes de la independencia convertida en souvenir para un narcodictador que transformó a Venezuela en un infierno para su pueblo y en un enclave estratégico del crimen organizado en América Latina. Las imágenes que circulan estos días refuerzan esa trama oscura: Cristina compartiendo mesa con Hugo Chávez y Hassan Nasrallah, el jefe de Hezbollah abatido el año pasado en Beirut. No estaban Putin ni Xi Jinping en esas fotos. No hacía falta. Con Chávez y Nasrallah alcanzaba para marcar el mapa de amistades peligrosas que el kirchnerismo eligió como brújula política. El periodista peruano Jaime Bayly lo resumió sin anestesia: Maduro no solo fue aliado y discípulo de Chávez, sino también padrino y financista de Hezbollah. Llegó a ofrecerle a Nasrallah refugio en Venezuela y apoyo incondicional en América del Sur. La evidencia incomoda aún más cuando Estados Unidos, en medio de la guerra abierta contra el terrorismo en Medio Oriente, comienza a mirar de reojo hacia nuestra región. No es casualidad que esta semana el secretario de Estado norteamericano Marco Rubio presione en México y en otros países de la región por la extradición de criminales latinoamericanos que afectaron intereses estadounidenses. Y entre los nombres prohibidos para ingresar a suelo norteamericano aparece uno solo con pasaporte argentino: Cristina Fernández de Kirchner. La trama se mezcla con la política local. Milei, que alineó a la Argentina con Washington y declaró organizaciones terroristas a carteles vinculados al chavismo, enfrenta amenazas inéditas. El atentado frustrado con un adoquín en plena campaña encendió las alarmas de inteligencia. Los paralelos con el intento de asesinato a Donald Trump en Estados Unidos resultan inevitables. El riesgo es real. Y lo saben en Casa Rosada y en los servicios de seguridad. Una Argentina atravesada por los resabios del chavismo, con estructuras narco que operan en territorio bonaerense y un presidente que camina en la cornisa de la amenaza permanente. La herencia kirchnerista no se mide solo en causas judiciales y condenas. Está también en las amistades internacionales que hoy se revelan como el talón de Aquiles de la región. Cristina, la misma que fue juzgada por encubrir el atentado iraní y la muerte del fiscal Nisman, aparece en el espejo de los tiempos como un símbolo de la complicidad política con el terrorismo. Lo que está en juego no es un episodio aislado, sino la seguridad de un país que todavía no termina de asumir que esos gestos diplomáticos de ayer se transformaron en riesgos concretos de hoy. Cristina #Maduro #Hezbollah #Milei #Kirchnerismo #Terrorismo #Argentina #AnálisisLitoral

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