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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 24/08/2025 03:07
“El Ángel caído” de Alexandre Cabanel ¿Qué es el diablo? Dice Ferrater Mora que Satanás es el Adversario (de Dios) por excelencia, el Acusador o el Tentador descrito en el Antiguo Testamento (Génesis 3) bajo la forma de la serpiente, el Mentiroso del que habla el Apocalipsis (XII, 9). Es el “…más líbranos del Mal” que pedimos en el Padrenuestro (según San Mateo en VI, 13). En el cristianismo, Jesús ha venido, dice el apóstol Juan (XII, 31), para expulsar al Príncipe de las Tinieblas. Satanás, Demonio o Maldito son términos que definen a aquellos seres corpóreos con espíritus dedicados a hacer el Mal. Satanás no es un símbolo Joseph Ratzinger nos recuerda las afirmaciones del papa Pablo VI cuando dijo: “El mal que existe en el mundo es el resultado de la intervención en nosotros y en nuestra sociedad de un agente oscuro y enemigo, el Demonio. El mal no es ya solo una deficiencia, sino un ser vivo, espiritual, pervertido y pervertidor. Terrible realidad. Misteriosa y pavorosa.” (discurso del 15 de noviembre de 1972). Los ángeles caídos y Nuestro Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo Los ángeles son entidades espirituales, a veces también corpóreas, creadas por Dios, a quienes dotó de condiciones intelectuales y espirituales superiores, sobrenaturales, que los ubican entre los hombres y Dios. Jesús les explica a quienes son invitados a un banquete y eligen los mejores lugares, y les aconseja elegir ser los últimos: “porque el que se ensalza será humillado y el que se humilla será ensalzado” (Lucas 14:11). El ejemplo de la vida de Jesús lo explica Pablo en la Carta a los Filipenses: “Él, teniendo condición divina, se humilló a sí mismo, se hizo obediente a la injusticia hasta la muerte aceptando la Cruz.” (Flp. 2, 6-8). Los que quieren ser como Dios y aun sustituirlo se ponen en contra de la voluntad divina. Son los opuestos a Dios, demonios. No dialogar con Satanás, dijo Francisco “Satanás no es una cosa difusa, es una persona”, “Con Satanás no se puede dialogar porque es más inteligente que nosotros” (declaraciones al canal italiano TV 2000).“Es la encarnación misma de la maldad en una persona…” (entrevista al capellán de la cárcel de Padua, don Marco Pozza). “Satanás tiene nombre y apellido” y “con nosotros, los sacerdotes y obispos, finge siempre ser educado. Entra en nuestra casa, y si no te das cuenta a tiempo, acabas mal”. En otras ocasiones ha dicho “es el tentador por excelencia”, “ha invadido la tierra con el odio” al que hay que combatir con “las armas espirituales de la fe”. Desde Lord Byron a Vigny: la “mitología satánica” La figura de un Ángel del mal, rebelde y vengador, cuyas premisas se remontan en el tiempo, aparece en la literatura. Mateo 25:41: “el fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles”. El Libro de Enoc, escrito entre el siglo IV y I a.C., es la fuente principal de los ángeles caídos que desafiaron la autoridad de Dios. San Miguel Arcángel fue reconocido como líder de las fuerzas celestiales que lucharon contra Lucifer y los ángeles rebeldes, encarnando el defensor del bien y la justicia divina. Su figura representa el triunfo del bien frente al mal. Finalmente, Lucifer fue desterrado al Infierno. Otro de los ángeles caídos es Belcebú, visto como un ser maligno que busca corromper a la humanidad y desafiar la autoridad divina. Las armas y fines del demonio Seducir, tentar y dividir. Los demonios, por ser ángeles desviados pero inteligentes, emplean diversas armas de seducción y de persuasión para atraer a otros a aceptar su mando y las tentaciones que ofrece. Con ese fin recurre a toda clase de agravios, provocando divisiones e impulsando a hombres y mujeres a la violencia, las perversiones, la corrupción, el engaño y todo lo degradante en el trato interpersonal y social. Provoca grietas, fragmentaciones, enfrentamientos familiares y sociales, alienta las guerras. Se lo ha llamado “el diablo es un comedor de pedazos”. El ensañamiento contra Cristo fue un anticipo del demonio; después llegará a los ángeles y a los pueblos Los ataques se repiten y son crueles, buscan la sumisión, asesinato o exterminio de poblaciones o etnias, como la situación actual en la Franja de Gaza. Dice el Papa Francisco: “Pensemos en lo que le decían a Jesús el Nazareno en la Cruz: ‘Si eres el Hijo de Dios, baja; que Él venga a salvarte’ (cf. Mt 27,40)...”. La inteligencia diabólica “El plan de acción de esta gente malvada es un detalle tras otro, es cruel, probémoslo con violencia y tormento, pongamos a prueba el espíritu de resistencia... Esto no es una simple aversión, esto es otra cosa. Esto se llama ensañamiento: cuando el diablo trata de destruir y no escatima medios. Dios está satisfecho con la vida de Job, y el diablo le dice: ‘¡Ponlo a prueba!’ Primero le quita sus posesiones, luego su salud, y Job nunca se aleja de Dios. Pero el diablo se ensaña. Siempre. Detrás de todo ensañamiento está el diablo, para destruir la obra de Dios. Es inteligencia diabólica”. “El humo de Satanás” (Pablo VI) Algunos fragmentos del histórico mensaje del Papa Pablo VI sobre el Demonio (15 de noviembre de 1972): “¿Cuáles son las mayores necesidades de la Iglesia en este momento?... una de las mayores necesidades de la Iglesia es ser defendida del mal que llamamos Diablo.” “¿No vemos cuánto mal hay en el mundo, especialmente el mal moral, que va contra el hombre y contra Dios a la vez?... Nos enfrentamos al pecado, que es una perversión de la libertad humana y la causa profunda de la muerte, pues implica el desapego de Dios.” “El pecado se convierte en ocasión y efecto de la interferencia en nosotros de un agente oscuro: el Diablo. Es una fuerza activa, un ser espiritual vivo que se pervierte y pervierte a otros. Es una realidad terrible, misteriosa y aterradora.” No hay un solo Diablo, hay muchos “La sombra acechante de esta presencia maligna se señala en muchísimos pasajes del Nuevo Testamento. San Pablo lo llama el «dios de este mundo» y advierte de la lucha contra una multiplicidad de demonios.” La teología gnóstica Algunos ángeles de la literatura, como Mefistófeles (Fausto, Goethe) o el demonio encantador de John Milton (Paraíso Perdido), son notorios. La teología gnóstica distingue entre Lucifer (el libertador) y Satanás (el opresor). Por encima de ambos está Abraxas, dios de síntesis que une a Dios y al Diablo; razonamiento que el cristianismo rechaza. La lucha contra los poderes tenebrosos de este mundo “Nuestra lucha es contra los Principados y Potestades, contra los gobernadores de este mundo de tinieblas”.“No solo luchamos contra un Diablo, sino contra muchos. El principal es Satanás, el adversario, pero hay otros.” Satanás y los seres diabólicos también en la Argentina liberal, neoliberal y libertaria Guerras en Myanmar, Ucrania, el Congo, Palestina, Siria y otros lugares muestran la actividad demoníaca. Argentina también arrastra décadas de decadencia diabólica: corrupción estructural, narcotráfico, exclusión social, pérdida de valores y pobreza. “Retomando el discurso de Pablo VI de 1952, dice: ‘sabemos que este ser oscuro y perturbador existe y que sigue obrando con su astucia traicionera; es el enemigo oculto. No hay que dialogar con él, donde se oculta o disfraza hay que combatirlo y exhibirlo’.” La defensa contra el diablo es la militancia cristiana Dice Pablo VI: “…¿qué defensa debemos usar contra la acción del Diablo? El cristiano debe ser militante; debe ser vigilante y fuerte; a veces, debe recurrir a prácticas ascéticas especiales para escapar de ciertos ataques diabólicos. Jesús señala la oración y el ayuno como el mejor remedio, tal como esta semana lo señaló el papa León XIV. San Marcos sugiere: ‘No te dejes vencer por el mal, sino vence el mal con el bien’. (Mc 9-29,30).”
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