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» Radiosudamericana
Fecha: 26/08/2025 16:41
Lunes 25 de Agosto de 2025 - Actualizada a las: 18:56hs. del 25-08-2025 COLOMBIA Un relato que mezcla realidad y mito resurgió tras una década, cuando medios y redes sociales recordaron el supuesto hallazgo de una suma millonaria en una finca colombiana La historia de José Mariena Cartolos, un supuesto agricultor colombiano que en 2015 habría encontrado 600 millones de dólares enterrados en su finca y vinculados al legendario narcotraficante Pablo Escobar, volvió a captar la atención pública en 2025. En los últimos meses, varios medios internacionales y portales digitales retomaron el relato, alimentando el renovado interés por los presuntos tesoros ocultos del extinto líder del Cartel de Medellín. El caso, que jamás fue confirmado oficialmente por las autoridades y frecuentemente ha sido calificado como mito o rumor viral, se reactivó en redes y agendas de noticieros, reflejando el debate constante entre realidad y ficción que envuelve la figura de Escobar. Según informaciones publicadas originalmente en 2015, José Mariena Cartolos habría descubierto varios bidones metálicos a más de un metro bajo tierra mientras trabajaba una plantación de palma en Bogotá. El terreno, de más de 200 años en poder de su familia, habría servido de escondite para decenas de fajos de dólares almacenados en bolsas plásticas, valorados en 600 millones de dólares. La noticia, difundida ampliamente hace una década, señalaban que el supuesto hallazgo se produjo después de que Cartolos solicitara una ayuda estatal de 3.000 euros para ampliar el cultivo. La versión más difundida indicaba que, tras el descubrimiento, el dinero fue entregado inmediatamente a la policía local, que abrió una investigación para rastrear el origen de los fondos. Se reportó que las autoridades asociaron la suma con la fortuna ilícita de Pablo Escobar, calculada durante el auge del narcotráfico en Colombia en unos 30.000 millones de dólares. En su momento se afirmó que el mayor tesoro narco de la década quedó bajo control estatal y sus fondos serían destinados a proyectos sociales, aunque nunca se publicó información oficial que confirmara ni la existencia del hallazgo ni su destino concreto. En ese contexto, la leyenda alimentó el creciente fenómeno del “turismo de búsqueda de tesoros” en Colombia, alentado por el misterio que rodea la riqueza dispersa del Cartel de Medellín. De acuerdo con versiones recopiladas por medios de comunicación, varios informes detallaron casos similares en los años siguientes. Nicolás Escobar, sobrino del capo, aseguró haber encontrado 18 millones de dólares de su tío, además de una pepita de oro, radios, cámaras antiguas y una estilográfica. En esa ocasión, los billetes estaban demasiado deteriorados para tener valor en el mercado. El mito del agricultor de Bogotá reapareció con fuerza en 2025, cuando numerosos portales internacionales y publicaciones en redes sociales volvieron a difundir la nota, en medio de nuevos rumores sobre otros posibles hallazgos de dinero ilícito en zonas rurales del país. El fenómeno resalta el enfrentamiento entre hechos comprobables y relatos no verificados que caracterizan el legado del extinto Pablo Escobar, quien lideró el Cartel de Medellín hasta su muerte en 1993 a manos de la DEA. Desde las primeras noticias en 2015, nunca se acreditó oficialmente el hallazgo ni existieron comunicados del Gobierno colombiano confirmando la cifra o la identidad del supuesto hallador. Pese a ello, la historia sigue reapareciendo periódicamente, alimentada por el imaginario colectivo y por el atractivo mediático en torno a los vestigios criminales del narcotráfico en Colombia. Las versiones disponibles siempre citaron que, de existir ese hallazgo, el dinero habría sido destinado a iniciativas comunitarias, en cumplimiento de la legislación colombiana que ordena que los recursos ilícitos recuperados por el Estado se utilicen en reparar los daños causados por el narcotráfico. La falta de confirmación y la reiterada circulación de la historia subrayan la dificultad de separar mito y realidad en torno al llamado “patrimonio oculto” de Escobar. Así, el relato sobre el agricultor y los 600 millones de dólares hallados en una finca de Bogotá sigue ocupando un espacio destacado en la cultura popular colombiana y en la narrativa global sobre los tesoros perdidos del Cartel de Medellín, reflejando el renovado interés por el lado más legendario y menos verificable del fenómeno narco.
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