01/09/2025 22:02
01/09/2025 22:00
01/09/2025 21:54
01/09/2025 21:53
01/09/2025 21:52
01/09/2025 21:52
01/09/2025 21:51
01/09/2025 21:51
01/09/2025 21:51
01/09/2025 21:51
Victoria » Radio LT39
Fecha: 01/09/2025 17:54
Escuchá el resumen del podcast Soy el Dr. Federico Picchi, y es un placer acompañarlos cada viernes para hablar de temas que hacen a nuestra calidad de vida. Hoy, quiero que hablemos de una problemática que, aunque a menudo pasa desapercibida, se está transformando en una verdadera epidemia global: el sedentarismo. Aunque no existen estimaciones mundiales precisas del comportamiento sedentario, sus causas son claras y visibles en nuestro día a día. La innovación tecnológica, los cambios ocupacionales hacia trabajos más sedentarios, las actividades recreativas que implican menos movimiento y el uso creciente del transporte motorizado –pensemos en la cantidad de motos que vemos y cómo nos movemos menos–, todo esto contribuye a una alarmante transformación de nuestras pautas de actividad física. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la inactividad física como un nivel de actividad que no cumple con las recomendaciones globales para la salud, y esto, amigos, es un factor de mortalidad sumamente importante. ¡Escuchen este dato: si combatiéramos el sedentarismo, entre 4 y 5 millones de personas menos morirían en el mundo cada año!. Y si seguimos así, se estima que para 2030, el sedentarismo aumentará hasta un 35%. Vamos, realmente, a peor si no actuamos. Pero tengo excelentes noticias y un mensaje de esperanza basado en la ciencia más reciente. El ejercicio, la actividad física regular, no solo “nos hace sentir bien”. ¡Tiene un impacto a nivel genético, molecular y metabólico en la mayoría de nuestros tejidos, al menos 21 tejidos del cuerpo!. Esto mejora la salud y reduce el riesgo de enfermedades, incluso en tejidos que no están directamente relacionados con el movimiento. ¿Han oído hablar de tratamientos genéticos para enfermedades? Bueno, el ejercicio tiene ese impacto directo en nuestros genes. ¡Esto sana, señores, el ejercicio cura!. Ya no es una opinión, es evidencia científica sólida. Un trabajo publicado en la prestigiosa revista británica The Lancet en junio de este año, fruto de una revisión sistemática y un metaanálisis con 53 estudios, nos arroja datos concretos sobre la relación entre el número de pasos diarios y los beneficios para la salud. Este análisis de “dosis-respuesta” demostró una clara relación entre la cantidad de pasos y la mejora de la salud. Otro estudio en la revista Nature apoya este impacto genético del ejercicio. Y aquí viene lo práctico: ¡7.000 pasos al día!. Según estos metaanálisis, 7.000 pasos diarios se asocian con: • Un 47% menos riesgo de mortalidad por cualquier causa. • Un 25% menos riesgo de incidencia y un 47% menos de mortalidad por enfermedad cardiovascular. • Un 6% menos riesgo de incidencia y un 37% menos de mortalidad por cáncer. • Un 14% menos riesgo de diabetes tipo 2. • Un 38% menos riesgo de demencia. • Un 22% menos riesgo de síntomas depresivos. Hace un par de años se hablaba de 10.000 pasos, pero la ciencia ha avanzado: 7.000 pasos son más accesibles y el beneficio adicional de llegar a 10.000 no es tan significativo como el esfuerzo extra que implica. ¿Cómo logramos esos 7.000 pasos aquí en Victoria? Sabemos que 1.000 pasos equivalen aproximadamente a 1 kilómetro. Entonces, hablamos de caminar unos 7 kilómetros al día. Si pensamos en nuestro conocido óvalo, que tiene 400 metros, ¡dos vueltas y media de ese óvalo son 1 kilómetro!. Para que se hagan una idea, para alcanzar estos 7.000 pasos: • Un hombre adulto sano de 1,70 m debería caminar aproximadamente 5,38 kilómetros a 5 km/h durante 1 hora y 7 minutos al día. • Una mujer adulta sana de 1,60 m, unos 4,8 kilómetros a 4 km/h durante 1 hora y 12 minutos diarios. Esto es el punto de partida. Si hacemos esto consistentemente, en 90 días empezaremos a ver resultados reales en nuestro cuerpo. Hablamos de mitocondrias entrenadas, de adaptación al ejercicio. Podremos evidenciar mejoras en la presión arterial (acompañado de una dieta normosódica, claro), dormiremos mejor, tendremos menos estrés y nuestra capacidad para realizar tareas mejorará notablemente, impactando positivamente en nuestro estado de ánimo. Y atención, no se trata de “pasear viendo vidrieras”. Una caminata moderada es aquella en la que puedes hablar, pero solo con palabras sueltas, no dar un discurso. Tu frecuencia respiratoria y cardíaca deben aumentar. Cuando llegues a ese punto, donde mantener una conversación fluida es difícil, ¡estás haciendo ejercicio moderado!. La caminata y la natación son los mejores ejercicios con el menor impacto negativo en el cuerpo, y están al alcance de todos. ¡Cambiemos las ruedas por las zapatillas! Dejemos la moto para ir a la panadería que nos queda a dos cuadras. Lo ideal es combinar este ejercicio aeróbico con ejercicios de fuerza. Sentadillas, flexiones de brazo en casa, las que puedas hacer. Esto generará mayor fuerza y tono muscular, potenciando aún más los beneficios para los tejidos y el físico. Para todo esto, la hidratación es clave: para una caminata de 5 km, debemos beber entre medio litro y un litro de agua durante el ejercicio. Y no olvidemos unas buenas zapatillas; no importa la ropa, pero el calzado debe ser cómodo. Es cierto que el sedentarismo suele ir de la mano con una mala alimentación. Si a la falta de actividad física le sumamos comida rápida, “vacía en calorías” o “chatarra”, ganaremos sobrepeso u obesidad. Esta combinación es fatal para la diabetes, prediabetes, hipertensión. No solo acorta nuestra longevidad, sino que arruina nuestra calidad de vida. Victoria es una ciudad que se hace caminando, ¡aprovechemos eso!. Propongámonos ir al trabajo a pie, levantarnos un poco más temprano. Los cambios los notaremos en 90 días, y para que una actividad se transforme en un hábito, necesitamos entre 3 y 5 años de constancia. No busquemos cuerpos “flaquitos y marcados”, busquemos cuerpos ágiles, saludables. Seamos sanos, tengamos el cuerpo que tengamos. La agilidad, la rapidez, y finalmente, la salud y la felicidad emocional, son los verdaderos premios. La OMS recomienda que un adulto sano y joven realice 300 minutos de ejercicio moderado a la semana, ¡lo que equivale a caminar una hora todos los días de lunes a viernes!. Tenemos la evidencia científica que nos respalda: hacer ejercicio cura. Solo tenemos que comprometernos a probarlo. Muchísimas gracias por acompañarnos, y los espero el próximo viernes en Puntos Comunes, donde abordaremos este mesa: “Fiebre, ¿Debe tratarse?” Dr. Federico Picchi RESUMEN DEPORTIVO
Ver noticia original