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Usuhahia » Diario Prensa
Fecha: 01/09/2025 06:10
Salvado en el límite por integrantes del GEByR. En un operativo que incluyó a efectivos de todas las comisarías, especialistas del Grupo de Búsqueda y Rescate y personal de Prefectura Naval, además de patrulleros, gomones y equipos especiales, un hombre de 33 años fue encontrado deambulando en estado de shock, errático y herido, cerca del relleno sanitario. Grupo Especial de Búsqueda y Rescate, GEByR: año tras año salva vidas, en las situaciones climáticas y topográficas adversas. El miércoles 27 de agosto comenzó en Ushuaia una historia de angustia y esperanza. Un hombre de 33 años y padre de tres hijos, la menor de apenas 3 años, salió de su hogar profundamente afectado por la noticia de que su pareja había decidido terminar la relación. La mujer, preocupada por sus últimas palabras antes de cerrar la puerta, radicó una denuncia de paradero, dando inicio a un operativo que movilizaría a decenas de efectivos durante casi dos días. Con el correr de las horas, mientras todas las comisarías estaban atentas y se había hecho pública la búsqueda para solicitar colaboración ciudadana, su vehículo fue hallado con las puertas abiertas junto al santuario del Gauchito Gil, a pocos kilómetros de la ciudad, en un terreno escarpado y próximo al río Olivia. La alerta fue máxima: el hombre podría haberse arrojado al río. Entonces entraron en acción el Grupo Especializado en Búsqueda y Rescate – GEByR – y Prefectura Naval. Los rescatistas inspeccionaron las costas y, a bordo de gomones, el río, mientras patrulleros y equipos terrestres recorrían la zona de criptas y santuarios cercanos a la ruta, sin resultados inmediatos. Pero la perseverancia y el entrenamiento del GEByR marcaron la diferencia. Al amanecer del viernes, un rescatista divisó una figura humana acurrucada en el suelo, cerca del basural. Se dirigieron hasta allí de inmediato. Era la persona buscada. Aterido, quebrado física y emocionalmente, el hombre fue abrigado y reconfortado con bebidas calientes mientras lo colocaban en una camilla. Minutos después, era trasladado hasta un camino cercano, donde lo esperaba la ambulancia que lo conduciría al Hospital Regional Ushuaia. Terminaba así una búsqueda que pudo tener un desenlace muy distinto. Según la reconstrucción del hecho, el hombre deambuló tras dejar su vehículo cerca del santuario. Caminó hasta el río y se arrojó a sus aguas, sin lograr su cometido por el escaso caudal. Empapado, continuó por el bosque, intentando nuevamente quitarse la vida con una soga. Con lesiones visibles en cuello y rodillas, signos de hipotermia y deshidratación, y sin fuerzas para pedir ayuda, fue finalmente localizado y salvado, no solo de la intemperie y la falta de alimento, sino de sí mismo. Detrás de esta historia de rescate vuelve a ponerse de manifiesto la falencia en el sistema de salud mental de la salud pública de Ushuaia y la urgente necesidad de un replanteo que permita a los ciudadanos acceder rápidamente a asistencia profesional adecuada, antes de llegar a situaciones extremas. El rescate exitoso también resalta la eficacia de las fuerzas de seguridad frente a emergencias extremas y la coordinación impecable que lograron desplegar. Una mención especial merece el GEByR, cuyo alto nivel de entrenamiento ha permitido innumerables hallazgos de personas extraviadas. Finalmente y ante cualquier situación de emergencia resulta útil memorizar, tener una anotación en la heladera, o en lugares a la vista, dos números que pueden contribuir a salvar vidas: el 101 y el 911.
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