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Concordia » ConcordiaHoy
Fecha: 28/08/2025 05:10
Por José Luis Almiron Hoy, 27 de agosto, no es un día más. Es el Día de la Radio en la Argentina, y como hombre de micrófono no puedo dejar de sentir un estremecimiento especial. Cada vez que llega esta fecha me invade el mismo orgullo y la misma emoción: pertenecer a una historia que comenzó en 1920, cuando Enrique Susini, César Guerrico, Miguel Mujica y Luis Romero Carranza, aquellos soñadores conocidos como “Los Locos de la Azotea”, se animaron a transmitir desde la terraza del Teatro Coliseo la ópera Parsifal de Richard Wagner. Ellos no sabían que estaban escribiendo la primera página de la radiodifusión mundial. Con un rudimentario equipo, lograron lo que parecía imposible: que unas pocas casas con receptores de galena pudieran escuchar esa transmisión. Ese fue el inicio de un camino que jamás se detuvo y que convirtió a la Argentina en pionera en el mundo. Hoy, más de un siglo después, sigo convencido de que la radio es mucho más que un medio. Es un espacio de encuentro, de compañía, de información y de cultura. Es la voz que llega a cada hogar, al campo, a la ciudad, al trabajo, a la soledad y a la fiesta. Es magia pura: el poder de crear imágenes en la mente del oyente solo con palabras y sonidos. Como periodista y locutor, saludo a todos los que pasaron, pasan y seguirán sintiendo la sensación única de estar frente a un micrófono. A los que saben que detrás de esa luz encendida que dice “AIRE” hay un universo de historias, emociones y responsabilidades. La radio supo adaptarse a cada época: sobrevivió a la televisión, se renovó con Internet, se expandió con el streaming y los podcasts. Pero, pese a todos los cambios tecnológicos, hay algo que nunca perdió: su esencia humana, cercana y verdadera. En este día, celebro ser parte de esta maravillosa profesión. Porque trabajar en radio no es solo un oficio: es una pasión que nos hermana y que seguirá latiendo mientras haya alguien dispuesto a escuchar. Por José Luis Almirón
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