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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 02/09/2025 10:39
Las heridas del joven requirieron más de setenta puntos y cirugía plástica en rostro, manos y piernas (foto: Facebook/Nicolas Hohls) Nicolas Hohls, un agricultor de 27 años, fue atacado violentamente por dos hienas mientras dormía en una carpa en el Cape Vidal Nature Reserve, en la provincia de KwaZulu-Natal, en Sudáfrica, tras una noche de fiesta. Los animales lo arrastraron fuera de la tienda y le mordieron la cabeza y una pierna, obligándolo a defenderse con maniobras desesperadas para sobrevivir. Las heridas precisaron más de 70 puntos y la intervención de cirujanos plásticos. El ataque, que ocurrió de madrugada, ha generado alerta entre los visitantes del parque. Cómo fue el ataque que sufrió Nicolas Las hienas manchadas rara vez atacan humanos, pero los actos imprudentes de los visitantes pueden incrementar la amenaza (foto: Freepik) Según detalló The Sun, el violento episodio ocurrió la madrugada del domingo 31 de agosto, cuando Hohls dormía en su tienda de campaña con una abertura de unos 15 centímetros en la cremallera. Este pequeño espacio fue suficiente para que una hiena manchada, atraída por el olor y la oportunidad, forzara la entrada. Según relató su padre, Colin Hohls, el joven fue sorprendido durante el sueño: primero, uno de los animales lo mordió en el pie y comenzó a arrastrarlo fuera de la tienda; al despertar, un segundo ejemplar le sujetó la cabeza con sus mandíbulas. Hohls reaccionó introduciendo su mano izquierda en la boca de la primera hiena y presionando el ojo derecho de la segunda, lo que, sumado a sus gritos de auxilio, logró que las hienas huyeran ante la llegada de su padre. Colin llegó con una linterna tras escuchar el alarido de su hijo en la oscuridad. La escena fue descrita como impactante: “Lo encontré cubierto de sangre, irreconocible. Había un charco espeso de sangre en el suelo”, recordó Colin en declaraciones tomadas por Daily Mail. Ante la distancia con el centro médico, el padre trasladó a su hijo en su propio vehículo hasta el hospital más cercano, en un viaje de dos horas que concluyó alrededor de las 3:00. Nicolas Hohls fue atacado por dos hienas mientras dormía en una carpa abierta en Sudáfrica (foto: Facebook/Nicolas Hohls) En el hospital, Hohls recibió atención urgente para limpiar y estabilizar las heridas, con especial cuidado ante el peligro de infecciones, una de las principales amenazas tras mordeduras de hiena. Posteriormente, cirujanos plásticos reconstruyeron las zonas más afectadas: rostro, manos y tobillo. En total, el joven recibió aproximadamente setenta puntos de sutura, treinta en la cara y cuarenta en las extremidades. Su esposa llegó rápidamente para acompañarlo y, según el parte médico, se espera que pueda regresar a su hogar en Eshowe al obtener el alta, prevista para el fin de semana. Antecedentes de ataques y advertencias en Cape Vidal El caso de Nicolas Hohls no es aislado en la Reserva Natural Cape Vidal. Un mes antes, un empresario de Johannesburgo fue mordido por una hiena a través de la ventana de su tienda, lo que derivó en la amputación de la punta de la nariz. La entidad responsable del parque, Ezemvelo KZN Wildlife, confirmó ambos incidentes a MailOnline y ha implementado medidas para capturar a los animales implicados y evaluar acciones adecuadas. Mientras tanto, han instado a los visitantes a mantener las tiendas completamente cerradas y a extremar las precauciones propias de un entorno de vida silvestre. El portavoz de la organización señaló que en el incidente reciente, la tienda permanecía parcialmente abierta tras una fiesta, mientras que el caso anterior ocurrió a través de la malla de una tienda. “Es un parque de vida silvestre y aconsejamos a todos nuestros huéspedes ser muy conscientes de ello”, advirtió el vocero. La fuerza de mordida de las hienas supera ampliamente la de un león, lo que agrava los riesgos (foto: Freepik) Peligrosidad de las hienas y prevención Las hienas manchadas, típicas de la región, pueden medir hasta dos metros y pesar hasta 86 kilogramos. Alcanzan velocidades de 64 kilómetros por hora (40 millas por hora) y, aunque rara vez atacan humanos —se estima que causan menos de seis muertes al año—, pueden sentirse atraídas por restos de comida o conductas imprudentes de los turistas. Algunos visitantes alimentan a estos animales para obtener fotografías, perdiendo el temor natural y elevando el riesgo de agresiones. La fuerza de mordida de una hiena alcanza unos 77 kilogramos por centímetro cuadrado, casi el doble que un león; esto les permite triturar huesos con facilidad. Andre Brink, exguarda de caza consultado por MailOnline, explicó que las hienas solo temen a los leones machos y a los humanos, pero cuando están en grupo pueden atacar presas superiores en tamaño. “Su ataque suele dirigirse a la ingle para incapacitar a la víctima y luego la matan mordisco a mordisco. Con su mordida pueden consumir todo, salvo los cuernos de un animal”, indicó Brink. Además, advirtió sobre el alto riesgo de infecciones debido a las bacterias presentes en su saliva, por lo que recomendó una observación médica inmediata tras cualquier ataque.
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