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Concordia » Hora Digital
Fecha: 25/08/2025 03:04
La muerte súbita es un problema común que afecta a miles de personas cada año. La clave está en actuar rápidamente con desfibriladores automáticos y conocimientos en RCP. En Argentina, la muerte súbita es un problema frecuente, con aproximadamente un caso cada 15 minutos. Este tipo de fallecimiento, inexplicado y repentino, suele ocurrir dentro de la primera hora de los síntomas y está mayormente relacionado con problemas cardíacos. Expertos señalan que la cardiopatía coronaria y la fibrilación ventricular son las causas principales de la muerte súbita, representando un porcentaje muy alto de los casos registrados. Este fenómeno se traduce en uno de cada cuatro decesos en adultos y la mitad de las muertes de origen cardiovascular. A nivel mundial, se estima que entre 450 mil y 500 mil personas mueren súbitamente al año, la mayoría fuera de un entorno hospitalario. La rapidez en la reacción es fundamental para mejorar las posibilidades de supervivencia en casos de muerte súbita. Intervenir de forma inmediata con un desfibrilador externo automático puede duplicar las chances de sobrevivir a un paro cardíaco en un lugar público, subrayando la importancia de la desfibrilación pública como estrategia crucial. El ámbito deportivo también se ve afectado por la muerte súbita, siendo los deportistas un grupo especialmente susceptible. Aunque el ejercicio regular puede ser protector, el esfuerzo intenso puede desencadenar un evento cardíaco fatal, como evidencian los casos registrados en Argentina. La “cadena de supervivencia” establece las pautas a seguir en casos de paro cardíaco, desde la identificación del mismo hasta la atención especializada posterior. Capacitar a la comunidad, garantizar la presencia de desfibriladores accesibles y actuar de forma coordinada son acciones fundamentales para aumentar las posibilidades de salvar vidas ante un episodio de muerte súbita. Es necesario concientizar, capacitar y cardioproteger espacios públicos para hacer frente a este desafío. La implementación de políticas que promuevan la instalación de desfibriladores y la formación masiva en RCP son medidas clave para enfrentar la muerte súbita y mejorar las tasas de supervivencia en casos de emergencia cardíaca.
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