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  • Dejó de escuchar durante un vuelo, creyó que tenía el oído tapado y le detectaron un tumor

    Parana » NSA

    Fecha: 02/09/2025 19:27

    Dejó de escuchar durante un vuelo, creyó que tenía el oído tapado y le detectaron un tumor Durante un vuelo de regreso a casa, una mujer fue sorprendida por un síntoma inesperado que terminó revelando una enfermedad que había llevado consigo durante mucho tiempo sin saberlo. Desde ese descubrimiento, asegura que su vida comenzó de nuevo. Nicole Cutler viajaba de California a Boston cuando, de repente, perdió la audición en su oído derecho. Al principio creyó que era un efecto de la presión del vuelo, pero al notar que, después de un largo rato, seguía sin escuchar nada, la preocupación se apoderó de ella. “Inicialmente, pensé que mis oídos se habían tapado, pero cuando mi esposo probó un auricular en mi oído derecho y lo subió al máximo volumen, no escuché nada; comprendimos que algo pasaba”, recordó Nicole que trababa en finanzas y llevaba una vida sana. Al llegar a su ciudad, en mayo de 2021, Cutler decidió acudir a un centro especializado en audición, donde le recomendaron realizarse varios estudios, incluida una resonancia magnética. Qué descubrieron los médicos Los resultados revelaron que Nicole tenía un tumor del tamaño de una palta presionando su cerebro, con el que convivió durante 15 años. «Todo mi cuerpo se apagó, fue lo más aterrador que puedas imaginar”, confesó la joven, que en ese momento tenía apenas 22 años. A partir de entonces, muchas cosas comenzaron a tener sentido para ella: “Siempre fui muy torpe de niña. Tuve huesos rotos, vértigo y estaba perdiendo la audición. El tumor había estado creciendo dentro de mi cabeza durante todos estos años”. El diagnóstico fue un gran neurinoma acústico, un tumor cerebral raro que afecta a unas dos de cada 100.000 personas, según la Asociación Británica de Neuroma Acústico. Cutler desconocía que estaba a punto de iniciar un largo camino de cirugías y de constantes recomienzos. Tuvo que empezar de nuevo, una y otra vez La primera cirugía se realizó en julio de 2021. En esa intervención, que duró doce horas, consiguieron retirar la mitad del tumor, pero las secuelas fueron perdida del equilibrio, pasó meses sin poder caminar y sufrió una parálisis parcial en el lado derecho de su cuerpo que duro más de seis meses. La recuperación de Nicole Cutler llevó más de 4 años. Foto: The Brain Tumour Charity. «Pasé semanas en el hospital y meses en rehabilitación intensiva. Después de cada neurocirugía, tuve que reaprender las partes más básicas de la vida. Las cosas en las que la gente rara vez piensa dos veces, como masticar, sonreír, reír, cerrar los ojos, vivir siendo medio sorda… e incluso volver a caminar», detalló a The Brain Tumour Charity. Luego de una larga etapa de recuperación, en 2023, una revisión médica descubrió que el tumor había vuelto a crecer. Nicole necesitó radioterapia urgente y, poco después, en 2024, enfrentó una segunda cirugía cerebral donde perdió la movilidad de la cara, por la que tuvo que someterse a una tercera operación para reconstruir su sonrisa. “Me sometí a un injerto nervioso importante: una cirugía en la cara y la pierna. Los médicos me extirparon el nervio sensitivo del pie y la pierna izquierdos y lo colocaron en la cara. Eso también significó aprender a caminar de nuevo, esta vez con nuevas limitaciones”, relató Nicole. Su nueva vida como corredora La historia de esta joven fue dada a conocer por su increíble presente. Lejos de rendirse, Nicole se propuso el reto de correr los seis maratones más importantes del mundo para concienciar sobre los tumores cerebrales y recaudar fondos para la organización benéfica The Brain Tumor Charity. Nicole ahora tiene 28 años y el running le dio un motivo para levantarse todos los días. Foto: The Brain Tumour Charity Hasta ahora, ya completó los maratones de Boston, Londres, Chicago y Nueva York, y tiene previsto participar en el de Berlín en septiembre de este año. “Este viaje ha sido brutal. He perdido partes de mí —física, emocional y espiritualmente—, pero también he encontrado algo más profundo: fuerza, propósito y un poderoso sentido de comunidad”, confiesa Nicole. Hoy, sigue monitoreada con resonancias magnéticas periódicas para controlar el crecimiento del tumor. Aunque su vida cambió radicalmente, asegura que aprendió «a valorar cada paso, cada sonrisa y cada logro, por pequeño que parezca».

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