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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 31/08/2025 10:25
En medio de una agenda cultural cada vez más intensa, Despertar Entrerriano dialogó con referentes de algunos de los espacios fundamentales de la escena artística local. Juan Pablo, dueño de Pueblo Viejo, y Sergio Ríos, director del Teatro Odeón, coincidieron en destacar el valor de la movida cultural que vive Concordia, aunque advirtieron que el turismo aún no está aprovechando este potencial y que falta articulación desde el Estado. A sus voces se sumaron también las de Costa Chaval, La Cigarrera y Arandú, tres espacios que, desde distintos perfiles, refuerzan el diagnóstico: hay vida cultural, pero sin política cultural activa. Pueblo Viejo: “Una fuente turística más tirada a la basura” “Nosotros pocas veces buscamos a los artistas. La dinámica de este tipo de espacios es que los artistas, de forma directa o indirectamente (productoras), se contacten para el armado de una gira”, explicó Juan Pablo, responsable de uno de los centros culturales más activos de la ciudad. Consultado por el perfil del público que asiste, remarcó: “Pueblo no tiene público definido. Es un lugar de espectáculos y eso hace que varíe considerablemente de un día para otro, dependiendo de lo que esté sucediendo en el escenario”. Lo que más llamó la atención fue su diagnóstico sobre el escaso aprovechamiento turístico: “La mayoría de nuestras visitas son locales. Tenemos en el debe la visita de turistas. Una lástima porque es uno de los lugares culturales más acentuados de la ciudad, con shows de primer nivel. Muy raro”, lamentó. Y fue tajante: “La ciudad (municipio) no saca provecho de estas cosas… Nunca lo hizo. Es una fuente turística más tirada a la basura”. Teatro Odeón: “Concordia siempre fue una buena plaza teatral” Desde el Teatro Odeón, Sergio Ríos trazó un panorama similar. “La mayoría de los espectáculos son ofrecidos por productores zonales que diagraman una gira por la zona, ejemplo: Concordia, Gualeguaychú, Paraná, entre otros lugares. Por lo cual estamos circunscriptos a las fechas que estos productores nos ofrecen”. En cuanto al público, sostuvo: “El perfil es muy variado. Desde espectáculos infantiles, pasando por recitales de música, humor, teatro clásico, entre otros rubros. Por una razón lógica, el mayor porcentaje de espectadores es local, pero también asisten desde localidades cercanas como San Salvador, Federal, Chajarí, Federación y, en gran parte, también de Salto, Uruguay”. Y sobre el posicionamiento de Concordia como destino para artistas nacionales, fue claro: “Siempre fue una buena plaza teatral. Obvio que no se puede comparar con otras ciudades como Mar del Plata o Carlos Paz, pero sí, dentro de la región, es muy buena. El tema es hasta dónde puede responder el público sin llegar a saturar de ofertas”. Costa Chaval: la cultura también late en la noche La palabra de la noche también se hizo escuchar. Desde Costa Chaval, uno de los boliches de referencia de la ciudad, remarcaron que la escena cultural no solo se construye en los teatros y centros culturales, sino también en los espacios nocturnos. “El movimiento artístico en la ciudad es amplio. Nosotros, desde la jornada nocturna, buscamos que la música y la fiesta tengan un valor importante, no solo recreativo. Apostamos a artistas nacionales en vivo, a DJs invitados y a generar experiencias que no se viven en cualquier ciudad del interior”, señaló Daniel, uno de los socios del boliche. Sin embargo, coincidieron con el resto: “El turismo no termina de mirar hacia acá. A veces parece que todo se concentra en termas o carnaval, y se deja de lado que la vida nocturna y cultural también puede ser motor económico si existiera articulación real con el municipio”. La Cigarrera: autogestión y resistencia cultural Por su parte, desde La Cigarrera —espacio cultural que lleva sosteniendo propuestas artísticas independientes— hicieron foco en la falta de acompañamiento. “La movida cultural de Concordia es muy potente, pero casi todo se sostiene desde la autogestión. Acá hay teatro, danza, música, artes visuales, talleres, shows, pero la política pública es prácticamente inexistente. No hay una planificación ni una estrategia para que el arte y la cultura estén ligados al desarrollo local”, subrayaron. Sobre el público, apuntaron: “La gente responde, pero la difusión sigue siendo el talón de Aquiles. A veces hay propuestas excelentes que no llegan a toda la comunidad por falta de visibilidad”. Arandú: educación y arte para transformar Finalmente, desde Arandú, otro de los espacios culturales clave, remarcaron que la cultura en Concordia también tiene un costado educativo. “Nosotros trabajamos mucho con talleres y con propuestas que buscan formar a nuevas generaciones de artistas. El valor cultural no es solo lo que pasa arriba del escenario, sino también lo que se construye en los barrios, con los chicos y con los jóvenes que después serán parte de esta escena”, expresaron. Y agregaron: “Acá hay ganas, hay artistas, hay público. Lo que falta es política cultural: articulación, difusión, acompañamiento del Estado mismo. Si todo recae en la autogestión, tarde o temprano los proyectos se agotan”. Una escena con vida, pero sin política cultural activa La conclusión es compartida. Pueblo Viejo, Odeón, Costa Chaval, La Cigarrera y Arandú coinciden en el mismo diagnóstico: Concordia tiene vida cultural, pero no política cultural activa. Las salas están abiertas, las propuestas se multiplican y el público responde. Sin embargo, falta una estrategia articulada que vincule la cultura con el turismo, la comunicación y el desarrollo económico local. “El telón está levantado, los shows suceden, pero el municipio no parece estar en la platea”, podría resumirse. Fuente: Despertar Entrerriano
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