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» La Capital
Fecha: 24/08/2025 00:40
Los Pumas se impusieron 29-23 en el José Amalfitani en la segunda fecha del Rugby Championship. Liniers fue una caldera Los Pumas lograron superar el último escollo. La bolilla que le faltaba era ganarle a los All Blacks de local y este sábado lo consiguieron en una colmada cancha de Vélez. La mira estaba puesta en dar el golpe y conseguir una victoria inédita ante los All Blacks en casa. Era la bolilla que faltaba. El ánimo de Los Pumas entresemana estuvo por las nubes y la confianza rebalsaba en los jugadores argentinos. No había nada que podía detener ese sueño. Y esa victoria, tan soñada, tan buscada llegó. Tras ochenta minutos intensísimos, con la chapa marcando un 29-23 final, Los Pumas escribieron otra página gloriosa en su historia: Le ganaron por primera vez a los All Blacks de local. El arranque de Los Pumas fue furibundo, endemoniado, intentando acorralar a su aquilatado rival. Con control y mucho corazón lo atacó y lo puso contra las cuerdas, lo obligó a equivocarse y así generó el primer penal del partido, que el tucumano Albornoz trasformó en los tres primeros puntos para el delirio de un colmado José Amalfitani. Ni siquiera el tradicional haka, esta vez dirigido por Codie Taylor, logró amedrentar al conjunto argentino. Jugando con mucha intensidad a la hora de atacar y con dureza a la de defender, ofreciendo un contacto muy duro, Los Pumas invitaban a soñar con que el triunfo era posible. Pocos minutos después Albornoz volvió a tener otra chance pero esta vez el envío salió desviado. En la siguiente jugada el apertura tucumano se lesionó y tuvo que ser sustituido por Santiago Carreras. En la vereda de enfrente, sin ofrecer mucho, los hombres de negro llegaron al empate pasados los 10 minutos , pero Juan Cruz Mallía volvió a poner a Los Pumas nuevamente al frente en el marcador con un nuevo penal. Pragmatismo negro Pero si hay algo que distingue a los All Blacks es su pragmatismo. Ganando centímetro a centímetro, se fue instalando en suelo argentino hasta que vio la chance de acelerar y así llegó al try, primero de la mano de Proctor y luego de Newell. Simples pero efectivos, los hombres de negro marcaron la diferencia y pudieron superar a una aguerrida defensa argentina. La cosa no quedó allí. Pasada la media hora de juego, el seleccionado argentino llegó al try, a través de Juan Martín González y con la conversión de Santiago Carreras llegó a la igualdad (13-13) con una actitud memorable, fiel a su historia. Sobre el final del primer tiempo, Pablo Matera estuvo cerca de apoyar, pero la pelota se le fue para adelante y Nueva Zelanda pronto alejó el peligro. Liniers era una caldera. Pumas on fire Un extrañamente errático Beauden Barrett, que había fallado la conversión de los dos tries de los All Blacks, falló un penal en el inicio del complemento desde una cómoda posición, lo que le dio una cuota de optimismo extra al equipo argentino. Poco después Contepomi empezó a mover el banco e hizo ingresar a Nahuel Tetaz Chaparro, que en la previa anunció que éste sería su último partido con Los Pumas. La actitud del equipo no decayó y siguió sumando. Dos penales de Santiago Carreras establecieron una diferencia que Gonzalo García aumentó con un try fruto de la guapeza de todo el equipo argentino y así, en un ráfaga de 10 minutos, Los Pumas sacaron una ventaja considerable. La lógica reacción no tardó en llegar. Samisoni Taukei’aho, un abonado al ingoal argentino (le marcó dos tries en Córdoba) achicó la distancia y le dio una cuota extra de adrenalina a la definición. Pero era la noche de Los Pumas. La tranquilidad llegó con el pie de Carreras, que anotó un nuevo penal y alejó al equipo albiceleste en el marcador a más de un try convertido. Los últimos minutos fueron de un dramatismo tremendo, pero con Los Pumas teniendo el control de la situación. El penal de Damian McKenzie solamente sirvió para maquillar el resultado de un partido que, por actitud y convicción, tuvo dueño desde el pitazo inicial. Fue el final feliz de una película en la que durante casi medio siglo estuvo marcada por la desigualdad entre ambos equipos. Este sábado le tocó festejar al más débil. El próximo compromiso del seleccionado argentino en este certamen será el próximo 6 de noviembre, cuando enfrente a los Wallabies en suelo australiano en el marco de la tercera fecha.
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