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» Derf
Fecha: 28/08/2025 14:51
Incluir proteína en la primera comida del día puede marcar una gran diferencia en tu energía, saciedad y rendimiento. A continuación, algunos motivos para que esté presente en el desayuno y algunas ideas simples para que sea más completo. Prolonga la saciedad: ayuda a evitar picos de hambre a media mañana. Estabiliza la energía: combina bien con carbohidratos de calidad para un aporte sostenido. Favorece la masa muscular: es esencial para quienes entrenan, pero también para mantener la fuerza en cualquier etapa de la vida. Contribuye a la concentración: un desayuno con proteína puede mejorar la atención y el rendimiento cognitivo. Opciones prácticas para sumar proteína: Huevos: revueltos, duros o en omelette con vegetales. Yogur o kéfir natural: preferentemente sin azúcar agregada. Queso fresco o ricota: combinados con pan integral o tostadas. Leche o bebidas vegetales fortificadas: mejor si se combinan con avena o frutos secos. Frutos secos y semillas: sumados a un bowl de frutas o yogur. Legumbres en versión rápida: hummus en tostadas o guiso de lentejas para quienes prefieren algo más contundente. Proteína en polvo: como refuerzo, en batidos con frutas y avena. Ejemplos de desayunos proteicos: – Tostadas integrales con huevo revuelto y palta. – Yogur griego con avena, frutas y semillas. – Smoothie de banana, leche y proteína en polvo. – Pan integral con hummus y rodajas de tomate.
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