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  • La Fuerza Aérea Argentina analiza dos posibles aviones Boeing KC-135R Stratotankers para la nueva flota de cazas F-16

    » Nova Entre Rios

    Fecha: 03/09/2025 05:12

    En una entrevista con Nicolás Promanzio el 1 de septiembre, el Brigadier Gustavo Valverde, jefe de la Fuerza Aérea Argentina, explicó que esta rama avanza en su proceso de modernización con la adquisición de 24 cazas F-16 de Dinamarca y sistemas de apoyo, incluyendo una solicitud oficial de dos aviones cisterna KC-135 Stratotanker de Estados Unidos. Valverde afirmó que los dos aviones cisterna KC-130H Hércules que tiene en la actualidad la Fuerza Aérea, no pueden satisfacer las necesidades de reabastecimiento de los F-16 debido a la incompatibilidad de los sistemas, lo que hace necesaria la adquisición del KC-135. El jefe detalló los cronogramas de entrega, los programas de entrenamiento, las obras de infraestructura, la planificación logística y las actualizaciones paralelas de las flotas de transporte y rotatorias, enmarcando la adquisición en la reestructuración más amplia de las capacidades aéreas de Argentina y su ingreso a la comunidad internacional de los F-16. Valverde confirmó que Argentina solicitó formalmente dos aviones cisterna KC-135 Stratotankers, específicamente la variante KC-135R, a través del programa de Ventas Militares al Extranjero de Estados Unidos para el reabastecimiento en vuelo de su nueva flota de F-16. El KC-135R utiliza un sistema de pértiga totalmente compatible con el F-16, a diferencia del KC-130 Hércules actualmente en servicio, que emplea un método de sonda y drogue apto únicamente para los antiguos A-4 Skyhawks. El KC-135 también ofrece un mayor rendimiento y la capacidad de operar a las altitudes y velocidades requeridas por los cazas modernos, lo que lo hace esencial para misiones sostenidas. Valverde señaló que la elección del KC-135R en lugar de otros aviones cisterna, como el KC-10 de mayor tamaño, refleja una preferencia por las aeronaves más utilizadas por Estados Unidos y fuerzas aliadas, como Chile, lo que garantiza la estandarización y la interoperabilidad. También explicó que la geografía argentina, con su enorme extensión norte-sur, hace que el reabastecimiento aéreo sea esencial para el traslado de cazas entre regiones sin aterrizajes repetidos. Se ha solicitado el KC-135, pero Argentina debe esperar a que otros países hayan expresado interés, y las entregas dependerán de la disponibilidad. Hasta entonces, Estados Unidos proporcionará KC-135 para el traslado de los aviones desde Dinamarca a Argentina, acompañados de un C-130 argentino como apoyo adicional. Está previsto que los primeros seis F-16 lleguen a la Argentina en diciembre, con cuatro biplazas y dos monoplazas. Los pilotos argentinos ocuparán los asientos traseros de los biplazas en los vuelos de transbordo, mientras que las tripulaciones danesas ocuparán los asientos delanteros. El traslado durará de tres a cuatro días, con escalas previstas para descanso y comprobaciones técnicas, y las 24 aeronaves se entregarán por aire en rotaciones similares. El entrenamiento se está llevando a cabo en varios lugares: los pilotos argentinos ya utilizan simuladores instalados en la VI Brigada Aérea y realizan ejercicios de centrifugación y cámara hipobárica en Estados Unidos para prepararse para el vuelo 9G. Se ha adquirido un simulador de vuelo completo, que se encuentra actualmente en Dinamarca hasta que se entregue toda la flota. El personal de mantenimiento está realizando cursos de tipo en Phoenix, regresará a Argentina y luego viajará a Dinamarca para incorporarse a la operación de transbordo como parte del equipo de apoyo. El KC-135 Stratotanker se desarrolló a partir del prototipo 367-80 de Boeing y entró en servicio en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en 1957 como avión de reabastecimiento aéreo. Su propósito original fue ampliar el alcance de los bombarderos de largo alcance durante la Guerra Fría, proporcionando reabastecimiento en vuelo a altas velocidades subsónicas y altitudes de hasta 15.000 metros. El avión emplea un sistema de reabastecimiento con pértiga voladora, controlado por un operador de pértiga tumbado en la parte trasera del fuselaje. Algunas aeronaves también incorporaban un adaptador de drogue para permitir el acoplamiento de aeronaves con sonda. Además de su función principal, el KC-135 puede transportar cargas mixtas de combustible y carga, con cifras documentadas de hasta 37.000 kilos de carga, lo que permite combinar el reabastecimiento con tareas de transporte limitadas. La tripulación estándar incluye un piloto, un copiloto y un operador de pértiga, con un navegante añadido en algunas misiones, según los requisitos operativos. La flota del KC-135 ha apoyado prácticamente todas las operaciones militares importantes de EE. UU., desde la Guerra de Vietnam hasta los conflictos más recientes en Oriente Medio, permitiendo que cazas, bombarderos, aviones de reconocimiento y de transporte extendieran sus misiones. Originalmente construido para apoyar al Mando Aéreo Estratégico, posteriormente se adaptó a misiones de expedición en todo el mundo y sigue en uso hoy en día a pesar de la introducción de plataformas sucesoras. Además de Estados Unidos, operadores aliados como Chile, Turquía, Francia y Singapur han desplegado versiones del KC-135E o KC-135R, utilizándolas para apoyar compromisos regionales e internacionales. Dentro de la flota estadounidense, el KC-10 Extender, de mayor tamaño, complementó al KC-135 durante décadas, pero este se mantuvo como la columna vertebral de las operaciones de reabastecimiento de combustible, y los programas de modernización lo han mantenido viable hasta bien entrado el siglo XXI. Otros esfuerzos de modernización incluyen la expansión del uso de drones y la consideración de plataformas aerotransportadas de alerta temprana. La Fuerza Aérea continúa operando el UAV Búho, de desarrollo nacional, que apoyó el lanzamiento del cohete Escorpio en mayo y que apoyará un segundo lanzamiento en noviembre, lo que impulsa las capacidades de órbita baja de Argentina. En cuanto a drones, Argentina está considerando una adquisición conjunta para todos los servicios a fin de garantizar la compatibilidad y la asequibilidad, dado el alto coste de las plataformas avanzadas. Para la alerta temprana aerotransportada, Valverde afirmó que la Fuerza Aérea está evaluando aeronaves más pequeñas equipadas con sensores, como el Embraer E-99, opciones basadas en Bombardier Global o configuraciones del Saab 340, en lugar de grandes plataformas de cuatro motores como el E-3 AWACS, para equilibrar la capacidad, los costes operativos y la disponibilidad. Los planes para las operaciones antárticas incluyen restablecer la presencia de aviones de ala fija y helicópteros en Marambio y apoyar futuras expediciones al Polo Sur dentro de un marco científico y militar sostenido. Junto con la solicitud del KC-135 y la integración del F-16, estas iniciativas reflejan un amplio esfuerzo de modernización en toda la Fuerza Aérea Argentina.

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