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  • Empresarios de maquinaria agrícola exigen mesa de diálogo para abordar políticas del sector

    Parana » Informe Digital

    Fecha: 01/09/2025 22:24

    A pocos meses de las elecciones legislativas y en medio de un panorama de estabilidad macroeconómica que el oficialismo busca consolidar, la industria de la maquinaria agrícola ha planteado con énfasis un reclamo: la necesidad de establecer una mesa de diálogo con el Gobierno para discutir políticas de Estado que permitan el desarrollo de un sector estratégico para la economía argentina. Mientras se lleva a cabo por primera vez en Argentina la octava edición de la cumbre internacional de maquinaria agrícola Agrievolution Summit 2025, Enrique Bertini, presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma), fue tajante al respecto. “El Gobierno está muy bien enfocado en la macro, que es fundamental, pero no es suficiente. La industria carece hoy de una mesa donde discutir políticas de Estado que permitan realmente desarrollar el sector”, expresó a LA NACION. Cafma organiza el evento con el respaldo de Expoagro. Para Bertini, “el mercado enfrenta una situación dispar” y “lo que está sumamente complicado es el primer eslabón, que son los agropartistas.”Gza. Expoagro Según aclaró, el mercado atraviesa una situación desigual. “El sector está a medio camino en cantidad de comercialización; algunas empresas están un poco mejor, otras un poco peor, dependiendo del producto que ofrezcan. Pero lo que realmente está complicado es el primer eslabón, que son los agropartistas”, explicó. El dirigente indicó que el escenario más crítico se presenta en los proveedores de agrocomponentes. “Aunque tenemos una luz amarilla en la maquinaria usada, resulta mucho más sencillo y rápido entregar agrocomponentes nuevos, y no se pueden detectar de la misma manera que la maquinaria usada. Así que, para cualquier fabricante de maquinaria agrícola, si no reduce costos comprando importado a menor precio, no podrá ser competitivo. Desafortunadamente, este es el sector más perjudicado actualmente”, aseguró. Bertini insistió en la importancia de que la política reconozca el valor de la industria como columna del desarrollo. “El principal problema es que no nos consideran un pilar. Este Gobierno cree que el problema de la economía es entre privados, cuando el desarrollo de la industria depende en gran medida del Estado”, comentó. En este contexto, enfatizó: “El precio de mi máquina en la puerta de mi fábrica incluye la intervención de un socio importante, que es el Estado, sobre todo en la parte impositiva y laboral. Existen numerosos factores en los que el Estado es parte del problema y que necesita ser atendido.” A pesar de las diferencias, Bertini se mostró optimista respecto a lo que resta del año. “Lo que queda es esperanza: si llueve bien y si continuamos con estabilidad y trabajando en el exterior, podremos aprovechar el contexto. El dólar y el euro nos favorecen en el tipo de cambio. Como buenos industriales argentinos, no bajamos los brazos”, afirmó. El principal problema es que no nos consideran un pilar. Este Gobierno cree que el problema de la economía es entre privados, cuando el desarrollo de la industria depende en gran medida del Estado.” — Enrique Bertini, presidente de Cafma En la misma línea, Leandro Brito Peret, director ejecutivo de la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores y otros Equipamientos Agrícolas e Industriales (AFAT), analizó el mercado. “Si uno observa el Excel, los primeros seis meses del año son comparables a los primeros seis meses de 2023, que fue el segundo más importante de los últimos cinco. Ahora, cuando desglosas, ese primer semestre resultó tan malo como el de 2024”, señaló. Explicó que la mejora inicial estuvo vinculada a Expoagro, pero luego el mercado se estancó. “Ese pico se dio con el efecto Expoagro y luego vino el freno de mano, con las tasas de Agroactiva. Financieramente, son buenas tasas, pero todos esperaban tasas del 15% y llegaron al 24%. Luego se confirmó que el Gobierno regresaba al esquema de retenciones, lo que redujo las expectativas de rentabilidad del productor”, narró. Brito Peret: “Ahora las tasas siguen subiendo y agosto estuvo dentro de valores normales, así que mantenemos la perspectiva de equiparar, con suerte, 2023, que no fue un mal año.” Esa combinación de factores, afirmó, generó un parón. “Hasta el 30 de junio, las rentabilidades eran mejores y había una perspectiva positiva. Pero cuando se confirmó el regreso al esquema anterior, hubo un freno. Actualmente las tasas siguen en aumento y agosto se mantuvo dentro de valores normales, por lo que seguimos con la perspectiva de igualar, con suerte, 2023, que no fue un año tan malo”, indicó. Brito Peret recordó que 2022 fue un año excepcional. “Ese año fue el mejor de los últimos cinco. 2023 fue el segundo, muy similar a 2021. 2024 fue malo. Hoy estamos lejos de lo que el país debería estar vendiendo”, advirtió. En cuanto a la antigüedad del parque de maquinaria, enfatizó: “El 80% de las cosechadoras tienen más de 10 años y los tractores, más de 15. Deberíamos volver a los volúmenes de 2017, cuando se vendieron 8,000 tractores. Hoy estamos en 5,000.” La presión fiscal es uno de los grandes problemas del sector. “El principal costo que enfrenta un fabricante de maquinaria agrícola, a puerta de fábrica, es una carga impositiva de alrededor del 32%. En otros países, es del 15%. Cuando llega al concesionario, se suma un 48% en impuestos”, aseguró. “Casi el 50% del valor de la máquina son impuestos. Las necesidades del sector son claras: crédito competitivo para bienes de capital, mejora de la rentabilidad del productor y reducción de retenciones”, comentó Brito Peret Ese esquema, sostuvo, es inviable. “Casi el 50% del valor de la máquina son impuestos. Las necesidades del sector son evidentes: crédito competitivo para bienes de capital, mejora de la rentabilidad del productor y disminución de retenciones. Desde la perspectiva del fabricante, lo urgente es reducir la carga fiscal y laboral”, subrayó. El directivo de AFAT agregó que los costos ocultos de la logística también elevan los precios. “Los seguros que paga un camión en Argentina son muy superiores a los de Estados Unidos porque las rutas están en mal estado. Esto encarece todo: seguros, neumáticos, mantenimiento. Es una cadena de costos invisibles que eleva el costo argentino tras años de desinversión”, explicó. Sobre el precio de las máquinas, destacó que la eliminación del impuesto PAIS fue beneficiosa, aunque de manera gradual. “Cuando se elimina el impuesto, no es inmediato que baje el costo. A lo largo del tiempo se fue ajustando y hoy ya no hay rastro de ese tributo en los precios”, aclaró. En relación a la maquinaria usada importada, aseguró que aún falta tiempo para medir su impacto y que es necesario esperar uno o dos ciclos de ventas. “Creemos que podría afectar más a las cosechadoras, que son las de mayor valor. En el caso de tractores y pulverizadoras, por ahora, el impacto no es significativo”, detalló. La competencia de los equipos de origen chino también ha comenzado a ser una preocupación, aunque de manera incipiente. “Hoy todavía no impacta en el volumen de ventas, pero existe. La realidad es que debemos observar cómo los productores manejan este negocio. Se trata de máquinas de otra calidad y con un servicio que no está a la altura del nacional”, advirtió. Brito Peret consideró que, a pesar de los retos, el sector mantiene expectativas. “Estamos analizando el mediano plazo para ver cómo impactan estos cambios. Lo urgente sigue siendo resolver los problemas estructurales: impuestos, costos laborales, infraestructura y financiamiento”, concluyó.

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